"Marchamos en silencio, sin festejos, con la sensación en el cuerpo de impotencia, de enfado y de estupefacción". Así se ha despedido a través de sus redes sociales la Tapería Castelao, un local emblemático del Ensanche compostelano que había abierto hace trece años en la Rúa Nova de Abaixo.

Tras un año condicionado por las restricciones derivadas de la pandemia de la Covid-19, este bar-tapería se ha visto obligado a cerrar la persiana ante la imposibilidad de hacer rentable un local "con cero ingresos y haciendo frente a las obligaciones fiscales, sociales, de suministros, etc.".

"Estamos viendo cómo se tira directamente a la basura un sector fundamental para Compostela e importantísimo para el resto del país", han lamentado desde el local en su adiós, anunciado con un mensaje a través de las redes sociales.

La Tapería Castelao, que en las últimas semanas había operado a través de Just Eat, se había mostrado muy crítica con las sucesivas restricciones en la hostelería. "Mientras las luces de los bares se van apagando, las de los pisos siguen brillando y la factura la pagamos los de siempre".

Interior de la Tapería Castelao (Cedida).

"Tras estos años, muchos clientes pasaron a ser amigos: celebramos vuestras alegrías y lloramos vuestras penas, este trabajo es impresionante", prosigue la despedida, que concluye con un "viva la gente de la Rúa Nova de Abaixo", deseando "salud y suerte para todos" y emplazando a "vernos en las tabernas", para terminar con un "viva la hostelería".

En su particular adiós, el Castelao también se ha acordado de la gente "que nació con la palabra prepotencia escrita en la frente y trata a los profesionales de la hostelería como seres inferiores", una "minoría" a la que le desea "la misma suerte que está teniendo el sector en estos momentos".

En su mensaje también ha recordado a todas y cada una de las personas que trabajaron en el local, a los alumnos que hicieron prácticas allí y a las familias, "que siempre nos apoyaron incondicionalmente".

"Pues nada más, la Tapería Castelao cierra, con tantas anécdotas que contar que haría falta escribir un libro. Viva la gente de la Rúa Nova de Abaixo, salud y suerte para todos: nos vemos en las tabernas y viva la hostelería", concluye.