Cada vez son menos los ayuntamientos catalanes que celebran el Día de la Constitución. La mayoría abrirá sus puertas este 6 de diciembre, como si de un día laborable al uso se tratase. La localidad barcelonesa de Rubí, por contra, será la única ciudad catalana que festeje el día de la Carta Magna. No se conforma con cerrar el Consistorio en día festivo. El gobierno del PSC ha subido la apuesta y organizará este martes a las 10, en la puerta del Ayuntamiento, un acto público a modo de homenaje. Leyendo pasajes de la Constitución española.
Lo más destacable de esta medida es que fue propuesta por el PP y que ha salido adelante gracias a la inestimable colaboración de un concejal nacionalista catalán de PDC (Partit Demòcrata Català, la nueva Convergència), acusado ahora de tránsfuga. Sergi García, edil de PDC y antiguo concejal de ACR (Alternativa Ciutadana de Rubí, un partido independiente de Rubí) ha firmado un acuerdo con el PSC para empezar a formar parte del equipo de gobierno. Una negociación que ha llevado a cabo a espaldas de su partido y de Víctor Puig, su compañero de bancada en el pleno.
ARITMÉTICA COMPLICADA
La rocambolesca historia no se entiende sin conocer la complicada aritmética que sostiene al Ayuntamiento de Rubí. Aunque es feudo socialista desde hace tres legislaturas, el PSC ha ido perdiendo fuerza en los últimos años. En la actualidad gobierna con tan solo 6 concejales en un pleno de 25 ediles. La alcaldesa, Anna Maria Martínez, manda en minoría con los apoyos esporádicos de los 4 concejales de Ciutadans y los 2 del Partido Popular, aunque ellos no formen parte del ejecutivo local.
A pesar de estos apoyos, la amenaza de la moción de censura pende sobre la cabeza de la alcaldesa desde que fue investida. Porque aun sumando los apoyos de C's y PP, un acuerdo de los 13 concejales restantes de la oposición (ERC, ICV, CUP, PDC y los independientes de Veïns per Rubí) podría arrebatarle el bastón de mando. Sin embargo, estas formaciones no han llegado a un entente hasta la fecha.
Parecía que el golpe ya se estaba gestionando en la sombra. Esos partidos habían mantenido diversas reuniones para darle forma a la moción de censura. Comentaban en la ciudad que se ejecutaría en el último pleno de noviembre, aunque los portavoces de estos partidos nieguen ese extremo.
LA PIEZA NÚMERO 13... POR 40.000 EUROS
Sea como fuere, en dicho pleno saltó la sorpresa: Sergi García, uno de los dos concejales nacionalistas de PDC, se pasó a la bancada del equipo de gobierno. Sin haberlo comunicado previamente, la alcaldesa cerró un acuerdo con él para incorporarlo al equipo de gobierno. Así, el PSC contrarrestaba la hipotética moción de censura. Eran 12 los concejales contra esta operación: los 6 del PSC, los 4 de C's y los 2 del PP. Sólo faltaba la pieza número 13 para conformar una mayoría virtual. Y ese número 13 fue Sergi García.
Ahora, el edil asumirá las competencias de Salud Pública y de varios departamentos de Educación. Todo esto a cambio de 40.000 euros anuales. Un sueldo muy elevado, si se tiene en cuenta que lo percibirá por una dedicación a media jornada y que la alcaldesa cobra 55.000 por trabajar a jornada completa.
El PSC necesitaba todos los apoyos posibles para el último pleno. Incluido el del Partido Popular, que pidió a cambio que se celebrase una fiesta para conmemorar el Día de la Constitución. Le dio forma de moción, lo presentó en el pleno y se aprobó con 13 votos a favor y 12 en contra. Así, el nacionalista Sergi García hará posible una fiesta para celebrar el día de la Carta Magna.
Sergi Garcia no hace declaraciones y la alcaldesa tampoco. El equipo de gobierno ha hablado mediante su portavoz, Rafael Güeto, que asegura que la fiesta de la Constitución y el movimiento de Sergi Garcia son dos cuestiones que no tienen nada que ver: “Pasamos de 6 a 7 concejales. No nos da una mayoría ni nada por el estilo”. El socialista, que no ha querido referirse al 'fichaje' de Garcia por el ejecutivo local, entiende que “algunos partidos están en contra de la celebración de un acto, pero por fortuna tenemos una Constitución que nos ampara y nos protege en ese sentido”, sentenció.
TRÁNSFUGA SÍ, TRÁNSFUGA NO
Por su parte, el otro concejal de PDC, Víctor Puig, se siente traicionado. “Es un caso de transfuguismo muy evidente, aunque el gobierno diga que no. Se han estudiado muy bien la situación. El proceso para expulsar a Garcia del partido y que sea declarado tránsfuga es largo y complicado, y el ejecutivo local también interviene. Ahora el PSC lo está demorando de forma premeditada porque le interesa”.
Puig asegura que no tenía ni idea de que su compañero estaba negociando a sus espaldas. “Tampoco es verdad que fuésemos a presentar una moción de censura en el pleno de noviembre. Sí que es cierto que habíamos mantenido conversaciones, pero sólo en una ocasión. Me citaron para desayunar los otros partidos de la oposición y me informaron de que existía esta posibilidad para arrebatarle el bastón de mando a la alcaldesa y darle la alcaldía a un partido que estuviese a favor del derecho a decidir. Cuando se lo comuniqué a Sergi García, él se lo explicó a la alcaldesa, porque resulta que llevaban negociando desde abril sin que yo lo supiese. Eso lo aceleró todo”, concluye.
Los habitantes de Rubí se debaten entre la indignación por haber asistido a un caso de transfuguismo en el Ayuntamiento y la sorpresa de haber presenciado una jugada maestra de estrategia política de la alcaldesa. Y el PP, entretanto, tendrá su celebración de la Constitución, presidida por el PSC, con el beneplácito de Ciudadanos y posibilitada gracias a un concejal nacionalista. Este martes, a las diez, tendrá lugar el acto. Los partidos que preparaban la moción de censura también estarán presentes para protestar. Se prevé un Día de la Constitución movido.