Las alergias van más allá de aquellas más comunes, principalmente ácaros y al polen en el período actual. Los alergólogos han detectado en Galicia casos de personas que, tras ser picadas por una garrapata, sufren una reacción alérgica al comer carne y otras que tienen alergia al frío, al sudor o a algún elemento con el que trabajan de forma habitual.
"Nadie nace siendo alérgico", asegura la alergóloga del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC), Alicia Cosgaya, con la que hablamos con motivo de la celebración de la Semana Mundial de la Alergia. Una reacción alérgica, o una alergia, aparece cuando una persona que ya había estado en contacto con un desencadenante y se había sensibilizado vuelve a tener ese contacto.
"La primera vez que se come algo o que toma un medicamente, el cuerpo no lo reconoce como extraño porque no tiene anticuerpos para ello, con lo cual no se puede producir la reacción alérgica", explica Cosgaya. Así, estas reacciones se producen una vez el individuo tiene anticuerpos contra el alérgeno.
Las más comunes: al polen y a los ácaros
Las alergias más comunes son a estímulos ambientales como el polen, dentro de los que destacan las parietarias y las gramíneas, o los ácaros, sobre todo en primavera. Las alergias a medicamentos o alimentos también son frecuentes y hay personas que la tienen a estímulos físicos, al frío, al sudor, a la presión o a la vibración, entre otras.
"En Galicia lo que más hay es alergia a los ácaros porque los ácaros necesitan humedad para vivir, por lo que en zonas de interior son menos frecuentes", concreta la alergóloga del CHUAC. El polen, aunque no afecta tanto como en zonas del centro peninsular, también es otro alérgeno común y cada vez hay más casos, así como de reacciones de urticarias y angiodemas.
Alergia al frío, al sudor o a la carne
"Vemos pacientes con urticaria a frigore o por frío que son alérgicos al frío. Son pacientes que cuando entran en contacto con el agua fría en la playa, en la piscina o en la ducha, dependiendo del grado que tengan de alergia, hacen urticarias. Y algunos hacen anafilaxias con crecida asmática que pueden comprometer su vida", explica la doctora, que concreta que también podría afectarles el agua fría.
Otras personas tienen urticaria por el sudor tanto cuando están en reposo como cuando hacen ejercicio, y también hay casos en los que la produce una presión en zonas de apoyo, generando lesiones cutáneas. "Hay pruebas específicas para el diagnóstico", indica Cosgaya respecto a las posibilidades de conocer el origen de estas reacciones.
"Hay una alergia que la gente no conoce que es muy curiosa que se llama alfa-gal. Tienes que haber sido picado previamente por una garrapata y la reacción alérgica se desencadena cuando comes carne. Unas horas después de haber comido la carne, si eres alérgico al alfa-gal, tienes una reacción que puede ser más o menos grave", explica la alergóloga del CHUAC.
Una alergia que puede llevar a la incapacitación en el trabajo
Las asmas ocupacionales afectan a aquellas personas que desarrollan alergia a algo con lo que trabajan de forma habitual y hay diagnósticos específicos que la detectan. "La más frecuente, la que se empezó a ver primero, era la alergia por harinas a los panaderos. También las peluqueras con los tintes, las esteticistas con los acrilatos de las uñas…", enumera Cosgaya.
Estas alergias conllevan una incapacitación para el puesto de trabajo, ya que se puede comprometer la vida del paciente. Muchas veces la persona que la padece tiene dificultades para identificar el origen de la alergia y no siempre piensa que sus problemas puedan deberse a algo con lo que está en contacto a diario, de ahí la importancia de que acuda al médico para poder realizar los estudios pertinentes.
"Otra alergia que es muy frecuente en Galicia pero en otros sitios no tanto es a los himenópteros: abejas, avistas y sobre todo, la velutina. Ahora en verano aumentan los casos", explica Cosgaya, que indica que hay cada vez más pacientes que se han sensibilizado a los himenópteros: "Son reacciones que son potencialmente graves si no se pone tratamiento rápido".
Los pacientes que tienen mastocitosis, por otro lado, tienen afilaxias sin tener una alergia a un desencadenante. "Se les hace todo tipo de estudios y no se encuentran. Pero hay otro tipo de pruebas para diagnosticar la mastocitosis, que es una activación de los mastocitos de la sangre sin que nadie los estimule. Es una patología rara, muy complicada", indica Alicia Cosgaya.
Lo mejor: acudir al médico para hacer un estudio y recibir tratamiento
Las personas descubren a qué tienen alergia una vez sufren al primera reacción, ya que es inviable realizar pruebas de alergia a cualquier cosa a toda la población. "Se sabe que es alérgico en el momento en el que ha tenido la reacción, que puede ser una urticaria, una crisis asmática… Hasta ahí, nadie lo sabe, y es entonces cuando hay que hacer un estudio y poner un tratamiento con vacunas específicas", explica la alergóloga.
Es, por tanto, fundamental acudir al médico para conocer a qué se deben las reacciones. "Hay que acudir al médico de cabecera para que derive al alergólogo, porque hay reacciones alérgicas que si la gente no las identifica pueden comprometer su vida. Una anafilaxia puede ser muy grave", indica la doctora del CHUAC.
Algunas alergias más leves pueden ser llevadas por el médico de Atención Primaria, pero si es grave debe ser vista por el especialista y realizar las revisiones. El "medicamento estrella" en las alergias son los antihistamínicos, pero también se usan corticoides para pacientes asmáticos o inhaladores para el asma, así como las vacunas específicas para cualquier tipo de polen o ácaros, los epitelios de los perros y gatos, los himenópteros…
Cada vez hay más alergias y más diferentes
"Cada vez vemos más alergias y más diferentes. Siempre preguntamos por los antecedentes familiares porque tiene mucho componente genético el que tus padres hayan tenido algún tipo de alergia, sobre todo a nivel respiratorio. Los niños que empiezan desde pequeños a debutar con algún tipo de alergia tienen más predisposición a ir asociando otras", explica Cosgaya.
Así, hay muchos niños con asma, conjuntivitis o rinitis que empiezan a asociar alergias a alimentos, por ejemplo. Estos son pacientes complejos que deben ser revisados en el conjunto de toda la patología, según indica la alergóloga del CHUAC, que añade que el ritmo de vida y el cambio climático también influyen en el aumento de alergias.