Piden dimisiones en Santiago por obviar un caso de síndrome de Noé con 78 perros hacinados
Hace dos meses que ocho voluntarias rescataron a 78 perros hacinados en un galpón de Santiago. Ahora han iniciado una recogida de firmas para exigir dimisiones en el Concello y una compensación por los 5.000 euros que costó la intervención
17 octubre, 2021 16:48Ocho voluntarias rescataron hace dos meses a 78 perros que se encontraban hacinados en un galpón de Santiago, donde una persona "con un claro caso de síndrome de Noé" había ido acumulando animales sin control durante quince años.
El coste de la intervención ascendió a más de 5.000 euros que las voluntarias tuvieron que poner de su propio bolsillo, toda vez que "la Xunta de Galicia y el Concello de Santiago no hicieron nada" ante este lugar donde la esperanza de vida para los perros era "de siete años como máximo".
"Le seguimos reclamando al Concello estos 5.000 euros, pero también exigimos la dimisión de las responsables municipales que tendrían que haber actuado: Esther Pedrosa, concelleira de Benestar Animal, y Mila Castro, concelleira de Medio Ambiente", afirma una de las voluntarias, Tere Lema, en una entrevista concedida a Quincemil.
Así, este grupo ha iniciado una recogida de firmas en Change.org para exigir responsabilidades, toda vez que los hechos constituían "una amenaza para la salud pública y el bienestar animal".
Otra de las peticiones pasaba por la intervención de los Servicios Sociales para hacer un seguimiento de la persona que había estado acumulando a los perros en su galpón para evitar que la situación se repitiese.
"Se pusieron en contacto con ella únicamente para mandar personal de limpieza, pero podría volver a pasar lo mismo: vamos por allí cada cierto tiempo y solo tiene machos, pero en cuanto vuelva a coger a una perra estaremos en las mismas", añade Lema.
Así, a pesar de que están en contacto con vecinos e hijos de esta persona, siguen entendiendo como imprescindible la intervención de los Servicios Sociales.
Ayuda
Estas ocho voluntarias lograron repartir a los 78 perros hacinados en el galpón entre protectoras de Galicia, Asturias y Cantabria, aunque por ahora está siendo muy difícil encontrarles hogares definitivos.
"Son perros con muchísimos miedos, que no están socializados y que no saben andar con correa", explica Lema, quien atribuye esta situación al hecho de que durante años estos animales vivían encerrados, sin conocer más que las cuatro paredes del galpón y sin recibir atención veterinaria de ningún tipo.
Así, hasta ahora tan solo han adoptado a un cachorro y, para dificultar aún más la situación, cuatro perros fueron devueltos por una protectora después de un incidente entre dos animales procedentes del domicilio.
"Ahora mismo están en una casa en Teo en la que les damos de comer y nos turnamos para pasearlos, pero necesitan algo más: necesitan que los atienda una persona con experiencia", prosigue.
De este modo, este grupo de voluntarias pide tanto dinero para poder sufragar el coste de mantener a estos perros y darles la atención veterinaria necesaria como la ayuda de un etólogo que pueda "hacerse cargo" de ellos.
"Pensábamos que después de haber colocado a todos los perros en protectoras podríamos descansar, pero llegó esta situación y no podíamos dejarlos sin más", concluye.