El pueblo de Pontevedra cerca de Santiago para tapear y degustar su famoso gallo de corral
El animal se cría al aire libre y se alimenta de cereales, lo que da como resultado una carne con un sabor más intenso y con muy poca grasa
La exquisita gastronomía gallega atrae cada año a miles visitantes de España y de otras partes del mundo. Los platos de cuchara son los grandes favoritos de los meses de otoño e invierno, pero es prácticamente imposible resistirse a emblemáticos platos, como la tortilla de patatas, pulpo á feira, zamburiñas a la plancha y mejillones al vapor. Opciones hay muchas para comer bien y a buen precio, pero para degustar el gallo de corral... El mejor sitio es este.
Ni Cambados ni Combarro. El pequeño pueblo de Vila de Cruces es conocido por el Ponte Sopena y la iglesia de San Salvador de Camanzo, una joya del románico que cuenta con un inmenso valor, pero también por un plato estrella que encanta a todos: el gallo de corral. "En tierrazas dezas tienes que degustar su famoso gallego de corral, un animal que se cría al aire libre y que se alimenta de cereales", explica Turismo Rías Baixas.
Un sabor excepcional
El producto, de alta calidad y sabor excepcional, combina a la perfección con vinos de la D.O Rías Baixas de la zona Ribeiras do Ulla. "El secreto de nuestro gallego de corral es que vive al aire libre con una alimentación natural a base de cereales (maíz, trigo y cebada) sin ningún tipo de aditivos. El resultado es una carne con un sabor más intenso, más oscuro, de textura firme y con muy poca grasa", afirma GranxaFamiliar.
Tal es la popularidad del gallo de corral que Vila de Cruces celebra todos los años, a comienzos de julio, una fiesta gastronómica, declarada de Interés Turístico en Galicia, para exaltar este exquisito producto. "Durante todo el día se suceden actividades entre las que destacan la exposición y exaltación de los platos elaborados con esta ave de carne magra, de color intenso y sabor inigualable".
Pero más allá de este emblemático plato, Vila de Cruces es un excelente sitio para tapear y descubrir buena parte de la gastronomía gallega. El municipio cuenta con varias propuestas de hostelería, aunque lo que buscas es un sitio para tapear el restaurante A Esgalla es un acierto seguro: ofrece comida casera con raciones muy abundantes en un ambiente familiar.
"Tiene entre muchas cosas un café excelente, siempre con un buen trato y tengo que añadir que el bar en si es precioso, en invierno es muy calentito ya que tiene una chimenea dentro y en verano al tener una terraza puedes disfrutar de tus consumiciones. Y para terminar, tienen unas tapas gratis con cada consumición", dice una de las más de 350 reseñas en Google.
Otras casas de comida de la zona que también merece la pena en Vila de Cruce son O Pazo, Casa Don Dín, Bar Seara, Refuxio Merza y A de Rafael, que elabora una deliciosa comida tradicional, desde raciones de pimientos del piquillo rellenos de ternera hasta empanada de bacalao o bonito, con una excelente relación calidad-precio
Vila de Cruces y sus alrededores
Vila de Cruces se encuentra en la comarca del Deza, en el centro de Galicia. Esta zona alberga auténticas joyas que pasan desapercibidas, como el mirador de Monte Farelo, desde donde es posible observar parcialmente las cuatro provincias gallegas en una panorámica de 360 grados espectacular.
En la pintoresca villa de Agolada se levanta un recinto ferial de finales del siglo XVIII formado por construcciones de piedra tradicionales llamadas 'pendellos', que eran utilizadas por los comerciantes los días de feria, mientras que a orillas del río Arnego se encuentra uno de los bosques mixtos mejor conservados de Galicia.
En último lugar, y no por ello menos importante, los amantes de la arquitectura religiosa pueden visitar el Monasterio de Camazo.
"El cenobio fue fundado por los condes de Deza en la primera mitad del siglo X, aunque los restos conservados son de la segunda mitad del siglo XII. En el ábside central se observan unos interesantes frescos del siglo XVI que se descubrieron hace unos años, tras retirar un retablo barroco que los ocultaba", dice Turismo Rías Baixas.