Ramón Fontserè (Torelló, Barcelona, 1956). Tras ser el actor estrella de Albert Boadella en personajes como Jordi Pujol, Josep Pla o Salvador Dalí, ahora incorpora en el Centro Dramático Nacional (CDN) el papel de Galileo Galilei, en la obra de Bertolt Brecht, dirigido por Ernesto Caballero, en el teatro Valle-Inclán.
Galileo es un superviviente que no quiere ser un héroe. Tiene mucho que ver con el propio Bertolt Brecht, al que la heroicidad no le interesaba nada porque lo que le gustaba era vivir bien. Galileo es como un junco que ante el vendaval no queda destruido, y logra que sus “discorsi” salgan de Florencia y se divulguen.
Al tiempo de ser Galileo Galilei en la obra, soy Bertolt Brecht. Es un juego que a Ernesto Caballero, el director y autor de la versión, le pareció divertido. Los dos en uno, en una identificación del autor con el personaje.
Brecht huye del nazismo, escribe Galileo Galilei en el exilio, en los países escandinavos. Va a California, y es acusado por el macarthismo. Y acaba en Alemania del Este, sufriendo otra vez. Él dijo que nunca había pertenecido al Partido Comunista y muere durante un ensayo de Galileo, como Molière murió representando El enfermo imaginario.
En el teatro hay que ser oficiante, hay que ser sacerdote. El teatro es un rito y eso la Iglesia lo sabe muy bien
Así que soy Galileo, soy Brecht y también soy… Ramón Fontserè. Aunque procuro no ser Ramón Fontserè en escena. Me gustan esos actores que los ves y de repente, en escena, son otros. Siempre he perseguido esto. Al menos, ése ha sido mi ideal en el juego del teatro.
En el teatro hay que ser oficiante, hay que ser sacerdote. El teatro es un rito y eso la Iglesia lo sabe muy bien. Si uno se fija en cómo ofician los curas viejos, observa un tempo exacto, incluso llega a creer que Dios está ahí, en aquel mismo espacio.
En Galileo Galilei está la razón frente a la creencia, un tema universal. Galileo creía que con el telescopio les podía demostrar no sólo a los responsables de la Iglesia sino a los profesores de la Universidad las lunas de Júpiter, las manchas solares o las fases de Venus. Y chocó con la intransigencia de todos.
En Cataluña siguen castigando a Els Joglars. Es algo que se produce por generación espontánea
Estoy encantado en el CDN. Es un honor trabajar aquí con Ernesto Caballero. Cuando me lo pidió, tuve mis dudas, que siempre tengo, porque tenía que combinar con VIP, la última producción de Els Joglars que ahora dirijo, porque Boadella está en los Teatros del Canal de aquí, de Madrid. Me preguntaba: "¿Voy a ser capaz?". Creo que acerté.
Ahora soy el director de Els Joglars, en Cataluña, donde tenemos poco público pero muy joven, lo que nos da una cierta esperanza. En el resto de España nos va muy bien. Pero en Cataluña siguen castigando a Els Joglars. Es algo que se produce por generación espontánea. Ha sido tal el bombardeo que ya mucha gente dice que no, que a Els Joglars no van a verlos.
La última producción, VIP, es sobre los pequeños tiranos que fabrica nuestra enseñanza. Queremos que el público se pregunte si se está educando bien a los hijos. Cómo es que, en una sociedad en la que los niños lo tienen todo, salen pequeños tiranos.
Rivera saltó a la política porque el PSC firmó el tripartito y se hizo más nacionalista que Pujol
Podemos, con esa obsesión por destruir el sistema, podría ser una consecuencia de nuestra mala educación. Yo creo que hay que cambiar el sistema, pero no destruirlo. La Constitución del 78 es la que ha dado a España más progreso y más libertad. La hicimos entre todos. Dicen que es de la generación anterior…. Pues con mucho orgullo.
Pablo Iglesias me parece que hace un discurso deslavazado, que pasa de asaltar los cielos a acoplarse a la realidad. La política de Pablo Iglesias es anticuada.
Albert Rivera es un hombre con sentido común y viene de Cataluña. Un hombre que saltó a la política porque el PSC firmó el tripartito y se hizo más nacionalista que Pujol. Albert Boadella, Arcadi Espada, Félix de Azúa y mucha gente esperaba la llegada de los socialistas, pero cuando llegaron resultaron un fiasco. Por tanto, se creó Ciudadanos.
Pedro Sánchez ha de resolver su liderazgo entre los suyos. Tiene a Susana Díaz en el cogote
Pedro Sánchez no tiene mucha empatía. Es un hombre que tiene que resolver su liderazgo entre los suyos, que lo tiene muy mal. Tiene a Susana Díaz, la señora de Andalucía, en el cogote. No le veo una personalidad potente, creo que está en la maroma.
