Repostería monacal.

Repostería monacal. Quincemil. Santiago de Compostela.

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Sabor a dulce: la repostería monacal de Santiago de Compostela

Hacemos un breve recorrido para probar algunos de los dulces que las monjas de diferentes conventos en Santiago de Compostela siguen haciendo cada semana

6 agosto, 2024 05:00

"A quién le amarga un dulce", "de golosos y tragones están llenos los panteones" o "el buen alimento cría entendimiento" son solo una pequeña muestra de que los refranes y dichos populares recogen a la perfección nuestra clara necesidad de alimentar nuestro cuerpo y espíritu. Y qué mejor que un dulce hecho por una monja para asegurarnos esto de que estemos nutriendo el alma a la vez que nos llevamos algo a la boca.

Los productos artesanales elaborados por las diferentes religiosas de los conventos de Santiago de Compostela siguen estando de lo más cotizados entre los vecinos y turistas que llegan a nuestra ciudad con ganas de probar esos dulces de tan aclamada fama. 

Y como no es lo mismo contarlo que probarlo, nosotros nos hemos animado a hincarle el diente a algunos de estos manjares y aportar diferentes opciones para que después elijan. 

Exterior de San Paio.

Exterior de San Paio. Quincemil. Santiago de Compostela.

Comenzaremos haciendo una parada en el convento de San Paio de Altealtares, en donde las monjas benedictinas elaboran repostería de calidad más que reconocida. El Monasterio de San Paio de Antealtares fue fundado por Alfonso II en el siglo IX con doce monjes benedictinos que deberían encargarse de cuidar y dar culto al sepulcro del Apóstol Santiago. Actualmente las monjas de clausura continúan la labor religiosa y la repostera en donde podemos adquirir, a través del torno, sus famosos almendrados, los coquitos, las pastas de té y las curiosas galletas bizcocho con la que a cualquiera se le hace la boca agua.

Galletas bizcocho.

Galletas bizcocho. Quincemil. Santiago de Compostela.

Como pueden ver son generosas en cuanto a tamaño, por su color sabemos que han sido hechas con huevos caseros y aunque pasen las horas conservan la esponjosidad y frescura. Una delicia que pueden disfrutar por 0,50 céntimos.

Si se animan a la caja de pastas de té, pueden hacerse con una por 8 euros medio kilo y con la certeza de que cada una de ellas es única y están elaboradas con chocolate, fruta escarchada y por supuesto mantequilla y azúcar.

Pastas de té.

Pastas de té. Quincemil. Santiago de Compostela.

Prosiguiendo en nuestra búsqueda de los dulces más afamados nos acercamos ahora al Convento de Clausura de Santa María de Belvís que fue fundado a principios del s. XIV por los frailes dominicos del vecino convento de Bonaval. Se trata del primer convento femenino que tuvo la orden en Galicia y la peculiaridad de poseer dos templos: la iglesia conventual y el santuario de la popular Virgen del Portal.

De nuevo tras el torno viven en la actualidad unas 30 madres cuyo trabajo diario se basa en el cuidado de la huerta, el canto, la elaboración de bordados para particulares y diferentes instituciones y, por supuesto, la preparación de sus postres. Los venden por encargo o en horario de torno y sus productos van desde los almendrados, pasando por mantecados y pastas de té.

En este caso optamos por probar los exquisitos almendrados con base de oblea y las pastas de té que, como verán en las fotografías, lucen algo más variadas. Una delicia.

Almendrados.

Almendrados. Quincemil. Santiago de Compostela.

Y continuando con nuestra ruta gastronómica nos dirigimos al Convento de Santa Clara (S.XVII). Se trata de un convento de clausura que pertenece a la orden de las clarisas, famosas por elaborar unas rosquillas de lo más sabrosas. Además hemos podido comprobar que en el torno de Compostela venden ahora mismo unos garrapiñados elaborados por las Clarisas de Cigales, en Valladolid y que llevan solo ingredientes naturales.

El bote de 150 gr cuesta 5,50 euros y si ustedes son amantes de la almendra garrapiñada les recomendamos encarecidamente que se hagan con un frasco de este dulce. Además, en la que web que distribuye este dulce se puede leer la siguiente descripción el producto "Muy indicadas para ese picoteo entre horas, a veces tan necesario cuando el espíritu pierde su dinamismo y el peso de la jornada aparece amenazante". No vemos necesarias más razones para probarlas. 

Garrapiñadas.

Garrapiñadas. Quincemil. Santiago de Compostela.

Por último, si el horario de torno no encaja dentro de sus posibilidades sepan ustedes que a lo largo de Santiago de Compostela hay diferentes tiendas en las que cada semana reciben los productos de las monjas. En concreto la tienda de productos delicatessen situada en la Rúa Xelmírez, As Monxas, pueden encontrar gran variedad de productos monacales (almendrados, pastas de té, tejas…) que suelen recibir de cara al fin de semana.