En los últimos años, el panettone, uno de los dulces más tradicionales de la repostería italiana, causa sensación en Galicia. Lo curioso de esto es que una elaboración muy similar ya triunfaba en una pequeña localidad coruñesa hace más de medio siglo.

Su nombre es queique y fue una mujer llamada Lolita Iglesias la que lo introdujo en el municipio. Ella lo había aprendido a hacer en Argentina y rápidamente se popularizó entre sus vecinos. De hecho llegó a haber cuatro sitios que lo hacían, El Tunel, Casa Juanito, Liñares y Nogallás. De ellos, solo lo sigue haciendo Nogallás junto a la Panadería Milagros.

Queique de Ordes (Foto: Nogallás)

"Eu o recordo de toda a vida. Teño 48 anos e xa era popular antes de que eu nacera", cuenta a este medio José Luis Franco, la tercera generación de Pastelería Nogallás, un establecimiento que lleva abierto desde 1934. El pastelero no puede precisar en que fecha lo empezaron a hacer, eso sí, tiene claro que fue como mínimo, hace más de medio siglo.

Para los que no lo conozcan, el queique se parece al panettone, tanto en forma como en sabor. En sus orígenes, se utilizaban recipientes para elaborarlos tan curiosos como latas de sardinas de medio kilo, lo que le daban esa característica forma de "champiñón", como lo describe José Luis.

Las excursiones lo convirtieron en un icono

El queique está volviendo a resurgir en los últimos tiempo tras tener una bajada de las ventas, pero la época dorada de este dulce fue especialmente en la segunda mitad del Siglo XX. Las excursiones hacían siempre parada en Ordes y José Luis recuerda los domingos a última hora con grandes colas para hacerse con un queique.

Ahora, la situación ha cambiado, ya que no paran tantos autobuses por la zona, pero todavía hay gente que desplaza hasta Ordes para hacerse con uno. Además, en la localidad mucha gente aprovecha el queique para regalarlo en ocasiones especiales.

¿Cómo se hace un queique?

El secreto de su éxito reside en su elaboración con masa madre natural acompañado de pasas, aunque también se hacen con pepitas de chocolate, ya que según señala José Luis Franco, "gusta moito á xente".

Queique de Ordes (Foto: Nogallás)

Para elaborarlo se derrite la mantequilla y se mezcla en un bol con el azúcar y el anís. Se añaden los huevos y se baten con intensidad. En un recipiente se mezclan la levadura y la harina y se incorporan poco a poco y sin dejar de remover al preparado de huevos y azúcar. Luego se agregan las pasas y se deja fermentar la mezcla durante una hora y media. El siguiente paso es untar un molde redondo con mantequilla verter la masa. Finalmente se espolvorea con azúcar y se hornea a 170 grados durante una hora y media. Luego solo queda desmoldar y servir.

Así se elabora este dulce que define la historia de una localidad. El queique es una gran demostración de que la gastronomía es una parte elemental de la cultura de los pueblos. Si pasáis por Ordes, no dejéis pasar la oportunidad de probar esta icónica elaboración.