El titktoker gallego con espina bífida: "No es justo que en el cine nos rompamos el cuello"
Mario Becerra se hizo viral hace unos meses por mostrar en un vídeo cómo se arrastra a diario para sortear los 36 escalones hasta su piso
6 octubre, 2023 11:49Hace unos meses se hizo viral por enseñar a través de sus redes sociales cómo a diario se arrastra por el suelo cuando abre el portal para sortear los 36 escalones hasta su hogar, en el segundo piso. Nació con espina bífida, está en silla de ruedas y vive en un bloque sin ascensor con su madre, su hermano pequeño y el padre de éste.
Este curso, el ferrolano Mario Becerra, de 29 años, lo hace entre dos y tres veces al día porque sus ganas de emprender en el mundo del merchandising le llevaron a matricularse en la EPA (educación de personas adultas) del barrio de Caranza para superar la ESO. "Me gustan mucho las artes gráficas y quiero dedicarme a eso".
Con gran humildad, recuerda que para salir de casa baja los peldaños como puede deslizándose por el suelo y en el portal coge su silla de ruedas, que guarda en un pequeño cuarto. Para subir, lo mismo. "En casa de momento no la necesito, todo lo hago arrastrándome". En el segundo piso también vive un hombre de más de 50 años con una pierna amputada y una mujer con EPOC. "En la delegación de la Xunta en Ferrol nos dijeron que no es posible instalar un ascensor en nuestro bloque porque tiene más de 30 años".
Un duro relato a través de las redes
Ahora, consciente del recorrido que tiene su relato en las redes sociales (@_paralytikman en Instagram), pide a las salas de cine que habiliten un espacio para las personas que usan silla de ruedas distinto a la solución que se plantea en la mayoría de los casos, delante del todo. No es justo, dice, "que en el cine tengamos que partirnos el cuello". Él vio una película en esas condiciones con nueve años "y nunca más".
Lo que hace es comprar su entrada en la butaca que le gusta, deja la silla en un lugar que no molesta y sus amigos le ayudan a localizar el asiento. Entonces de nuevo se pega al suelo hasta llegar a su sitio asignado. Pero para no interrumpir el paso del resto de espectadores "pido a los trabajadores del cine que me dejen entrar unos 20 minutos antes". Lo mismo al terminar, espera a que salgan todos para hacerlo él. El problema, dice, es cuando quiere ir solo. "Si no voy con amigos es más complicado, ellos me ayudan a encontrar la butaca".
Pero sabe que él tiene suerte, es ágil y se mueve a diario para llegar a casa. "Pero hay mucha gente en silla de ruedas que no puede". Por eso reclama a las salas "que sean realmente accesibles" y hace una propuesta: que a mitad de sala se libere algo de espacio retirando una fila de butacas para ver la gran pantalla desde ahí sin tener que dejar la silla de ruedas. En esto piensa más en las personas que están en su mima situación que en él mismo, "nos perdemos muchas pelis por esto", dice, también en alusión a los niños que viven en una silla de ruedas. "Veo que se habla mucho de accesibilidad, pero la realidad es otra. Ahora que se escucha mi voz quiero que la gente conozca los obstáculos a los que nos enfrentamos".
Entrenamiento diario
Evidentemente, su agilidad y fuerza en los brazos no son casualidad. Acude varias veces a la semana al parque biosaludable que hay cerca de su casa, en el barrio de Caranza, y allí deja la silla a un lado para fortalecer como puede su musculatura. En casa se pone guantes y levanta entre 20 y 30 veces al día su sofá, por uno de sus extremos, para endurecer sus brazos. "Así me mantengo un poco en forma", así, cuidando la dieta y tirando de su silla recorriendo kilómetros cada día. El confinamiento lo notó mucho, "mi cuerpo se debilitó".
A través de su canal quiere dar a conocer más barreras que pasan desapercibidas para mucha gente pero que para quien va en silla de ruedas son "un verdadero problema". Tras pedir que se acomoden las salas de cine "voy a enseñar lo que supone rodar por una acera con tres baldosas de ancho y encontrar una farola en medio. ¿Qué hacemos en esa situación?".