Ricardo Arjona hace enloquecer al Palacio de la Ópera de A Coruña

El Palacio de la Ópera de A Coruña acogió ayer la primera actuación de Ricardo Arjona en Galicia, un cantante prácticamente desconocido en España, pero con millones de fans en Latinoamérica. Arjona paró en A Coruña dentro de su gira Blanco y Negro, y en un Palacio de la Ópera abarrotado y con las entradas agotadas desde hace semanas interpretó gran parte de su repertorio, que abarca treinta años.

El guatemalteco, de 58 años de edad, reunió en el Palacio a alrededor de 2.000 personas, entre ellas buena parte de la comunidad latinoamericana de la ciudad de A Coruña y alrededores. El público mostraba banderas de todos los países hispanos, y el cantautor saludó a todas y cada una de las nacionalidades desde el escenario. Muchos de los asistentes estuvieron retransmitiendo el concierto en streaming para sus amigos y familia, tanto en redes sociales como Instagram como en grupos de Whatsapp.

A lo largo de toda la actuación el público rara vez estuvo sentado, y algunos asistentes lograron "escaparse" para acercarse al escenario y entregarle regalos a Arjona, como un jarrón con una planta, un ramo de flores o ropa interior femenina. Esto último hizo que el cantante interrumpiese la canción para comentar entre risas que esperaba que eso no le pasase en esta gira.

En las más de dos horas y veinte de duración del espectáculo, Arjona interpretó algunos de los temas principales de sus últimos discos, Blanco y Negro, pero sobre todo canciones de su extensa trayectoria, desde éxitos de principios de los 90 como Historia de Taxi o Señora de las Cuatro Décadas, hasta otros más recientes como Fuiste Tú o Acompáñame a Estar Solo. El concierto tuvo anécdotas, como una improvisada canción sobre la pandemia tocada a solas por Arjona, una ranchera interpretada por un miembro de su banda, y algún tema que prácticamente fue cantado por el entregado público, como Te conozco. Algunos asistentes se quedaron sentados algunos minutos más por si había un segundo bis sorpresa, cosa que finalmente no sucedió.