A Castiñeira, la tarta creada en exclusiva para Ferrol

Ferrol no siempre tuvo un dulce típico. Aunque A Castiñeira ostenta ahora este título, no fue hasta 1994 cuando José Rubio Gascón ideó esta tarta. Lo hizo en el marco de un concurso de confitería que buscaba un producto con el que identificar a la ciudad. Y a base de castañas y una tradición familiar que abarca ya cuatro generaciones, se hizo con el premio, el público y los turistas que quieren llevarse un pedacito de sabor ferrolano a casa. Hoy, 26 años después de su creación, A Castiñeira traspasa fronteras y llega hasta lugares como Madrid, Barcelona o Las Palmas de Gran Canaria.

“La Asociación de Confiteros de Ferrol y Comarca planteó un concurso entre sus asociados que buscaba una tarta o una especialidad para la gente que venía de fuera, ya que muchos decían que no había nada típico de Ferrol. Aunque es cierto que hacíamos algunas cosas un poco típicas como el arroz con leche o las cocadas, no había nada que se identificara con la ciudad”, cuenta Pedro García, yerno de José Rubio y jefe de obrador de la confitería Gascón.

El ingrediente principal estuvo marcado también por el concurso. Una de las bases era que el dulce tuviera un producto típico de Galicia. “La castaña fue un fruto muy simbólico en los tiempos del hambre. Se tomaba como acompañamiento a la comida, se hacía en caldo… Era fácil de conseguir y era un producto que duraba todo el año”, explica Pedro García.

Aunque la receta es secreta, el jefe de obrador no tiene problema a la hora de explicar sus elementos principales. Una base hojaldrada, dos capas de puré de castaña, un bizcocho emborrachado con almíbar de castaña, una capa de castañas y almendras y un acabado de azúcar glas son los ingredientes que otorgaron el título de tarta de Ferrol al pastel ideado por José Rubio. “Es una tarta compleja, difícil de replicar en casa”, reconoce su yerno. Y es que esta elaboración solo está al alcance de confiteros de tradición como la familia Gascón, que abarca ya cuatro generaciones.

José Rubio, tercera generación de la familia, está ya retirado. El relevo lo llevan ahora su hija Rosina, a cargo de la Confitería Gascón ubicada en la Carretera de Castilla, y su yerno Pedro, al frente del obrador y la escuela fundada por José. El matrimonio, que cuenta con el lujo de ostentar el único lugar de Ferrol donde se vende A Castiñeira, mantiene una tradición repostera que data de 1904, año en que Francisco Gascón Gaspar abrió su primer “despacho”.

Una tarta que traspasa fronteras

Hoy A Castiñeira ya está consolidada como tarta de Ferrol. “Ha desbancado a la tarta de almendras”, destaca Pedro. Rosina despacha esta especialidad todas las semanas de año, aunque hay fechas en que su éxito se multiplica: “Se vende mucho en navidades y en verano, sobre todo al final de las vacaciones cuando los turistas vuelven a sus lugares de origen”. Y es que optar por la castaña en forma de marrón glacé permite que este postre se pueda consumir en cualquier época.

Tras 26 años de historia, A Castiñeira ha enamorado ya a ferrolanos y forasteros. “Hay quien la pide simplemente porque le gusta, pero tiene más demanda por parte de turistas que buscan algo identitario de la ciudad”, cuenta García.

Pero su mayor éxito está entre quienes intentan curar la morriña: “Hay mucha gente que nos la pide para mandar a fuera. Ferrolanos que trabajan fuera, turistas a los que les gustó, personas que vivieron aquí… También la piden mucho para enviar a familiares o amigos que ahora viven lejos. Gente que de alguna manera está vinculada a Ferrol”.

Gascón recibe ya pedidos de toda España. Aunque su mayor demanda proviene de otros enclaves gallegos, llega ya a ciudades como Madrid o Barcelona. “La semana pasada mandamos una tarta a Las Palmas de Gran Canaria”, cuenta Pedro. Su éxito no para de crecer y en unos días activarán también los pedidos a través de su página web. Y es que, para mantener una tradición de más de un siglo, esta familia ha sabido adaptarse a los tiempos.