Fedora, Trilby, Porkpie, bombín, turbante, bucket, chistera, pamela, clôche, floppy… tipos de sombreros hay muchos y Teresa Gómez se los conoce todos.
Formada en diseño de alta costura, esta amable artesana gallega apostó por emprender en Santiago una sombrerería especializada en mujer en el que las piezas protagonistas estuviesen elaboradas a mano por ella misma con el objetivo de recuperar esa labor tradicional a la vez que la moda por estas prendas de vestir.
Mucho trabajo y un juego de palabras entre el nombre de su gato y el concepto “Couture Milinery” -que alude a la técnica empleada por expertos en la confección alta costura de la sombrerería – dio lugar a Misha Millinery, una tienda taller llena de amor por las piezas handmade que cuentan con la distinción de Artesanía de Galicia n.º 11090.
A todo el mundo le sienta bien un buen sombrero
Dulces, exóticos, bohemios, femeninos, deportivos, classy, formales… en Misha Millinery hay un sombrero para cada cabeza y confiesa Teresa que es un placer para ella ver como muchas mujeres entran por su tienda afirmando que los sombreros no le sientan bien, y al comenzar a probar sus creaciones se maravillan al ver que no estaban en lo cierto. "Claro que hay sombreros para todas las personas, lo que pasa es que una tiene que buscar los suyos", asegura.
Desde estampados clásicos, como los cuadros vichy o el tartán, a los animal print más exóticos; con grandes plumas o pequeños pompones, forrados en lana, nylon, algodón… las combinaciones no entienden de límites en cuanto a imaginación. "Aunque la sombrerería no es tan cambiante como la moda, sí que hay tendencias", explica, a lo que añade: "Por ejemplo, ahora se lleva el envejecer de forma voluntaria los materiales para darle un efecto desgastado".
Clientas nuevas atraídas por la curiosidad y otras asiduas que afirman que los diseños de Teresa siempre logran sorprenderlas. "Me llevaría la tienda entera", sentencian. Y tras ese éxito, un gran trabajo. "Aunque una vez que tienes la práctica la base se hace más o menos rápido, lo complicado es acabarlos, porque hay que pensar en una decoración que lo haga único…", apunta la diseñadora, que concreta que "una pieza te puede llevar hasta tres días".
Piezas que llegaron a Ascot
Por todos es sabido que las carreras de caballos de Ascot representan el acontecimiento social por excelencia de Reino Unido. La familia real, la alta sociedad y unos pocos invitados realmente afortunados se reúnen en esta pequeña localidad del condado de Berkshire. Pero mucho más allá de la hípica, los grandes protagonistas de Ascot son los sombreros y tocados que allí se lucen.
Fue en 2017 cuando una familiar vistió una creación de Teresa y automáticamente todas sus amigas inglesas le pidieron un encargo personalizado. "Fue a contrarreloj porque en menos de una semana tuve que hacer siete piezas", recuerda, "pero ahí estaban, mis sombreros y tocados en Ascot".
Y una vez cumplido ese maravilloso sueño, la artesana nos confiesa que sería un sueño que Kate Middleton luciese una elaboración suya. De una cosa estamos casi seguros: si la siempre impecable princesa de Gales se dejase caer por la capital gallega, seguro, se pararía ante el pequeño escaparate del número 73 de la Rúa del Villar.