Estas Navidades prometen ser atípicas. Salvo que nuestros representantes logren llegar a un acuerdo tras una más que probable investidura fallida, cientos de españoles pasarán el 25 de diciembre en el colegio electoral, acudiendo a las urnas o sentados tras las mesas debido a la celebración de terceras elecciones en un año. Un escenario que suena a broma del destino: las comidas familiares no estarían completas, las redacciones tendrían que reforzar su cobertura de una atípica campaña y hasta el Rey debería adaptar su discurso de Nochebuena porque caería en jornada de reflexión.
Pero, por increíble que parezca, nuestro país ha sido testigo de acontecimientos más llamativos que acudir a las urnas en medio de las celebraciones navideñas. Algunos de ellos marcaron nuestra historia, mientras que otros forman parte de nuestro amplio (y esperpéntico) anecdotario.
1.- La nave encallada con la que empezó todo
Quizá el suceso más simbólico ocurrido un 25 de diciembre sea el que tuvo lugar en 1492, un año crucial para España y el mundo hispano. La protagonista fue la nao Santa María, una de las embarcaciones con las que Cristobal Colón se dirigió a las Indias. En la Nochebuena de aquel año, el almirante decidió navegar a la Isla de la Española para conocer a uno de los caciques que dominaban la zona, Guacanagari, y discutir la construcción de un asentamiento en su territorio. Para ello dejó la nao en manos del capitán pontevedrés Juan de la Cosa que, desobedeciendo las órdenes de Colón y viendo que el mar estaba en calma, cedió el timón a un grumete que acabó quedándose dormido al mando. El joven se despertó con la sacudida de una ola y con la nave encallada en un banco de arena.
Entre el día de Navidad y la jornada siguiente, la tripulación tuvo que abandonar la nao, ya insalvable, y fundar con los restos de la carabela un asentamiento al que bautizaron como Fuerte Natividad. Se encontraban en el norte del actual Haití y acababan de fundar la primera población española del Nuevo Mundo.
2.- Una coronación atípica
El 25 de diciembre de 1833 no sólo fue una fecha señalada por tratarse de las primeras Navidades en las que se estaba desarrollando una guerra carlista en España, sino porque el pretendiente que encabezaba la causa contra Isabel II, Carlos María Isidro de Borbón, fue coronado ese mismo día en la localidad guipuzcoana de Loyola.
El hermano de Fernando VII, que se había negado a renunciar a sus derechos dinásticos y a reconocer a la princesa tras la aprobación de la Ley Sálica, había emitido el llamado Manifiesto de Abrantes en octubre de ese año; un texto en el que se declaraba sucesor al trono y que dio comienzo a la Primera Guerra Carlista. Tendrían que librarse otras dos guerras civiles para que la causa carlista marchitase; pero no habría otro pretendiente coronado el día de Navidad.
3.- Dos Navidades, dos victorias
Mientras Carlos María Isidro era coronado, Baldomero Espartero, que se había declarado afín a la causa isabelina, se encontraba en tierras valencianas capturando a la partida del general carlista Magranell. El conocido general no tuvo reparos en encarcelarle y después fusilarle el mismo día de Navidad. Según documentó la Gaceta de Madrid, la ejecución tuvo lugar a las 7 de la mañana en Játiva, y el éxito de este viaje valió al militar el título de Comandante General de Vizcaya.
A Espartero parecía dominarle el espíritu de la Navidad, porque tres años después también tocó la gloria al conquistar Bilbao y poner fin a la Batalla de Luchana, en la que carlistas y tropas isabelinas se enfrentaron durante casi un mes por el control de la capital vizcaína. Tras una Nochebuena de combate, el Príncipe de Vergara –que estaba enfermo- salió de su lecho el día 25 y encabezó una columna de combatientes, levantando la moral de los soldados y haciendo su entrada triunfante en la ciudad vasca.
4.- Una "exageración" andaluza
Lo que tenía que ser un día de celebración se convirtió, en 1884, en una jornada trágica para muchos granadinos. El día de Navidad de aquel año, un sismo de más de 6 puntos en la Escala Ritcher con epicentro en la localidad de Arenas del Rey sacudió la zona de Granada, matando a más de un millar de personas. Las frágiles comunicaciones de la época impidieron que la noticia se extendiera hasta varios días después, por lo que el drama fue doble: los heridos y fallecimientos se multiplicaron debido a los derrumbes de edificios, al frío y a la falta de comida.
El colmo de los colmos se produjo cuando se conoció el suceso en Madrid, donde la noticia se interpretó como "una exageración andaluza". Los primeros cargamentos de ayuda (con mantas y alimento) no llegarían hasta el día 30, y el rey Alfonso XII no se acercaría a la población hasta el 10 de enero del año siguiente. A esta tragedia se le conoce hoy como el Terremoto de Andalucía.
