El barrio coruñés de Monte Alto tiene una nueva propuesta gastronómica: La Tribu. Susi González y Masiel de Óleo regentan este local ubicado en el número 84 de la calle Orillamar, donde abrió sus puertas el pasado sábado 4 de noviembre para deleitar los vecinos de la zona con comida tradicional gallega con guiños a Cuba y República Dominicana, de donde ellas proceden.
Susi González aterrizó en A Coruña hace algo más de 20 años, al igual que su socia Masiel. "Es una mala época, está todo muy complicado. Los sueldos son precarios, el trabajo está complicado y conciliar es imposible. Trabajando en hostelería sabemos que vamos a sacrificar parte de nuestro tiempo, pero al final es para la tribu", nombre que le atribuyen al equipo que forman sus hijos.
Tortilla de patatas, raxo (cerdo o pollo), zamburiñas, pulpo á feira, bacalao a la plancha o calamares de la ría enharinados son algunos de los platos que podemos degustar La Tribu, que también cuenta en su carta con otras propuestas, como croquetas de jamón ibérico, ensalada de tomate con burrata y pesto, palomitas de pollo picantes y patatas bravas.
"A veces puede parecer raro que dos extrajeras elaboren platos típicos de Galicia, pero nos hemos formado para ello. Servimos tapas y raciones de toda la vida, pero con muy buen producto y a precios económicos", señala a este medio Susi González, quien recuerda que también disponen de un menú del día a 12,90 euros.
"Elaboramos comida tradicional gallega, pero una vez a la semana metemos en el menú del día algo de nuestro países (Cuba y República Dominicana), como unos tostones con chicharrones y guacamole". La Tribu también sirve desayunos, con diferentes propuestas, desde unos clásicos churros hasta tostadas de salmón o un bowles con muesli, por ejemplo.
Ubicado en el número 84 de la calle Orillamar, este establecimiento abre sus puertas de lunes a viernes en horario de 07:00 a 23:00 horas y sábados de 09:30 a 00:00 horas. "Los domingos no abrimos porque es día de estar con la tribu", concluye Susi González, quien le está muy agradecida a su amiga Sara López por la decoración del local.