Este fin de semana vuelve la Liga, la competición nacional del deporte rey, el momento más esperado por la mayor parte de los aficionados españoles al fútbol. El torneo doméstico cumple 88 años. Sin embargo, hace mucho más tiempo desde la primera vez que echó a rodar un balón en nuestro país con el objetivo de acabar dentro de una portería. ¿Cuándo se metió el primer gol de la historia de España?
Hasta hace pocos años existía una teoría única e innegociable: el fútbol lo importaron a España los mineros ingleses que vinieron a explotar los yacimientos de Riotinto (Huelva). De hecho, es así como se popularizó en la mayor parte del país. Los británicos llegaban, organizaban un partido de fútbol y enseguida prendía la mecha. Equipos como el RCD Espanyol se crearon así, después de que los espectadores se quedasen maravillados con el "juego de la pelota" (que es como se denominaba antes de que se crease la palabra española balompié) y se viesen impulsados a fundar un club con jugadores nacionales.
El primer lugar en el que pusieron una pelota en juego fue, según hemos creído siempre, en la zona minera de la provincia de Huelva. Y el primer club de la península fue el ya desaparecido Rio Tinto Football Club.
Sin embargo, en los últimos años ha cobrado fuerza una segunda tesis que sitúa al primer partido y al primer equipo mucho más al norte. Concretamente en la provincia de Pontevedra. Un historiador gallego afirma que el primer partido de fútbol se disputó en Vilagarcía de Arousa y que el primer equipo de fútbol español se fundó en Vigo.
RIOTINTO, CUNA DEL FÚTBOL
El primer partido de fútbol en España se jugó en Riotinto en 1873. O al menos eso contaban los más ancianos del lugar a aquellos niños que hoy han continuado transmitiendo ese relato que se ha convertido casi en leyenda. El 16 de agosto, durante las fiestas de San Roque, aquellos fortachones rubios que habían llegado apenas unos meses antes para ganarse la vida en la mina quisieron congraciarse con el pueblo que los iba a acoger y se pusieron a jugar a la pelota.
El fútbol en España nació de puro aburrimiento. Los británicos no sólo estaban en un diminuto pueblecito fuera de su país, sino que mirando a su alrededor podían pensar que estaban en otro planeta. Alejados de todo, en mitad de una sierra de tierra rojísima y agua cobriza. Sólo les quedaba refugiarse en sus costumbres y sus deportes. Y ahí se coló el fútbol.
El relato es perfecto, porque tiene sentido. Resulta difícil imaginarse una mejor forma de distraerse en medio de la nada que correr detrás de un balón esquivando pedruscos de pirita. Sin embargo, es imposible demostrar con un documento que el fútbol en España naciera aquella tarde de agosto en el pueblo de Riotinto. “Yo voy a ser muy sincero: quien busque hemeroteca donde se diga o escriba que en agosto de 1873 se jugó el primer partido aquí, eso no lo va a encontrar en la vida. Eso no existe”, afirma con ojos francos Alfredo Moreno, una de las personas que más ha investigado los orígenes de los deportes ingleses aquí.
Alfredo no quiere que digan de él que es historiador, pero su pasión por indagar en el pasado de su pueblo abruma. Con los años ha construido una base de datos con más de 1.800 registros con nombres y apellidos, familia, domicilio, expediente y fecha de llegada y salida del pueblo del staff británico que estuvo en la mina desde finales del siglo XIX hasta mediados del XX. A él, el relato de aquel primer partido le llegó por parte de su abuelo. Su bisabuelo entró a trabajar en la mina en 1873, el mismo año en el que la Hacienda española la vendió a la Rio Tinto Company Limited por 94 millones de pesetas para salvarse de la bancarrota.
Sin embargo, la primera prueba de existencia del fútbol en el pueblo que ha encontrado data de varios años después. En una crónica taurina de 1880, encontró un fragmento en el que se decía que en el intermedio de la corrida se jugó a un juego de pelota. “Es un nombre muy genérico, pero yo estoy convencido de que se trata de fútbol”, dice. Argumenta que el fútbol no era un deporte elitista como sí lo eran el cricket, el tenis o el golf, que también se comenzaron a jugar aquí en aquellos años: lo jugaban los jóvenes, los menos ilustrados, y ya tenía una concepción, aunque primitiva, de espectáculo de masas, de enseñar al resto del pueblo el juego e involucrarlo en él.
