Psicólogo gallego: "Si la salud mental de la sociedad empeora, la de los adolescentes también"
José Berdullas alerta el Día de la Salud Mental del aumento de ideas suicidas y autolesiones entre los adolescentes y reclama que los psicólogos formen parte de la plantilla de los centros escolares
10 octubre, 2023 14:27José Berdullas, psicólogo clínico en el Hospital Clínico Universitario de Santiago y vocal del Colegio Oficial de Psicólogos de Galicia, atiende a Quincemil precisamente cuando se celebra el Día Internacional de la Salud Mental (10 de octubre) para alertar del estado anímico de la sociedad gallega: 800.000 personas consumen a diario psicofármacos (fundamentalmente ansiolíticos para tratar la ansiedad y antidepresivos), lo que supone un tercio de la población. Unos 20.000 tienen menos de 15 años. "Si la salud mental de la sociedad empeora, la de los adolescentes también", avisa. Galicia es la primera comunidad española en esto.
"Estaríamos encantados de poder dejar de lado nuestra tarea de tratamiento psicológico para poder dedicarnos a la prevención e investigación", apunta, pero de momento no parece posible. Mientras tanto se marcan otro ambicioso objetivo: "Tenemos que acercar la psicología a donde está la gente, es decir, a las consultas de Atención Primaria y a las escuelas". Actualmente un adulto en Ferrol es atendido en un tiempo de espera medio de dos meses.
Sobre el primero denuncia que actualmente en Galicia "tenemos seis psicólogos clínicos en Atención Primaria". En cuanto a la atención especializada, en 2020 se incorporaron varios profesionales al Sergas gracias al Plan de Salud Mental de la Xunta, una inyección de recursos "insuficiente" para el momento actual.
De las siete áreas sanitarias, la de Ferrol es la que mejor ratio tiene: 7,1 especialistas por cada 100.000 habitantes, frente a los 3,98 de Pontevedra o los 4,2 de Coruña. Pero lejos del mínimo exigible, los 12, o los 18 de media en Europa.
Hasta hace poco la salud mental era algo "tabú", con "el riesgo de cronificación que eso conlleva". Ahora nos enfrentamos a una "situación muy compleja", con varias crisis recientes —económica, inmobiliaria y sanitaria por el covid— que conforman un contexto social con una elevada tensión sobre las personas.
Si nos agarramos a la idea de que nuestros abuelos tenían menos cosas materiales y también menos depresión, Berdullas contesta rápido: "no es cierto, si pensamos en los que ahora tienen 80 ó 90 años es verdad que resistieron, pero tenemos que pensar en los que se quedaron por el camino". A eso se suma que antes había una red comunitaria más amplia, más opciones de autoabastecerse de alimentos… La sociedad ahora es distinta, no se debe comparar". Es vital una intervención social de magnitud y que el ámbito de la salud mental sea accesible desde la Atención Primaria, apunta.
La psicología en las esculas
En cuanto al segundo objetivo, llevar la psicología a las aulas, Berdullas lo tiene claro, de hecho se enfada mucho cuando acusan a los adolescentes de ser una generación de cristal. No es cierto, dice, por varios factores que se producen ahora, cuando se enfrentan a esta etapa: temor al futuro, definición de uno mismo, aumento de la falta de adultos en el hogar por la precarización laboral de los padres…. aspectos que hace años "no eran tan difusos".
A esto se suma el impacto de las redes sociales en los jóvenes. Son instrumentos que pueden ser muy positivos, dice, no se trata de demonizar. Pero reconoce que "somos una sociedad poco capaz de despegarse del móvil", tanto adultos como niños. "Les pedimos que controlen su uso cuando nosotros no paramos". Esta dependencia, recuerda, no es positiva.
Las redes pueden afectar a la imagen que tienen de ellos mismos. Tanto, cuenta, que "los cirujanos alertan de que está aumentando notablemente la población de entre 20 y 30 años" que se somete a pequeños retoques estéticos para parecerse a ellos mismos pero pasados por el filtro de Instagram. Las redes también tienen impacto en el acoso escolar, "siempre lo hubo, pero antes al salir del colegio los niños acosados iban a un lugar seguro, su casa, ahora el acoso no cesa".
Ante este panorama, reflexiona, "a los adultos nos cuesta saber cómo podemos acompañar a los adolescentes". Le preguntamos cómo: "hay que estar. Estar disponibles para que nos cuenten qué les pasa, estar para cuando quieran regresar a un lugar seguro tras mostrar su lado más rebelde". Esto ayuda, explica.
La red de apoyo en el hogar es vital para un adolescente, pero "el lugar en el que por obligación pasan muchas horas cada día también". Por eso el Colegio Oficial de Psicólogos de Galicia lleva todo el año peleando —y seguirá— para que los psicólogos se incorporen a la plantilla habitual de los centros escolares de Galicia. Es un espacio ideal "en el que prevenir el malestar, aprender a manejar las emociones y encontrar referentes". Detectar las dificultades emocionales de un adolescente en el colegio es básico, apunta. De hecho, el Colegio participó recientemente en un estudio que reveló que las consecuencias de llevar un psicólogo a cada centro son "muy positivas".
No hay más que hablar un rato con los profesionales que tratan con adolescentes, relata, como pediatras o profesores, "para saber que están aumentando entre ellos las ideas suicidas y las autolesiones". "Son los adultos de mañana, no podemos mirar hacia otro lado", reivindica. No tiene la varita mágica para revelar los motivos que pueden llevar a un adolescente hasta esto, pero sabe que "tienen en común el sufrimiento, algo que ellos consideran en ese momento insoportable, sin esperanza, sin alternativas… tiene mucho que ver con la desesperación".