Una de las ediciones anteriores de O Son do Camiño.

Una de las ediciones anteriores de O Son do Camiño. Cedida

Música

Lleno absoluto en Santiago a días del Son do Camiño: Un 94% de alojamientos no disponibles

Actualmente hay dos opciones de alojamiento: Quedarse en grandes hoteles con habitaciones de calidad a precios elevados o en moteles, casas rurales o apartamentos en las afueras de la ciudad (cerca del aeropuerto, Bertamiráns, Os Tilos, Teo…) o incluso hasta a 25 kilómetros de distancia

4 junio, 2022 06:00

Encontrar un techo para dormir en Santiago entre los próximos 16 y 19 de junio se ha convertido en toda una misión imposible debido a la vuelta por la puerta grande del festival O Son do Camiño con su tercera edición tras dos años de crisis sanitaria. Plataformas de reserva de alojamientos como Booking a día de hoy muestran mensajes como: "El 94% de los alojamientos para esas fechas no están disponibles" o "Ya no quedan alojamientos en Santiago de Compostela en nuestra página", algo que se traduce en la vuelta a niveles de ocupación turística prepandemia.

Desde la Asociación de Hostelería de Santiago, trasladan que la oacupación actual de la ciudad para las fechas del festival es del 82,76%, algo que teniendo en cuenta que son una asociación de hostelería comarcal, "quiere decir que Santiago está prácticamente en lleno absoluto". Unos porcentajes que apuntan que son "iguales" a los de los dos primeros años que se llevó a cabo esta cita musical (2018 y 2019).

Según la Unión Hotelera Compostela acerca de los precios de los alojamientos, que muchos asistentes denuncian que son desorbitados para determinados alojamientos, concretan que "los incrementos de precios en general en la ciudad son razonables" e indican que las subidas son de un 20 o 25% respecto a la tarifa media de temporada alta en estas fechas de festival.

A día de hoy, los rezagados que no hayan reservado un hotel, apartamento o habitación con antelación o que hayan comprado abonos de última hora para asistir a esta gran cita musical, tienen dos opciones: alojarse en grandes hoteles con habitaciones de calidad a precios elevados o en moteles, casas rurales o apartamentos en las afueras de la ciudad principalmente (cerca del aeropuerto, Bertamiráns, Os Tilos, Teo…) o incluso hasta a 25 kilómetros de distancia.

"La gente reservó en cuanto salieron las fechas"

El presidente de la Asociación de Hostelería de Santiago, Thor Rodríguez, comenta que la semana pasada se actualizó la encuesta de ocupación hotelera de cara al Son do Camiño y la ocupación actual es del 82,76%. En cuanto a tipos de alojamiento y precios, explica que en Santiago para esas fechas hay quien se aloja en un albergue desde 30 0 40 euros hasta otros que dormirán en hoteles por 300 euros la noche.

"Evidentemente lo que queda ahora mismo son las habitaciones de hoteles de grandes cadenas con habitaciones más costosas que siempre son las últimas en llenarse", expone, sobre lo que añade que "Santiago va a estar completo" como ya ha sucedido en anteriores ediciones del festival. Sobre los visitantes, desde la asociación detallan que serán fundamentalmente de Galicia, aunque recuerda que "hay muchas reservas de extranjeros porque también ha vuelto el turismo internacional".

Sobre las subidas de precios muy elevadas en los alojamientos respecto a las cifras habituales, argumenta que pueden producirse sobre todo en apartamentos turísticos, sobre los que critica que "muchos de ellos no son turísticos ni están regulados", lo que puede dar lugar a estafas o encontrarse con espacios no aptos para pasar la estancia. "Hay propietarios que se aprovechan de la escasez de alojamiento en estas fechas para hacer su agosto", critica, mientras aclara que las cadenas de hoteles, hostales y albergues regulados mantuvieron sus precios habituales con mínimas variaciones".

"La gente reservó bastante temprano porque hace dos meses estábamos en un 70% de ocupación y cuando se confirmaron las fechas del festival la gente empezó a hacer reservas", afirma. Según Rodríguez, el Son do Camiño "se comporta de manera peculiar", algo que justifica detallando que "un gran porcentaje de asistentes acude a restaurantes y locales, pero otra gran parte de la gente se va a comer a las instalaciones del festival". Todo ello es equivalente a "irregularidad en cuanto al nivel de dinero que dejan en la ciudad estos visitantes", aunque se muestra encantado con actividades musicales de este tipo "porque dejan ganancias, trabajo y un nombre como ciudad".

