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Nueva vida para el Pazo da Buzaca en Moraña (Pontevedra) de la mano del chef Pepe Vieira
Este emblemático pazo del siglo XVI ha sido rehabilitado manteniendo su esencia original y será destinado a la celebración de bodas o eventos, además de ofrecer servicio de alojamiento
21 agosto, 2022 06:00En el corazón de San Lorenzo de Moraña (Pontevedra), alejado del mundanal ruido e integrado totalmente en la naturaleza, el Pazo da Buzaca se erige majestuoso para ofrecer una experiencia única ―dirigida a bodas, eventos y servicios de alojamiento―que fusiona paisaje, alta cocina y una organización exquisita de la mano del equipo del estrella Michelín Pepe Vieira. "Llevamos más de 20 años con los eventos y nuestra ubicación principal siempre ha sido el Camiño da Serpe", destacó el chef durante la presentación en sociedad da Buzaca. "La idea era sacar las bodas de allí para que el restaurante siguiese su curso y cogiese fuerza como restaurante gastronómico, y tener a su vez otro lugar donde poder desarrollar todo el tema de eventos".
Este enclave de lujo ha sido rehabilitado manteniendo la esencia del histórico edificio y plasmando al mismo tiempo la huella inconfundible de la identidad de Pepe Vieira en cada espacio exterior e interior. ¿El resultado? Una armoniosa dualidad marcada por la confluencia entre tradición y modernidad. "Hemos priorizado el actuar desde el máximo respeto al pazo. El lugar ya de por sí tiene magia por lo tanto se trataba de hacer intervenciones muy sutiles", señalaron desde Nan Arquitectos, responsables del proyecto de paisajismo. "Estoy encantando de que este pazo vaya a recuperar el esplendor que tuvo antaño, aunque dedicado ahora a otros fines", añadió a su turno el Alcalde de Moraña, José Cela Camiño.
El Pazo da Buzaca, cuyo origen se remonta al siglo XVI, se encuentra rodeado de cuatro hectáreas con jardines, arboledas centenarias y elementos clásicos de las casas solariegas gallegas (palomar, cenador, capilla y hórreos…), pero también de espacios reconvertidos, como la antigua casa de los guardeses o las caballerizas, y nuevos apéndices de carácter más contemporáneo entre los que se encuentran la zona de la piscina o el comedor principal.
Eventos y cocina
Arquitectura, historia, gastronomía y naturaleza se dan la mano en este renovado y ambicioso proyecto impulsado por el equipo de Pepe Vieira y cuya principal finalidad es "crear memorias que se puedan recordar con los cinco sentidos". Por esta misma razón, el alma de "A última cociña do mundo" se traslada ahora hasta el Pazo da Buzaca para que cada comensal ―disponen de una capacidad de cerca de 300 personas― pueda disfrutar de un viaje culinario para descubrir Galicia entre dicotomías de sabores, texturas y aromas bajo la batuta profesional del reconocido chef.
"Nosotros en el restaurante hemos creado un pequeño departamento de I+D y es ahí donde nacen todos nuestros platos, aunque después se desarrollen de forma distinta", explica el cocinero. De este modo, el Pepe Vieira gastronómico del Camiño da Serpe ha terminado por convertirse en la cocina matriz de un proyecto multisectorial que no parado de ramificarse con el paso del tiempo. En el caso del pazo, cada menú o gama de aperitivos confeccionados "se adaptan a la celebración mediante novedosas experiencias gastronómicas". Además, el comedor principal mantienen la reconocible estética de Pepe Vieira a través del empleo de los tonos dorados y el color negro que generan un ambiente de lo más íntimo y sofisticado.
Los ingredientes de éxito de la propuesta de Pepe Vieira en este idílico rincón morañés incluyen la posibilidad de oficiar ceremonias civiles y alojarse en una preciosa casa solariega y rehabilitada del siglo XVI, disponible tanto para uso exclusivo durante los eventos como para otros usuarios a lo largo del año. La propiedad cuenta con 14 habitaciones dobles y algunas de ellas incluso con la opción de convertirse en suite. Como dato curioso cabe destacar que cada habitación conserva las puertas originales de las antiguas caballerizas y sus interiores mantienen un sutil equilibrio entre lo clásico y lo moderno.
Otros proyectos con el sello Pepe Vieira
El círculo gastronómico de Pepe Vieira ha ido engrosando su figura año tras año desde su puesta en marcha. "La empresa se está desarrollando. Es verdad que este ha sido un gran paso, pero también vamos dando pasitos más pequeños y poco a poco vamos creciendo y abarcando más", reconoce el gallego. Como hemos podido comprobar unas líneas más arriba, la experiencia que ofrece este indómito chef con estrella Michelin sobrepasa los límites de lo culinario.
Buena prueba de ello son el resto de organismos vivos que dan forma a este esquema global y siguen los ritmos identitarios del restaurante principal: una taberna con aires "canallas", un huerto ecológico de 4.000 metros cuadrados para autoabastecimiento o incluso un hotel de la naturaleza proyectado en el entorno del Camiño da Serpe. En las entrañas de la Boa Vila, Ultramar se presenta como una taberna de estética desenfadada y una una cocina de contrastes pensada para compartir y disfrutar del mejor producto local.
Por su parte, el huerto propio creado junto al restaurante matriz le ha valido a Pepe Vieira para colgarse la estrella verde de la Guía Michelin, concedida a aquellos restaurantes comprometidos con la sostenibilidad en el campo gastronómico. La finca en cuestión se divide en varias zonas con espacios para aromáticas y productos vegetales, hortalizas o incluso frutas. "Este año hemos revalidado la estrella Verde. Esto tiene que ver con la filosofía de la empresa, ya no sólo en lo gastronómico sino de manera general. En todos los ámbitos de lo que hacemos intentamos ser respetuosos con el medio ambiente", afirma. "Ahora mismo tenemos una plantación de kiwis enorme que ya tenemos saneada y funcionando, y que esperamos este año poder recoger una buena cosecha", añade.
Más allá de los proyectos hechos realidad, desde Pepe Vieira tienen ya planteada la creación de un hotel de la naturaleza adherido al restaurante del Camiño da Serpe, con construcciones eficientes por sí mismas y emplazadas de manera natural en el entorno. De este modo, la idea proyectada sumaría a la propiedad una oferta de hospedaje con hasta 14 habitaciones configuradas en bloques a los pies del restaurante y con vistas a la ría de Pontevedra.