Yo nací en Torelló, en el 56. De pequeño fui a colegios nacionales, pero luego me mandaron a La Salle, en Manlleu, y luego al San Miguel en Vic, donde suspendí todo, ¡incluso religión y gimnasia! Gimnasia, siendo yo un atleta.
En mi casa querían que tuviera alguna carrera. Estudié Formación Profesional. Hice Electrónica, tres años. Y ahora las bombillas tiene que cambiarlas mi mujer porque yo soy incapaz. Luego ya vino la mili en Almería. Me lo pasé magníficamente bien. Estaba en la banda de música. Tocaba la corneta.
Mi padre, un apasionado de los aviones, era piloto de helicóptero.
Con mi padre hacíamos propaganda y yo era el manguta que tiraba las octavillas de las discotecas, desde el helicóptero, en las playas a las chicas en top-less.
Boadella un día me dijo: “No seas tonto, tienes capacidades para llegar a ser un buen actor”. Me dio la confianza que no había tenido nunca
En casa teníamos ganado. Pero a mí la ganadería no me gustaba. Somos tres hermanos, y yo soy el del medio. Hay una pubilla, y yo soy el hereu, el que tenía que continuar con el negocio. Mi hermano fue gerente de Els Joglars. Mi padre murió y en la casa ahora vive mi madre, con 91 años. Hay un hombre que cuida la finca.
Pasé por el Institut del Teatre. Después de hacer la mili. Me apunté por casualidad. Era una época en la que no me gustaba nada. Todos mis amigos habían estudiado y entraban en La Caixa. Yo pillé unos amigos a los que les gustaba hacer teatro. Tuve un profesor que se llamaba Joan Anguera, que era director de La Gàbia, un grupo de Vic, y pasé a trabajar con él.
Empecé llevando el bocata y cargando la furgoneta. Luego, el sonido y las luces, que no sé cómo funcionaba aquello. Y un día un actor tuvo que irse a la mili y me dijeron si quería sustituirle. Y les dije: “No soy capaz”. Pero me arrepentí y dije: “Quiero hacerlo”. Yo siempre dudo mucho.
Lo que ha hecho Artur Mas es horroroso, ha sido dividir a la sociedad catalana
Estoy en Els Joglars desde el 83. Habían terminado Olympic man, y yo había oído hablar de Albert y me apunté a un casting. Albert me cogió. Albert es un hombre fascinante. Me dio la confianza que nunca había tenido. Me acuerdo de que en una conversación, después de Teledeum, cuando comenzábamos los Virtuosos de Fontainebleau, me dijo: "No seas tonto, si trabajas, yo creo que tienes capacidades para llegar a ser un buen actor".
De ahí mi fidelidad a Boadella. Ahora le ridiculizan en la obra Ubuadella por ser un "traidor" a Cataluña. Como decía Savater: "Desde el rencor tienes que ser como mínimo un Quevedo para ridiculizar a alguien", que no es el caso.
Estoy casado con Dolors Tuneu. Ella entró en Els Joglars en un casting del Pla. Me ha tentado el retirarnos a nuestra masía en el Pirineo, pero no hay manera. Desde que empecé con Els Joglars no he parado. En la masía me levanto y cada ventana es un cuadro, y puedo pasear y leer.
Podría vivir en Madrid. Madrid, sobre todo, es la libertad absoluta. En Cataluña, en un 50% puedes tener libertad, en el otro 50%, no. Cataluña vive una ficción, un delirio, algo artificial, con ese mantra de que Madrid nos roba, que España nos roba. Lo que ha hecho Artur Mas es horroroso, ha sido dividir a la sociedad catalana.
Carolina Bescansa con el bebé en brazos parecía Messi enseñando el balón de oro a la afición
La realidad de los Pujol supera la ficción del Ubú President. Albert, cuando hizo el primer Ubú, ya dio en el clavo. Y entonces no se sabían los límites. Yo hago el Ubú porque Albert no encuentra un actor bajito y cabezón. Él quería alguien que físicamente se le pareciera, pero lo mío entraba dentro del juego del teatro.
Coger un bebé y darle de mamar en el Parlamento, también supera la ficción. Carolina Bescansa con el bebé en brazos parecía Messi enseñando el balón de oro a la afición. Bueno, si al Parlamento entró Pavía con un caballo, que entre un bebé no tiene nada de particular.
Dudo en todo. No sé si más que Rajoy. Yo a Rajoy siempre le he visto como un linier de los que corren por la banda. Rajoy ya está acabado con su inacción. El torpedo de la corrupción es muy fuerte, pero los otros también están igual. Rajoy rechazó formar Gobierno. En cambio, los otros están deseosos de formar un Gobierno a cualquier precio.
En el cine he sido Franco o Sánchez Mazas. Tengo 59 años y haré 60 en agosto, lo que te permite ser Galileo, Franco, Sánchez Mazas, Pla, Dalí, Pujol… ¡Un juego magnífico!