Asimismo, de cara a O Son do Camiño 2023, desde la Asociación de Hostelería de Santiago se contempla ofrecer a los asistentes ofertas de precios especiales por acudir a esta cita musical "para que la gente baje del Monte do Gozo a la ciudad, coma y disfrute de nuestras calles", avanza.

"Cada vez más gente joven hace turismo de festivales"

José Antonio Liñares de la Unión Hotelera Compostela, es consciente de que Santiago estará lleno en las fechas del Son do Camiño (16 al 19 de junio) pero apunta que en plena época postpandemia, "un fin de semana normal la ciudad ya tendría una ocupación de entre el 80 y 85%", algo que achaca a la recuperación del turismo internacional, el año Xacobeo y la celebración de eventos públicos y privados aplazados desde 2020.

Sobre la subida desorbitada de tarifas de algunos alojamientos para la noches del Son do Camiño, opina que "algunas no son reales". Como ejemplo de ello, apunta a que en plataformas como Booking dormir en la ciudad dos o tres noches puede suponer 300 euros cada una, lo que describe como "un precio disuasorio para que el cliente no compre a través de ese canal". Otros casos que pone de relevancia son las habitaciones que se ofertan a 1000 euros y sobre esto expone que "no se pretende vender aunque te la pueden comprar". "A veces esto se debe a que tienes el compromiso de tener disponibilidad abierta en este canal o quieres tener visibilidad y no que te la compren, sino que te contacten y venderla por un canal directo", aclara.

Otras opciones (ahora agotadas) son hoteles de tres estrellas en el centro histórico que rondan los 120 euros por noche o 150 "dependiendo del canal de venta, las comisiones y aspectos como la opción de cancelación gratuita". Desde hace mes y medio, asegura que la demanda de alojamientos en Compostela ya era del 100% y asegura que los hosteleros "siempre suelan dejar alguna habitación libre para clientes habituales o porque se prefiere que sea reservada a última hora". Sobre anteriores ediciones, concretamente la de 2019 con Rosalía en el cartel, recuerda que llegó a Galicia gran cantidad de gente de Irlanda o Italia y relacionado con este fenómeno subraya el cada vez más numeroso "turismo de festivales".

"Esto antes no se hacía, ibas a ver a un artista porque te gustaba mucho pero no te ibas de festival, algo que ahora sí ocurre y es muy atractivo", reconoce. Sobre voces que apuntan a la incomodidad que supone para una ciudad de tamaño reducido como Santiago que se junten con los vecinos habituales los 25.000 asistentes que se esperan en cada jornada de O Son do Camiño, opina que "en el equilibrio está la virtud".

"El turismo es una industria que genera mucho movimiento y tiene su parte negativa. Al margen de que es contaminante, el viajero interviene en el lugar al que se dirige y toma servicios de la zona, lo que provoca que alguna gente se sienta hasta molesta por exceso de turismo en un destino determinado", dice.

El turismo, una industria "de valor añadido"

Una de las metas que persigue es "hacer que el turismo sea una industria de más valor añadido" porque considera que "ahora mismo no lo es". "Las cosas están cambiando porque tendemos hacia Europa y la idiosincrasia española es muy atractiva para el turismo por precios y horarios", cuenta. Sobre el turismo de Compostela en concreto argumenta que "hay de todo": desde peregrinos que se alojan en los mejores hoteles con taxis para trasladarles al punto de partida y que comen en Estrellas Michelín" hasta grupos de excursionistas que "solo están llenando las calles más céntricas y generan poco valor añadido porque se quedan en alojamientos a las afueras de la ciudad".

Estas situaciones de colapso o multitudes en zonas muy céntricas, subraya que también las sufrió la turística ciudad italiana de Florencia en los 90, aunque deja claro que "de momento la ciudad no está colapsada de turismo, solo en momentos puntuales". A pesar de estos momentos aislados, opina que el turismo tanto de festivales, como de peregrinos y en general es positivo: "Mucha gente en Santiago vive gracias a los visitantes que tenemos y el atractivo de la ciudad", concluye con orgullo.