Admitámoslo, uno de los grandes placeres (estéticos) de la vida es una manicura recién hecha. Si hasta hace relativamente poco tiempo ponerse en manos de un experto para ‘hacerse las uñas’ era algo que la mayoría de los mortales reservábamos para ocasiones especiales, ir al salón de manicura se ha convertido en un hábito para muchas personas hoy en día. Personalmente considero que, como todo en esta vida, lo mejor es confiar en los que saben, también cuándo se trata del cuidado de nuestras uñas, pero es verdad que, siguiendo algunos pautas y sencillos gestos de cuidado, puedes hacer que tu manicura dure mucho más y mantener tus manos bonitas y cuidadas durante las vacaciones de verano.

Zara.

"Es importante escoger una manicura que resista, mi recomendación para una manicura en verano siempre es semipermanente ya que tiene un brillo más resistente y las uñas se ven perfectas durante tres semanas. Además, al contrario de lo que a veces se piensa, llevar un semipermanente no implica dejar de cuidarlas. Podemos seguir hidratándolas por debajo del borde libre (crecimiento de la uña, la zona más blanquecina que no está adherida al lecho ungueal), que aunque no absorbe mucha cantidad de producto ayuda a mantenerlas nutridas", recomienda Ainhoa González, técnica manicurista en Jomay Beauty.

Saber cómo cuidar nuestras uñas correctamente es tan básico como llevar protector solar todos los días. Y es que las manos, al igual que los zapatos, dicen mucho de una persona. Pero a diferencia de los segundos, para tenerlas bonitas no basta con prestar atención a su higiene sino a muchos otros aspectos como la hidratación de la piel y, como ya se ha mencionado, el estado y la apariencia de las uñas. ¿Lo más importante? Que estén sanas, sin lugar a dudas. Esta es la base sin la que todo lo demás deja de funcionar. Además, todas han de tener la misma longitud –por mucho que duela, si una se rompe hay que cortar las demás a la misma altura para igualarlas–; limarlas de manera acorde a la forma de nuestros dedos y, por supuesto, un esmaltado absolutamente impecable.

Chanel.

"En verano, la humedad, el cloro y los protectores solares pueden influir bastante en el estado de nuestras uñas y en la durabilidad de los esmaltes. La clave es mantenerlas hidratadas con un aceite específico. Muchas veces cometemos el error de pensar que la misma hidratación que usamos para las manos nos vale también para las uñas y no es así, necesitan productos destinados a su cuidado específico ya que no tienen la misma consistencia que la piel ni el mismo ph. Es curioso, no se nos ocurre echarnos la misma crema de la cara en el cuerpo porque, aunque se trate de un producto hidratante igualmente no sirve para las dos zonas, sin embargo con las uñas solemos pensar ‘me aplico crema de manos y ya está listo'", advierte la experta.

Mantener nuestras uñas hidratadas y cortarlas bien, además, no solo nos garantiza tener las uñas más bonitas, sino que nos ayuda a evitar que se rompan, se agrieten o se pongan amarillas. Asegúrate de no cortarlas en exceso y dejar al descubierto la piel que está debajo de la superficie, ya que es una ventana abierta para agentes externos que pueden convertir esa zona en un foco de infección. A la hora de elegir el esmalte, Ainhoa aconseja "los tonos neutros, los pasteles, los tonos vivos o neones… Además, los rojos siempre son un clásico que no pasa de moda y un acierto seguro".

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