Son muchas las personas que ya aprovechan esta fecha para adelantar sus compras navideñas y, de este modo, ayudar a su cartera a afrontar los gastos que acarrean los regalos de las próximas navidades, que están apenas a un mes del “viernes negro”.

Lo que para unos son vistos como beneficios a la hora de comprar los presentes que traerán los Reyes Magos, para los propietarios del pequeño comercio o tiendas multimarca no son del todo bienvenidas estas modas.

El problema es que ya no solo dura un día, el que más o el que menos habrá recibido este último mes un mail, un mensaje de texto o una alerta llegada por cualquier otro medio, hablando de la promoción que viene de una tradición de tierras americanas y se ha implantado en nuestro país ya hace años. 

Los gigantes textiles lo tienen fácil, sus márgenes de beneficio son tan grandes que aplicar un -15% en sus prendas no les afecta, y además nos hacen caer a todos haciéndonos creer que nos llevamos una ganga. Pero al contrario, las tiendas que nos rodean en pueblos y ciudades gallegas se ven afectadas al no poder compensar en su facturación este día tan marcado y, en el caso de no actuar como sus competidores, tendrán todavía más difícil la venta de final de mes de un noviembre que, ya de por sí, es flojo en sus cajas de final del día. 

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Hablamos con Sandra de Vilagarcía de Arousa que no es muy partidaria del black friday, más que nada porque anula la venta de noviembre y lo que vende ese día es casi para pagar los gastos del final de mes.

Solo basta con ver en las redes sociales como las tiendas, desesperadas, hacen descuentos todo el mes -novedad que parece ya algo obligatorio y establecido- para afrontar los gastos que hay que seguir pagando como siempre.

Sandra, no se plantea competir con las grandes áreas porque es imposible, así que ha decidido hacer un descuento en productos seleccionados y un outlet de prendas de otras temporadas. Las últimas colecciones que le acaban de llegar no van a tener descuento porque es injusto para los clientes que se compraron medio armario hace un mes y que ni siquiera estrenaron la ropa. 

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Eva tiene una pequeña tienda en las Dunas de Corrubedo y para ella el black friday no es la solución para ayudar a comercios de los pueblos gallegos, realmente los grandes beneficiados son las grandes superficies o las multinacionales.

Cada día los pequeños comercios luchan por sobrevivir, no es fácil, pero desde luego A de Eva no se rinde y mantiene todo el año sus puertas abiertas. Ella vive en un pueblo turístico y los meses de verano son de gran ayuda, pero está agradecida a los clientes de todo el año por colaborar a mantener su negocio abierto. 

En las próximas semanas tendrá operativa la página web y espera que sea un respiro.

Hoy por hoy se aprovechan muchos más eventos a lo largo de cada estación para hacer ofertas que, de alguna manera, atraigan a los clientes finales por pequeños que sean los descuentos, pero gracias a estas promociones el comercio se mueve, captando a sus compradores con los extras de noches abiertas o, como en el caso de la imagen, una campaña en Ribadeo llamada “noche flúor”.