Iván Mariñas está siendo uno de los concursantes de MasterChef que más comentarios genera en redes sociales. Su fuerte carácter y sus roces con el jurado, en especial con Jordi Cruz, lo han convertido en un participante diferente entre los que hay en esta edición del talent show.

Además, este coruñés de 37 años ha demostrado su gran nivel en la cocina y se presenta como uno de los favoritos para ganar el concurso. Su liderazgo y su afán por innovar en sus creaciones han llamado la atención de muchos. Hablamos con él sobre cómo está viviendo su paso por el concurso y cuáles son los secretos de este fenómeno televisivo.

¿Qué te motivó para presentarte a MasterChef?

Empezó todo viendo uno de los programas. Le tiré un órdago a mi novia y, de repente, estaba contestando un cuestionario que me habían mandado desde MasterChef para formar parte del casting. Cada prueba que iba pasando más ganas tenía de que llegara el día de meterme entre los elegidos.

¿Hay alguna persona que te motivase para cocinar?

La motivación es puramente personal, te mentiría si te dijese que mi primer espejo no ha sido mi madre, tiene muy buena mano y le debo todo en lo que las bases de mi cocina se refiere, pero poco a poco cada uno que vive este mundo desde la pasión se va abriendo un hueco en base a sus vivencias, gustos… Al final cocinar es una forma más de expresar quién eres.

En estos primeros programas has sido uno de los participantes que más atención acapara. ¿Te lo esperabas?

No tenía ni idea. La verdad es que, al ir conociendo a mis compañeros, pensaba que pasaría bastante inadvertido al principio, sobre todo por la originalidad de algunos de ellos. Pero al final mi carácter y mi forma de afrontar las cosas es imposible que no resalten. Me gusta decir las cosas como las veo, me gusta que la gente conozca y entienda mi punto de vista, siempre desde el respeto y la educación. Mi lema es no rendirme jamás, así que supongo que mis exposiciones no dejan indiferente a nadie. Solo espero que mi espíritu de lucha y mis ganas de aprender no se confundan con prepotencia. 

Se comentan mucho tus encontronazos con Jordi Cruz. ¿Cómo es esa relación detrás de la cámara y de los fogones?

La verdad es que son un equipo de verdaderos profesionales, a los que respeto mucho y admiro. En este caso Jordi Cruz me ayuda a ver las cosas desde otro punto de vista, a replantearme ideas y a seguir mejorando. Tenemos una relación de maestro y alumno.

¿Cómo ves el nivel entre los concursantes? ¿Te ves con opciones de ganar?

Desde pequeño he aprendido que no hay rival débil, creo que cada uno tenemos cosas que aportar y aprender. Los hay con un estilo más definido y otros que están mejorando cada día más. En mi caso jamás he comenzado un reto sin la máxima de competir hasta el final, asi que voy a intentar dar todo lo que tengo para conseguir llegar a lo más alto.

¿Te ves abriendo un restaurante en A Coruña en el futuro?

Ojalá, sería uno mis sueños acabar abriendo un restaurante en mi ciudad natal. Pero, de verdad creo que hay mucho trabajo aún por delante, muchísimo aprendizaje que adquirir y muchos nuevos retos que emprender.

¿Podrías quedarte con un plato y un restaurante de la ciudad?

Eso es imposible, hay muchísimo nivel ahora mismo en la ciudad, muchísimas propuestas diferentes y frescas que hacen que este mundo esté más vivo que nunca. Es un auténtico placer darte una vuelta por A Coruña y poder degustar tan exquisitos manjares de la tierra llenos de creatividad y buen hacer.

¿Con qué plato de la gastronomía gallega conquistarías al jurado?

Creo que lo que más me gusta es fusionar los nuevos aromas de la cocinas más internacionales con todo el apego posible al buen hacer de nuestras madres y abuelas, que han sabido hacernos llegar una de las cocinas más honestas y con mejor trato al producto del mundo.

¿Qué será lo primero que cocines cuando vuelvas a casa?

No tengo ni idea (risas). Estoy evolucionando mucho en postres, una faceta desconocida para mí, pero soy de salados: una buena carne o un buen pescado con algún toque nuevo y diferente que haga las delicias de mi gente.

Master Chef VIII