Tras la resaca del Premio Nacional de Gastronomía recibido con temblequera de piernas la semana pasada, con solo 14 números publicados, aprovecho este artículo dominical en el diario, y les pido disculpas por el autobombo, para contarles cómo germinó el proyecto. Todo el mundo habla bien de TAPAS aunque es obvio que hay menos gente que conoce la revista de los que ya la han disfrutado, así que me parece una buena oportunidad para proponer que recorran conmigo el sinuoso camino que nos condujo hasta aquí.
1.- TAPAS es una revista propia. Editar mi primera revista con marca propia me quemaba las meninges. Como que no fuese editor si no editaba una revista propia. Como que tuviese la necesidad de demostrarme que sabemos posicionar marcas internacionales (Esquire, Forbes, Robb Report, L´Officiel o Harper´s Bazaar), pero había que poner todo eso en práctica con una marca propia. Como el gran Juan Caño, exeditor editorial de Hachette, hizo con Quo, Emprendedores y con tantas otras. Sí, pero… ¿qué diferencia de velocidad habría entre una marca internacional de reconocido prestigio y una marca nueva? ¿Habría que invertir más o menos dinero? La respuesta es que no mucho más dinero, no mucha menos velocidad, eso sí, si aciertas con tu target y con el rumbo adecuado. ¿Hubiésemos editado TAPAS si en el mundo alguna revista internacional nos hubiera convencido para 'licenciarla'? Quizá no, no lo sé… Pero no había ninguna revista igual. Lo que sí sé es que de haber encontrado una licencia con posibilidades en España ahora estaríamos preparado otra revista propia… para calmar la quemazón.
2.- Lo más difícil: elegir un territorio. Y una vez allí apareció la segunda complicación: decidir un punto de vista, un rumbo. Territorios hay muchos, pero sé que si no me siento bien acampando allí para los próximos veinte años es mejor que no lo ocupe y busque otro. Tienen que darse unas condiciones que haya una comunidad o pueda haberla, que los anunciantes la reconozcan y que sepamos hacerlo. Las ganas que tiene el mundo de comer y beber para disfrutar de la vida no tienen discusión. El papel imprescindible de España en la gastronomía mundial nos proporcionaba la autoridad para editarla desde Madrid.
Uno de los grandes aciertos ha sido no hacer una revista para foodies. Los foodies, grandes amigos de la revista, son la cúspide de la pirámide, los 'ultrafans' de la gastronomía, pero son pocos. Así que TAPAS no va de eso. Entonces… ¿de qué va?
3.- TAPAS es una revista abierta, que explica cómo somos, y cómo nos relacionamos entre nosotros, a través de lo que comemos y lo que bebemos. Ese ha sido el gran acierto de TAPAS, su punto de vista. Es un magazine para todo aquel que disfruta. La comida y la bebida está presente desde que nacemos (en el bautizo) hasta que morimos (en el sepelio) y siempre, repito, siempre usamos la alimentación no solo para nutrirnos sino para comunicarnos. Porque no es lo mismo una cita para desayunar que para comer o para cenar. Porque no es igual comer, en una primera cita, con un pretendiente que cenar con él o con ella. Porque tras la cena quizá haya una copa, y porque en la comida, puede o no que haya otro día una cena.
4.- TAPAS se distribuye en todo el mundo. En castellano en España e Iberoamérica y en inglés (el mismo ejemplar) en las 20 ciudades (NY, LA, Miami, Milán, Londres, París, Berlin, Tokio…) que marcan la pauta en las tendencias mes a mes. Así que en España TAPAS se apellida Ñam Ñam Magazine, pero el mismo ejemplar en Nueva York presume de ser Yummy Yummy Magazine, aunque allí no conozcan al tipejo que encendió mi imaginación para inventarla, el insaciable Carpanta creado por el gran Escobar.
5.- Las estrellas han elegido TAPAS para promocionarse. Y esto es alucinante. En apenas un año, los gemelos canadienses Dean and Dan Caten, diseñadores de Dsquared presumen de portada intercambiando helados desde su restaurante, uno de los locales de moda de Milán en la calle Ceresio 7. Pero también ha posado este año para nosotros Chazz Palmintieri en su restaurante Empire Steakhouse; el vegano Moby y su Little Pine, en Los Angeles; o Daniel Bruhl con su Bar Raval, en Berlin, abierto para ver los partidos del Barça. Y esto es solo el comienzo. ¿Quieres saber las celebridades que ya están eligiendo vestuario para salir en la tapa de TAPAS? Lo siento. Eso, son secretos de cocina.