La noche en A Coruña fue de Patti Smith: apoteósica en Riazor

El icono del rock deslumbró anoche en la playa de Riazor ante un público que la esperaba con los brazos abiertos. Patti Smith y su banda ofrecieron una actuación magnética que hipnotizó a las 60.000 personas que llenaron la playa.

"No me quiero ir, pero debo hacerlo", dijo muy sonriente la poetisa y cantante estadounidense llegada la medianoche. Patti Smith estuvo muy cómoda sobre el escenario y conectó con el público coruñés, al que lanzó besos y pidió corear sus temas.

Una actuación poderosa y, como era de esperar, cargada de mensajes. La petición de respeto a la naturaleza pareció transformarla en una figura casi chamánica. No faltó su homenaje a Jimmy Hendrix, a los Rolling y Lou Reed.

Hubo tiempo para desmelenarse. El momento álgido comenzó cuando entonó "Because the night", que ya forma parte de lo más selecto de la historia del rock e hizo vibrar al unísono a Riazor. Una canción que escribió, según reconoció anoche, para el padre de su hijo, que la acompañaba a la guitarra sobre el escenario.

La apoteosis llegaría justo después con "Gloria", un tema que incluyó el primer disco de Patti Smith, Horses, publicado en 1975. La leyenda del rock derrochó voz, se sacó la chaqueta y puso a saltar al público sobre la arena.

El broche de oro lo puso el himno "People have the power" con el que quiso lanzar su último mensaje: "Sed fuertes, sed felices. Tenéis el poder de amar, de soñar. Nunca lo olvidéis". Riazor coreó el estribillo y la madrina del punk se despidió sonriente, dejando con ganas de más a un público hipnotizado.

Nathy Peluso, un torbellino

La argentina Nathy Peluso tampoco defraudó, dejando a más de uno con la boca abierta, sin parar de bailar y moviéndose de un lado a otro del escenario. Enfundada en un mono violeta hizo su declaración de intenciones nada más subirse al escenario: "Vinimos a gozar".

Derrochando voz y sensualidad mantuvo prácticamente el lleno en Riazor y puso a bailar al público. Pasando del hip hop al soul y del inglés al castellano ofreció sobre el escenario su carácter latino y selló una noche para la historia en A Coruña.