También existe otra prueba: una entrevista de 1930 a Daniel McMillan Young, un inglés que llegó al pueblo con 16 años y que vivió allí 50. En esa conversación con el Diario de Huelva afirma haber jugado a la pelota en ese mismo 1880.
CLUB INGLÉS DE RÍO TINTO
Para Alfredo Moreno hay una figura esencial sin la que sería imposible comprender el origen del deporte en Riotinto: el club inglés, que se constituye en 1878. En el barrio de Bella Vista, apartado del pueblo antiguo, la colonia británica construyó su refugio. Un precioso barrio de casitas victorianas que rompe cualquier esquema arquitectónico de la zona. Aquí satisfacían todas sus necesidades sociales y culturales. Y deportivas, por supuesto. Construyeron las primeras pistas de tenis y de squash y el primer campo de golf de la península ibérica. Se organizaban por secciones, y una de ellas era la de juego de pelota.
“¿Lo constituyeron para jugar a las cartas? No. El ocio de los ingleses era el deporte. Se ve en la India, en Sudáfrica... Donde iban tenían su club. Esa figura de club, que era totalmente desconocida en España, se formó aquí en Riotinto”, dice Alfredo. De aquí nació en ese mismo año el Río Tinto Football Club, que tuvo una convulsa existencia, dio lugar al Balompié Riotinto en 1914 después de una fusión y la I Guerra Mundial se lo llevó por delante. No es de extrañar: el fútbol comenzaba a expandirse, los equipos aparecían y desaparecían con la misma facilidad. En los años 20, en este pequeño pueblo que hoy apenas cuenta con 4.000 habitantes, pero que en aquellos años tenía más de 15.000, llegaron a coincidir casi una veintena de equipos. "Prácticamente uno por cada calle del pueblo",como recuerda Rafael Cortés, el cronista del pueblo y una persona crucial para rescatar la memoria del fútbol en Riotinto.
Pero el hecho de que la Gran Guerra arrasara a ese primer equipo del pueblo tiene una importancia crucial para la historia del deporte rey en España. Ese Río Tinto Football Club, cuyo legado continúa hoy en día el Riotinto Balompié, puede presumir, en principio, de haber sido el primer club del país, pero no puede arrogarse el título de decano de nuestro fútbol porque vio interrumpidas durante unos años sus actividades. Ese honor lo obstenta otro club de la provincia de Huelva, el Recreativo. Aunque fundado en 1889, once años después que el Río Tinto, no ha dejado de competir nunca desde entonces. Primero como Huelva Recreation Club, más tarde, entre los años 1941 y 1945, como Onuba por problemas con la federación y después como Recreativo de Huelva.
Esta teoría fue indiscutible hasta esta década, cuando un historiador gallego llamado José Ramón Cabanelas aseguró contar con datos que desmentían esta versión. Cuenta Cabanelas que la primera vez que se jugó al "juego de la pelota" en territorio español fue en 1873 en Vilagarcía de Arousa. Según este autor, en verano de ese año atracó un barco de bandera británica en el puerto del municipio gallego. Un buque, por cierto, que iba camino de Huelva. Al parecer, los marinos ingleses que bajaron ese día en Vilagarcía disputaron un partido de aquel deporte extraño para los españoles, pero que ya contaba con campeonato y federación propia en Inglaterra desde 1865.
"MANIPULACIÓN HISTÓRICA"
La teoría de Vilagarcía de Arousa ya fue refutada en 2001 desde Riotinto por parte del propio Alfredo Moreno, que lamentó "el intento de manipulación histórica". La base era una noticia aparecida en el diario Eco Republicano de Pontevedra, que aseguraba que el barco Go-Go, que iba de camino a Huelva para llevar materiales a Riotinto, hizo una parada en el puerto pontevedrés y allí se pusieron a jugar un partido los marineros el 26 de junio de 1873.
