Año nuevo, vida nueva. Estas cuatro palabras suelen repetirse mucho en enero, un mes en el que solemos fijarnos nuevos propósitos para el nuevo año. Perder peso es una de los objetivos que una gran mayoría de la población suele establecerse al principio de cada año. Sin embargo, son muy pocos los que finalmente logran llevarlo a cabo.

Perder peso no es una tarea sencilla, sobre todo entre aquellas personas que sufren algunas patologías concretas. Hay quien opta por recurrir a las conocidas como "dietas milagro" para perder esos kilos de más ganados en las navidades, pero esa no es la solución. Tampoco lo es plantearse ponerse a dieta cada principio de año, porque al final es un propósito que no se acaba cumpliendo. Entonces… ¿qué es lo más aconsejable? Ángeles Novo, nutricionista con consulta en Quirónsalud A Coruña y Lugo, nos da las claves para cumplir el propósito de perder de peso.

"El primer consejo que daría sería no proponernos hacer dieta. Es un propósito que se repite todos los años y cuando algo se repite es porque antes no funcionó. Si queremos que el resultado sea diferente, nos tenemos que proponer que el método sea diferente. Hacer dieta, más que aportarnos cosas buenas, nos va a quitar. Cumado tenemos la sensación de prohibición algo, aumentamos la ansiedad por comer. Tenemos que proponernos cambiar nuestros hábitos de alimentación", indica Novo, que subraya que lo más importante es la constancia: "lo que más se repite es lo que va a tener un mayor impacto".

¿Cuáles son los principales errores que cometemos a la hora de alimentarnos? Esta nutricionista lo tiene claro: "La gente come muy poca fruta y verdura". "Tenemos un miedo inexplicable a la fruta, en concreto a algunas de ellas", comenta. Y esto llama la atención teniendo en cuenta que nuestra alimentación debe basarse en estos dos tipos de alimentos. "Como mínimo tendríamos que comer tres raciones de fruta al día", apunta esta experta, quien puntualiza que una ración no equivale a una pieza de fruta, sino a 200 gramos. Es decir, una pieza de fruta es una ración; y en el caso de frutas pequeñas, como fresas o cerezas, una ración se corresponde con aquellas piezas que nos entran en las dos manos.

El no consumir suficiente verdura es otro de los errores más habituales en nuestra alimentación. "La verdura no puede ser el acompañamiento, sino que debe ser la base del plato. Como mínimo la mitad del plato tiene que ser verdura; y de ahí para arriba, no hay una cantidad máxima", asegura. Y aquí es donde entra en juego otro factor, las cantidades. "A veces confundimos el comer poco con comer bien, y no tiene nada que ver: podemos adelgazar comiendo más o engordar comiendo menos", afirma.

Por otro lado, hay que evitar abusar de los fiambres y embutidos. "La pechuga de pavo o el jamón cocido no deberían formar parte de una alimentación habitual; y en la mayoría de los casos, las cenas o las meriendas se basan en fiambres", advierte esta nutricionista, quien aconseja huir de las ‘dietas milagro’ porque pueden ocasionar daños irreversibles en nuestro metabolismo: "Hay muchas personas que después se quedan para siempre con un metabolismo lento, y con las dificultades que eso conlleva a la hora de perder peso".

La báscula no siempre lleva razón. Ángeles Novo aconseja dejar a un lado el número que marque la báscula, y poner el foco en la pérdida de volumen. El peso no es el mejor parámetro para saber si el proceso de adelgazamiento evoluciona correctamente, apunta esta especialista en nutrición, quien pone el foco en comprobar si acciones diarias como subir las escaleras, atarse los zapatos o subir una cuesta, suponen un menor esfuerzo para la persona. Si es así, el camino es el correcto.

¿Capricho o exceso? Chocolates, galletas, bollería… Quien más, quien menos, toma este tipo de productos. Pero, ¿hasta qué punto puede resultar perjudicial para nuestra salud tomar estos productos? La respuesta, depende de la frecuencia de consumo. "Sí tú en tu día a día desayunas bien y un día te apetece desayunar un croissant, tómalo y disfruta de él", apunta. Ahora, si la frecuencia ya es mayor, cambia el asunto: "Desayunar tres días a la semana galletas ya sería mucho".

Dieta y ejercicio físico, inseparables

Y no basta con comer bien. El ejercicio también es clave. "Ejercicio y alimentación deberían ser un binomio. Sin actividad física no llegamos a tener salud" afirma Novo, quien, lejos de plantearse el ejercicio como algo esporádico y centrado únicamente en perder peso, aconseja que la actividad física se convierta en un habito, en nuestro estilo de vida. "Si solo vamos al gimnasio para perder unos kilos y cuando ya los hemos perdido dejamos de hacer ejercicio, ¿qué va a pasar después? No hemos ganado nada", advierte.

Más allá de la fruta y verdura, ¿cuáles son esos alimentos que no deben faltar en cualquier dieta saludable? Por un lado, las legumbres: "Deberían estar presentes en nuestra alimentación como mínimo tres veces a la semana, acompañadas siempre de verduras. La legumbre es proteína vegetal, por lo que no es necesario mezclarla con proteína animal". Introducir más pescado, sobre todo azul; y disminuir el consumo de carne, sobre todo procesada. Ángeles Novo aconseja incluir más cereales integrales ( arroz integral, pasta integral…). Y por último, acaba con el mito de que hay que eliminar el consumo de los hidratos de carbono. "No es necesario eliminarlos, solamente hay que comer menos y más verduras", asegura.