Un enfermo de cáncer espera 61 horas en Urgencias de Santiago y el CHUS elude responsabilidad

La Asociación de Pacientes y Usuarios del CHUS de Santiago ha compartido por sus redes sociales la respuesta a una reclamación que interpusieron por un paciente de cáncer, que pasó 61 horas en Urgencias esperando por una cama. El servicio de Urgencias del hospital se desentiende de esta queja y alega que "cando se producen moitos ingresos para unha mesma especialidade e no mesmo día, os derradeiros permanecen en urxencias máis tempo".

Desde la asociación denuncian no solo el retraso en la respuesta del hospital, cinco meses después de poner la reclamación, sino también la imprecisión en alguno de los datos aportados. "Non se identifica o responsable da resposta nin o cargo que ocupa", denuncia el colectivo. "O noso servizo público de saúde segue movéndose nun limbo fóra do estado de dereito".

En un comunicado difundido por redes sociales, la entidad señala que, de acuerdo con los estándares del Ministerio de Sanidad, los pacientes no deberían permanecer más de 28 horas en el servicio de Urgencias. "Non é correcto contestar que non poden desde o servizo influír nos tempos de espera dos pacientes no servizo. É a súa obriga deontolóxica esixir e denunciar a insuficiencia asistencial que comporta tempos de espera en urxencias por encima do recomendado".

En la respuesta a la reclamación, el servicio de Urgencias indica que "ocupámonos que, durante o tempo de espera, o tratamento que recibe o paciente sexa o mesmo que se estivera xa en planta". Esto también lo rechaza la asociación, que denuncian que "as urxencias non poden, nin deben, substituír a cama hospitalaria".

Por último, la entidad defensora de los pacientes del complejo hospitalario critica que en las fechas en las que se produjo el incidente, entre el 15 y 17 de febrero, no había falta de camas, algo que se ve reflejado en los datos proporcionados por el propio Sergas. "Indígnanos que se siga sen admitir por parte dos responsables do servizo que se está facendo un uso indebido dos servizos de urxencias e que se banalicen as consecuencias sobre a calidade asistencial de manter a pacientes en condicións inadecuadas".