5.- El decreto que se firmó en Navidad
Parece casi imposible imaginar a nuestros representantes legislando en plena Navidad, pero eso mismo fue lo que sucedió en Cataluña en el año 1936 cuando, con la Guerra Civil iniciada, el Govern de Josep Tarradellas firmó un decreto por el que aprobaba la Ley del Aborto más progresista de Europa.
Esta nueva legislación, rubricada por el propio primer ministro de ERC y por sus consellers de CNT y UGT, Pere Herrera y Rafael Vidiella, permitía el aborto libre hasta las 12 semanas por razones "terapéuticas, eugenésicas, neomalthusianas, éticas y sentimentales". Uno de los objetivos era, según el propio texto, "acabar con el oprobio de los abortos clandestinos, fuente de mortandad maternal". Aunque el decreto se firmó el propio 25 de diciembre, la ley no entró en vigor hasta el 9 de enero del año siguiente, y tuvo efecto en las zonas que todavía controlaba la República a lo largo de la contienda.
6.- Condecoraciones y fusilamientos después de Nochebuena
Las de 1937 fueron las segundas Navidades de la Guerra Civil Española. El 25 de diciembre coincidió con la Batalla de Teruel, que se estaba desarrollando desde mediados de diciembre dentro y fuera de la ciudad aragonesa. Cuando llegó el día de Navidad, las tropas republicanas cercaban a la resistencia franquista, diezmada por el frío, y daban por segura la victoria. En este contexto se dio la curiosa circunstancia de que varios oficiales republicanos fueron condecorados por sus logros sin ni siquiera concluir la batalla. Desde el bando gubernamental quizá se dejaron llevar por la emoción navideña, porque la contienda no concluiría hasta el 23 de febrero y la ganaría el bando nacional, que acabaría recuperando Teruel después de perderla brevemente durante poco más de un mes.
Ese mismo año y día, un obispo cercano a Franco imploraba parar la ejecución de Antonio Canales, el primer alcalde socialista de Cáceres, y de otros 33 reos en pleno día de Navidad. No lo consiguió. La justicia franquista acabó por fusilarle a él y a sus compañeros en tan señalada fecha mientras gritaba “¡Viva la Virgen de la Montaña!”.
7.- Navidades entre rejas
Tras vivir 38 años en el exilio, en las Navidades de 1976 Santiago Carrillo protagonizó uno de los episodios más curiosos de nuestra Transición: regresó a España y provocó su propia detención para poner a prueba al nuevo gobierno. Franco había muerto hacía apenas un mes y la instauración de una democracia constitucional todavía se estaba cocinando.
Junto a otros siete dirigentes del PCE, Carrillo fue procesado por asociación ilícita el día 23 de diciembre y encarcelado en la prisión de Carabanchel. Pasó las Navidades entre rejas, pero su estrategia tuvo recompensa: el 30 de diciembre obtuvo la libertad provisional y acabó por convertirse en una pieza esencial en la Transición política.
8.- Aznar en Belén
Las fiestas navideñas no suelen regalar estampas políticas. Nuestros representantes prefieren disfrutar de estas fechas en privado y en compañía de los suyos, y el único gran acontecimiento público al que asisten suele ser las respectivas cenas de Navidad de sus partidos. Por eso, lo que el entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, hizo en 1999 fue ciertamente llamativo: pasó la Navidad en Belén con su familia tras ser invitado por el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yaser Arafat.
Acompañado de su mujer, Ana Botella, y de sus tres hijos, Aznar acudió a la Misa del Gallo en la ciudad palestina para después pasar el resto del día visitando puntos destacados de Jerusalén en los que se desarrollaron diversos episodios de la vida de Jesús. Y fue precisamente durante esta visita cuando el entonces líder del PP reconoció por primera vez el derecho del pueblo palestino a constituir su propio Estado.
9.- Los voluntarios que renunciaron a sus Navidades
La tragedia del Prestige en 2002 conmocionó a todo el país. Aunque el accidente del petrolero tuvo lugar a mediados de noviembre, las manchas negras se extendieron por la costa gallega durante varios meses. En las Navidades de ese año se produjo un fenómeno extraordinario: cientos de personas, entre militares y voluntarios, cambiaron la calefacción por los trajes para recoger crudo y decidieron pasar esas fechas limpiando las playas de chapapote.
10.- Primera Navidad en funciones
El pasado 25 de diciembre de 2015 pasará a la historia por ser el primer día de Navidad con un gobierno y un presidente en funciones de toda nuestra democracia. Tras una intensa campaña, el 20-D el PP ganó las elecciones con un ajustado margen de 123 parlamentarios, recuperando 14 escaños en la segunda convocatoria de comicios. Pero si los partidos no logran el ansiado consenso y se vuelven a sacar las urnas, estas fiestas Rajoy conseguirá ser protagonista del anecdotario español por segunda vez.