Pero las fechas no coinciden: el primer viaje del Go-Go a Huelva se produce en noviembre, no en junio. Y sólo paró en Francia, según los registros del puerto de Liverpool. Además, en la noticia se hace referencia a un hundimiento del barco en ese mismo mes de junio, lo cuál no es cierto, y se menciona al Don Hugo, que no se puso a flote hasta el año 1889, un año después de la muerte de Hugh Matheson, el director de la Rio Tinto Company Limited. El barco se bautizó así en su honor.
Alfredo Moreno elaboró un dossier con toda la documentación que desmontaba la idea de que fuese Vilagarcía de Arousa el escenario del primer partido de fútbol en España, al menos, en los términos en los que se afirmaba en ese artículo. Lo presentó a la RFEF, que en un principio había dado por buena la teoría gallega, y esta lo acabó aceptando.
LA TESIS GALLEGA
En Galicia tienen otra teoría. De 1873 data, según afirma José Ramón Cabanelas, el primer club de fútbol con sede en España. Y se creó en Vigo. Los fundadores fueron los trabajadores de la Eastern Telegraph Company, conocida en España como el "Cable Inglés". Era la empresa que se encargaba de instalar el cable marino para el telégrafo. La firma tenía su sede central en Inglaterra y se dedicaba a colocar los repetidores del telégrafo en diferentes ciudades estratégicas de Europa. "El telégrafo necesitaba repetidores para que la señal llegase con nitidez. Así, había uno instalado en el sur de Inglaterra, otro en Vigo, otro en Gibraltar, otro en Malta..." recuerda Cabanelas.
Cuando la empresa se instalaba en una ciudad, no contrataba a trabajadores de la zona. La filosofía de la Eastern Telegraph Company consistía en "llevar a lo mejor de Inglaterra a las zonas en las que hubiese que instalarse". Por tanto, formaba a jóvenes ingenieros durante dos años en el sur de la isla, concretamente en Cornualles, el punto más al sur del Reino Unido. Como se trata de una zona alejada de las grandes ciudades como Londres, Liverpool o Manchester, las personas que se iban a formar a Cornualles se consideraban "exiliados" porque les hacían vivir lejos de sus casas. Por es emotivo, cuando fundaron su club de fútbol, lo llamaron Exiles.
Cuando los trabajadores acababan su formación, llegaba el momento de partir a sus destinos finales. Y del mismo modo que existía un Exiles en Inglaterra, se empezaron a fundar Exiles en todos los países por los que pasaba el "cable inglés". Vigo fue una de las ciudades donde se estabilizó una comunidad de ingleses más numerosa. Y fue allí donde, según cuenta Cabanelas, se constituyó el primer Exiles de fuera de las fronteras inglesas. Esta información la obtuvo, según cuenta, de un museo del fútbol existente en Porthcurno, un municipio al sur de Cornualles.
JUEGO DE LA PELOTA
El Exiles fue el primer club gallego y estaba formado íntegramente por trabajadores británicos de la Eastern Telegraph Company, pero la fiebre del balón corrió como la pólvora en la costa gallega. Cuenta Cabanelas que son numerosas las referencias de los periódicos locales a ingleses jugando al "juego de la pelota" en el Malecón de Vigo. Un recorte de "El Faro de Vigo" del 10 de junio de 1876 recoge la opinión irónica de un columnista hablando sobre los ingleses:
"Otra vez han vuelto a visitarnos los ingleses al Casino. ¡Son tan amables! Caminan como cuatro, pisan como seis y beben como cincuenta. Pescan, cazan, comen, fuman, pintan y juegan a la pelota según su uso y manera"
Cabanelas asegura que no quiere "entrar en ningún conflicto con nadie de Huelva, pero es evidente que si en 1876 ya se hablaba de los ingleses jugando otra vez a la pelota en Vigo, no se entiende que se defienda que la primera vez que se jugó al fútbol en España era en 1878".
¿Dónde se jugó el primer partido de fútbol en España? Es una pregunta que todavía hoy no conoce una única respuesta correcta, porque no existe ningún documento definitivo que sirva para probar que aquellos goles se cantaron en Riotinto o en Vigo. Aunque sí es cierto que la RFEF asume al municipio onubense como cuna del fútbol nacional. Sólo queda una cosa clara, la pelota comenzó a rodar en el país en 1873. Y fueron los ingleses los que inocularon a los españoles una pasión que todavía hoy no se ha extinguido.