El Colexio de Podólogos de Galicia aconseja la crema solar en los pies para evitar quemaduras

El Colexio de Podólogos de Galicia aconseja la crema solar en los pies para evitar quemaduras Colexio de Podólogos

Salud

El Colexio de Podólogos de Galicia aconseja la crema solar en los pies para evitar quemaduras

Otros problemas que afectan a la población general son la aparición de verrugas plantares, pie de atleta (hongos en la piel) y onicomicosis (hongos en las uñas), que aparecen por contagio debido al contacto con superficies contaminadas y se transmiten con mayor facilidad gracias a la humedad

26 julio, 2022 12:39

El verano supone un aumento de la actividad física que implica un sobreuso de pies y piernas, normalmente con un calzado inadecuado, como las chanclas olas sandalias que no sujetan bien los pies. El Colexio Oficial de Podólogos de Galicia (COPOGA) señala que, en estos casos, se pueden generar una serie de patologías, como la fascitis plantar, una inflamación del tejido de la planta del pie, normalmente, debido a una sobrecarga.

Asegura que la aparición de este tipo de problemas también se ve incrementado por dejar de lado el tratamiento con plantillas o a un cambio demasiado brusco de unos zapatos cerrados, propios del invierno, a otros abiertos de verano. El Colexio añade que tantos unos como otros pueden generar heridas o ampollas, ya sea por desprotección o porque aprietan demasiado, lo que también ocurre al caminar sobre superficies inestables como las rocas de la playa.

Otros problemas que afectan a la población general son la aparición de verrugas plantares, pie de atleta (hongos en la piel) y onicomicosis (hongos en las uñas), que aparecen por contagio debido al contacto con superficies contaminadas y se transmiten con mayor facilidad gracias a la humedad, ya sea en vestuarios, piscinas o por no secar los pies correctamente. También es importante prevenir las quemaduras, ya que habitualmente la crema solar no se suele aplicar en esta zona.

Por otro lado, el COPOGA señala que esta época es propensa para la aparición de helomas interdigitales o callosidades entre los dedos. Las variaciones de temperatura, calzado más propio del invierno o la presencia de humedad, por contacto con el agua o la sudoración, con algunos de los factores de riesgo. También pueden aparecer en la planta del pie, sobre todo debido a una mala mecánica de la pisada, que no reparte el peso equitativamente entre ambos pies. Algunos factores que lo agravan son el abandono del tratamiento de plantillas, el calzado de suela fina y el aumento de la actividad. Los profesionales recomiendan visitar al podólogo ya que, aunque desaparezcan a medida que avanza el verano, estos pueden volver una vez se recupere el uso del calzado cerrado.

Otras lesiones habituales de esta época son las grietas y durezas en los pies. Desde el Colexio recomiendan una buena hidratación: beber un litro y medio de agua y utilizar crema hidratante, aunque no es suficiente con una loción cotidiana como la que se usa para la cara, ya que la piel del talón es 30 veces más gruesa. Para esto, indica que es necesario una crema más potente para esta zona, que normalmente llevan un 20% de urea, entre otros componentes. Con todo, si el problema persiste, aconseja acudir a un profesional para valorar la situación de forma individualizada.

Para las personas con pie de riesgo, como diabéticos o con mala circulación, el COPOGA destaca que un solo roce puede suponer problemas que deriven en la amputación del pie, por lo que es importante que no caminen descalzas, utilicen siempre calcetines y en la playa escarpines. La clave es el uso de calzado cerrado, transpirable, con tela elástica y blanda para evitar roces.

Lacas sin producto tóxicos y descanso

El verano viene acompañado del uso de calzado abierto, que deja expuestas las uñas y permite lucir esmaltes estéticos que embellecen el pie. Pero desde el Colexio de Podólogos de Galicia recuerdan la importancia de no abusar de estos productos y sus consecuencias nocivas para la salud de la uña. Estas son un anexo cutáneo sensible y bastante frágil que, sin una correcta higiene y cuidado, o incluso por pedicuras muy agresivas, pueden sufrir infecciones, roturas, exfoliación o separación del lecho ungueal.

Según el presidente del COPOGA, Juan Dios, "los esmaltes o lacas cosméticas dañan la lámina ungueal y hacen que la uña se haga más fina, pierda brillo y se rompa con facilidad”. Si, por ejemplo, se observa que la uña pierde su color habitual, que debe ser próximo al que se tiene en los dedos de las manos, puede ser porque el esmalte ha estado demasiado tiempo aplicado y puede indicar algún tipo de infección.

Algunas de las recomendaciones para evitar esto son utilizar esmaltes especializados o lacas sin productos tóxicos y cremas hidratantes. Además, hay que asegurarse de que al quitar el esmalte se elimine por completo, ya que dejar trazos encima puede llevar a la aparición de hongos. Una vez despintada, se aconseja dejar descansar la uña un tiempo, ya que favorece la ventilación y la correcta hidratación.