García está de moda. La publicación de su biografía, Buenas noches y saludos cordiales (Córner), escrita por Vicente Ferrer Molina, subdirector de EL ESPAÑOL, con Prólogo de Pedro J. Ramírez, ha devuelto a la actualidad al periodista más popular de la historia de la radio en España. Aquí, siete cosas que puedes encontrar en el libro sobre él y que seguramente no conocías.
1.- Su programa favorito: 'Pasapalabra'
A García le gustan las palabras. Cuando trabajaba, si estaba fuera de la radio y escuchaba un adjetivo que le llamaba la atención o le venía a la cabeza otro de cuyo significado no estaba seguro, telefoneaba a su secretaria y le pedía que la apuntara y le buscara la definición en el diccionario. Su afición por el lenguaje continúa viva. Según admite, está enganchado desde hace años al concurso de televisión Pasapalabra.
2.- 'El Bigotes' fue técnico de sonido suyo
Álvaro Pérez, uno de los presuntos cabecillas de la trama Gürtel, conocido a raíz del caso como El Bigotes, trabajó de técnico con García. Pérez, que se declara todavía hoy admirador del locutor, aprendió radio en la mili y, tras licenciarse, entró a trabajar en Antena 3 Radio. En una ocasión, se despistó y, al término del programa, García le dedicó esta pulla: "Y al frente de los hilos microfónicos, don Álvaro Pérez: medio programa despierto…, medio programa dormido".
3.- Extraña afición a ir de entierro
García no falla a un funeral. Sus amigos lo tienen claro: «Es la persona que a más entierros ha asistido de toda España». Alfonso Sánchez Guerra, su antiguo chófer, decía en broma que aquello empezó a darle mal fario cuando el vigilante de la puerta del tanatorio de Madrid ya le saludaba de tantas veces como lo veía. "No es ninguna chifladura", aclara García. "Voy a los entierros porque creo que hay que hacerlo".
4.- Tarradellas le pidió ayuda
En 1978, el Madrid y el Barcelona rompieron sus relaciones. El presidente de la Generalitat, Josep Tarradellas, quiso mediar para que los clubes se reconciliaran. Le dijeron que en ese propósito le podía ayudar "El Butano". Le convocó en Barcelona. "Mire", le dijo el molt honorable, "fui a la reunión de la junta directiva del Barcelona, estuve dos horas y, durante una hora y cuarenta minutos, solo hablaron del Butano. Y pregunté que quién era El Butano. Por eso quería conocerle".
5.- El mote se lo puso Griffa
Se ha dado por cierto, erróneamente, que el alias de García surge a mediados de los setenta, cuando, micrófono en mano, el locutor se mueve por los terrenos de juego con el típico peto naranja de los periodistas. En realidad, se lo puso Jorge Griffa, el central argentino del Atlético de Madrid, en 1966. Fue un día que García fue a ver el entrenamiento vistiendo un anorak naranja. El futbolista, al verlo, exclamó: "¡Pero mirá! ¡Es como el butano!". Había otros periodistas. Y con "Butano" se quedó.
6.- Su ídolo de niño: Matías Prats
En el pasillo de casa, con vasos que hacían las veces de futbolistas, García montaba partidos que retransmitía imitando a Matías Prats. El micrófono era un bote metido en un trozo de palo de escoba. Eso sí, su admiración por Matías Prats se esfumó con la infancia. Siempre respetó al locutor cordobés, pero no lo consideró un ejemplo porque lo identificó con el oficialismo.
7.- Bernabéu lo pilló orinando
Durante un tiempo, el periodista practicó frontenis en las instalaciones deportivas que el Madrid tenía junto al estadio. Las pistas quedaban un poco alejadas de los vestuarios, así es que un día que tenía ganas de ir al baño se puso a hacer aguas menores en un vomitorio del estadio para no perder tiempo. Las oficinas del club estaban al lado, y tuvo la mala suerte de que en ese preciso instante pasara Santiago Bernabéu, que, para mayor bochorno, le reconoció y expulsó.