Llega el verano y con él algunos peligros de los que nos tenemos que proteger. Además de la fotoprotección, otro factor importante son las gafas de sol, ya que nuestra salud visual podría verse comprometida. En este aspecto, el Colexio Oficial de Ópticos Optometristas de Galicia ha dado una serie de consejos para disfrutar de las vacaciones sin mayores complicaciones.

El primer paso es elegir unas buenas gafas de sol. Los especialistas desaconsejan completamente su compra en bazares, top manta, promociones de internet o en promociones de revistas. Si queremos proteger nuestra vista, tenemos que usar gafas de sol homologadas. En concreto, recomiendan las polarizadas, que bloquean la luz reflejada, permiten una visión sin reflejos y colores y contrastes naturales. Además, ofrecen una total protección frente a los rayos ultravioletas y reducen la fatiga visual.

"Las lentes de sol polarizadas son especialmente interesantes para cierto tipo de actividades al aire libre como conducir, pescar o los deportes acuáticos", señala sobre ellas la presidenta del Colexio, Esther Amaro.

La importancia de un buen filtro solar

Los especialistas también señalan que es preciso escoger bien el filtro solar ideal según la actividad o deporte que se va a realizar al aire libre. Los colores de filtros de protección solar más utilizados son el marrón, el verde y el gris. Todos ellos deben aumentar el contraste y permitir la percepción de los colores sin alteraciones.

Dependiendo del problema visual de las personas existen diferentes tipos: filtro marrón para personas miopes; filtro verde para personas con hipermetropía; filtros naranjas o amarillos para condiciones de baja luminosidad, como niebla o días muy nublados, o en conducción de noche ya que favorecen los niveles de contraste, por lo que no son válidos para utilizar en días soleados; también existen filtros rosas y azules, pero se debe tener mucho cuidado con ellos porque modifican la percepción de los colores y son peligrosos para la conducción; las lentes fotocromáticas que se adaptan a la intensidad lumínica y de radiación UV, oscureciéndose y aclarándose según las necesidades; los filtros polarizados que filtran el exceso de luminancia, eliminan reflejos horizontales del agua, asfalto o superficies brillantes evitando deslumbramientos; y los filtros espejados recomendados para practicar deportes náuticos y en ambientes deslumbrantes.

Uso de gafas de sol en días nublados

Nuestro pensamiento es que las gafas solo deben de ser usadas en días de sol, pero los ópticos recuerdan que debemos utilizarlas también en los días nublados. "Las nubes reflejan de manera más difusa los rayos solares, por lo que es necesario conocer el índice de radiación UV del día y protegerse según sus indicaciones", señaló Amaro.

En verano llega el gran debate de playa o montaña y los especialistas dan una solución para ambas zonas. En playa o piscina aconsejan usar gafas protectoras o de buceo totalmente cerradas para evitar que posibles bacterias que puedan existir en el agua entren en contacto directo con los ojos. Por su parte, en la montaña recuerdan que la radiación ultravioleta aumenta en un 10-12% por cada 1.000 metros de subida, por lo que conveniente extremar la precaución con una gafa solar de máximo filtrado.

Otra cosa que debemos tener en cuenta es la protección al desplazarnos en moto, bicicleta o coche descapotable en verano, ya que es muy probable que entren en el ojo pequeñas partículas o cuerpos extraños que, a corto-medio plazo, deriven en molestias o irritación. Por ello, es fundamental utilizar gafas de sol que protejan la zona por completo o, en el caso de las motos, cascos con pantallas, que puedan repeler las motas de polvo, piedrecitas, o cualquier otro elemento que pueda ser transportado por el viento directo al ojo.

Otro enemigo del verano para los ojos es aire acondicionado, presente en la mayoría de las oficinas y establecimientos en estos meses. Los especialistas recomiendan usar gotas humectantes o lágrimas artificiales para evitar la sequedad en los ojos e hidratarlos de una manera más eficaz.

Protección adolescentes

Dentro de los peligros para nuestra salud visual hay sector que sufren un mayor riesgo. Los niños, adolescentes, personas mayores, mujeres embarazadas y personas que están en tratamiento con fármacos o hayan sido intervenidos de cataratas o alguna cirugía refractiva, tendrán que extremar las precauciones.

"La pupila permanece más dilatada y la pigmentación del ojo no está completada por lo que la radiación UV solar es mucho más dañina", señala Esther Amaro sobre los peligros para los más pequeños. "Antes de utilizar unas gafas de sol de baja calidad, es mejor no utilizar ninguna protección ocular. Con unas gafas que no protejan adecuadamente de los rayos nocivos la pupila se dilata en mayor medida y hace que traspase al ojo mucha más radiación UV".

En concreto, los ópticos optometristas explican que las gafas de sol infantiles deben estar realizadas preferentemente en materiales blandos, estables y sin aristas, con el objetivo de prevenir accidentes. Además, si los niños usan gafas graduadas, las gafas de sol también deben serlo, para que no pierdan capacidad visual.

También recomiendan evitar la exposición solar continua en las horas centrales del día, donde se produce una mayor incidencia de los rayos nocivos del sol, entre las 13:00 y las 16:00 horas de la tarde. Las gorras, viseras y sombrillas también son grandes aliados, pero permiten filtrar generalmente solo alrededor de un 30%-35% de radiación solar, por lo que hay que usarlas en combinación con las gafas de sol.