Hipotiroidismo e hipertiroidismo, ¿cuáles son sus síntomas? Las claves de una doctora gallega

Hipotiroidismo e hipertiroidismo, ¿cuáles son sus síntomas? Las claves de una doctora gallega Shutterstock

Salud

Hipotiroidismo e hipertiroidismo, ¿cuáles son sus síntomas? Las claves de una doctora gallega

La tiroides es una glándula pequeña pero vital para el funcionamiento de todo el metabolismo, por eso es importante diagnosticar pronto su patología

26 junio, 2023 05:00

La tiroides es un glándula "pequeña" pero muy importante, que regula hormonas que son vitales para el metabolismo. La doctora Teresa Chouciño, internista del Hospital Ribera Juan Cardona de Ferrol, señala que la disfunción de la tiroides puede provocar síntomas que en ocasiones se asocian con otras patologías, por lo que es importante cuidarla y solicitar pruebas que descarten un mal funcionamiento de la misma, prestando especial atención en la infancia, durante el embarazo, en mujeres perimenopáusicas y menopáusicas, así como en la vejez.

Las enfermedades tiroideas afectan aproximadamente al 10% de la población, según recoge la Asociación Española contra el cáncer de tiroides. Sin embargo, "la población general muestra un escaso conocimiento sobre el papel de la glándula tiroidea en la salud", alertan. De hecho, la doctora del Hospital ferrolano asegura que la tiroides "es la glándula fuelle del organismo" y "ocupa un papel central en todo el metabolismo y en toda la fisiopatología".

La tiroides está situada en la base del cuello, debajo de la nuez de Adán y delante de la tráquea "cuya función principal es controlar el metabolismo basal del organismo y participa de todos los procesos metabólicos", detalla Chouciño.

En concreto, en la web de la Asociación especifica que esta glándula "sintetiza, almacena y libera las hormonas tiroideas, que resultan vitales para el desarrollo del sistema nervioso, regulan el metabolismo y son necesarias para controlar las funciones de todos los órganos del cuerpo. Entre muchas de las funciones que tiene esta glándula está controlar las funciones cardiacas, muscular, ósea y hepática".

Glándula tiroides (Shutterstock)

Glándula tiroides (Shutterstock)

Por todo ello, es importante diagnosticar su patología "porque puede estar implicada en ciertas enfermedades como factor causal", apunta la doctora, que recomienda solicitar en las analíticas generales los niveles de TSH (hormona estimulante de la tiroides), para descartar disfunciones.

"El TSH es el marcador se utiliza para saber habitualmente si el tiroides está funcionando correctamente. Tiene que estar entre cero y cinco, pero hay que tener en cuenta la edad del paciente porque no es lo mismo una TSH de tres en una paciente de 20 que en una de 50", matiza.

Esos niveles de TSH son los que determinarán si la tiroides está funcionando correctamente y permitirán diagnosticar una baja actividad de esta glándula (hipotiroidismo), o un exceso de actividad (hipertiroidisimo).

Hipotiroidismo e hipertiroidismo

El hipotiroidismo se produce cuando existe una baja actividad de la glándula tiroides, es decir, ésta produce menos cantidad de hormonas tiroideas de las que el cuerpo necesita. Habitualmente se asocia con una "mayor fatigabilidad, cansancio o apatía", así con una mayor "tendencia a engordar, coloración amarillenta de la piel y sensación de frío".

Además, en mujeres "se suele asociar a la caída de la cola de la ceja y del pelo, que también suele ser más quebradizo y frágil". En general, el hipotirodisimo produce un "relantecimiento general de las funciones metabólicas y cerebrales", detalla la doctora.

Chouciño apunta que hay muchos tipos de hipotiroidismo, como el funcional o las tiroiditis, que pueden ser de carácter autoinmune, como la de Hashimoto. En cualquier caso, el examen médico tratará de identificar de cuál se trata para optar por el mejor tratamiento.

Por otro lado, en el extremo opuesto se situaría el hipertiroidismo, cuando la glándula tiroides produce hormonas tiroideas en exceso, lo que "acelera el metabolismo", con "tendencia a tener palpitaciones", por ejemplo.

"Puede parecer una hipertensión arterial que no estaba diagnosticada", así como "sensación de tener mucho calor, irritabilidad o hiperfagia, es decir, tener hambre continuamente", detalla.

La doctora subraya que es recomendable llevar un control sobre el buen funcionamiento de esta glándula para descartar que pueda ser el origen de la sintomatología de los pacientes. Además apunta que, aunque debe cuidarse durante toda la vida, hay que prestar especial atención en algunos momentos: como en la infancia, durante el embarazo, en mujeres perimenopáusicas y menopáusicas, así como en la vejez.

Momentos vitales clave

Así, la doctora señala que es muy importante tener en cuenta un buen funcionamiento "desde la infancia, incluso en estadios eh prenatales, porque condiciona el desarrollo cerebral". Es por ello que ahora se indica en las embarazadas el tratamiento suplementario con con yodo "para garantizar que la tiroides funcione bien y porque habitualmente el embarazo se asocia con una hipofunción relativa de la tiroides", explica.

En este sentido, alerta de que "se están viendo carencias no diagnosticadas debido al tipo de dieta procesada que estamos consumiendo".

"Las harinas habitualmente tenían ciertas cantidades de yodo, pero ahora las harinas procesadas las tratan con otro tipo de minerales e iones que hacen que el yodo no esté en las cantidades requeridas. Con lo cual puede haber ciertos grados de déficit en la infancia y también en la pubertad y adolescencia", relata.

Asimismo, recoge que es importante pedir la TSH en pacientes que superan los 50 años, sobre todo en la población femenina, porque "la caída de estrógenos y progesterona en la población femenina con el climaterio predispone a una función baja de la tiroides, a un hipotiroidismo".

"Es muy relevante que siempre en una paciente que esté perimenopáusica o menopáusica se solicite la TSH para hacer un buen seguimiento y que solamente se inicie el tratamiento habitual cuando la TSH supera diez o que la paciente realmente relata síntomas que puedan ser compatibles con hipotiroidismo", destaca.

Por último señala la importancia del seguimiento en población anciana, ya que en estas edades los síntomas pueden pasar desapercibidos o confundirse con otras patologías o estados, lo que dificulta su diagnóstico.

"Muchas veces también es fácil que se nos puedan pasar ciertos grados de hipertiroidismo o hipotiroidismo en pacientes en la vejez, porque las manifestaciones en el anciano son menos floridas. Es decir, el paciente anciano puede debutar con mayor apatía, o un cuadro pseudo depresivo, y que debajo haya en realidad un hipertiroidismo latente", explica.

Por último, señala que es oportuno realizar una prueba de hormonas "a la población habitualmente diabética para ver que el tiroides no está implicado en el agravamiento de esa diabetes".

Importancia de la dieta

Para cuidar la tiroides, además del seguimiento médico, la doctora apunta a la importancia de la alimentación, evitando los alimentos excesivamente procesados y, especialmente, aconseja "bajar el consumo de harinas porque utilizan otros oligoelementos que pueden perjudicar la absorción de yodo".

Así, subraya, que "es importante que la dieta sea variada, rica en productos naturales, también en proteínas, porque las proteínas garantizan un buen funcionamiento tiroideo".

En resumen, lo mejor siempre será "evitar comida excesivamente procesada y garantizar un aporte de proteínas suficientes como para que la glándula se mantenga con una función óptima".