Le introdujo las manos por la blusa y le tocó los pechos mientras ella se negaba y él le decía: "Dios quiere que estés bien". El abusador se llama José Luis Portela, tiene 74 años y es el mayor exorcista de Galicia y uno de los más conocidos de España. Ella, la víctima, una feligresa de 42 años, se llama Valeria Midas y emprendió su lucha judicial en 2014. Portela ya fue condenado por un juzgado de primera instancia, pero ahora la Audiencia Provincial de Pontevedra ha ratificado dicha sentencia después de que él la recurriese. Gracias a ello, la iglesia de San Campio (Tomiño, Pontevedra) parece haberse exorcizado a sí misma. José Luis Portela quedará inhabilitado en cuanto la sentencia de la Audiencia de Pontevedra sea firme. Portela no ejercerá como párroco dentro de este santuario, aunque sí como exorcista a título personal.
Tras haber sido condenado a un año de prisión y a pagar 4.000 euros a la víctima, el agresor recurrió la sentencia convencido de que sería absuelto. Pero no le ha salido bien: la Audiencia Provincial ha ratificado la condena. De hecho, ni se plantea llevar a cabo un recurso de casación en el Tribunal Supremo (última bala judicial que podría disparar para librarse de la condena). Ha reconocido que pagará la indemnización a Valeria Midas, así como las costas judiciales (entre 5.000 y 6.000 euros). No irá a la cárcel porque es un delincuente primario (no ha sido condenado con anterioridad por ningún otro delito) y la duración de la pena es inferior a dos años.
El abuso sexual tuvo lugar en agosto de 2014 en la sacristía del templo. Según la primera sentencia (abril de 2016), el acusado, "con ánimo de satisfacer sus deseos sexuales, abrazó a la feligresa, le introdujo las manos por debajo de la ropa y le tocó los pechos". Ahora, no uno sino tres magistrados (los de la Audiencia Provincial de Pontevedra) han dado veracidad al testimonio de la víctima: consideran probado que el padre Portela abusó físicamente de Valeria y que le pidió que "le besara al tiempo que la agarraba y le besaba el cuello diciéndole 'Dios quiere que estés bien'". Una de las claves ha sido que Valeria ha mostrado coherencia en su relato en todo momento, mientras que Portela, no. El cura negó que ella siquiera hubiese entrado en la sacristía, donde abusó de ella, y sin embargo ella pudo describir perfectamente el lugar. Después él se desdijo y aseguró que había estado en la sacristía pero solo durante unos instantes.
La mujer, con problemas de insomnio tras el suceso, acudió a su médica de cabecera y se sinceró con ella tras pedirle "algo para dormir". Fue la doctora quien denunció los hechos. Durante el primer juicio, el cura afirmó, según explica Pablo Viana, abogado de Valeria Midas, que "la doctora solo denunciaba porque tenía envidia de que él curase a gente que ella no podía curar".
"Prefiero pagar 8.000 euros a un abogado que 4.000 a esa mujer, porque miente. Creo que puede estar ligada a una secta satánica y lo que quiere es echar abajo a un exorcista como yo", explicaba Portela a EL ESPAÑOL en septiembre del año pasado. Valeria también habló con este periódico para asegurar que no lo hacía por dinero: "Quiero que esto se sepa porque no quiero que le vuelva a hacer daño a nadie". De hecho, prueba de ello es que el abogado del acusado le ofreció 15.000 euros para no ir a juicio y ella los rechazó. Hemos intentado contactar de nuevo con José Luis Portela para saber qué opina, pero no responde ni a su teléfono personal ni al de la parroquia de San Campio.
Pablo Viana explica que este proceso judicial ha sido gracias a la carta que Valeria le escribió al Papa: "En ella le exponía su tristeza y malestar, y le pedía que esto no volviese a pasar, que la Iglesia no puede permitir estas cosas. Se ve que al Papa le conmocionó y él mismo, directamente, escribió al arzobispado de Vigo para que se abriese una investigación al respecto. A raíz de eso se estableció que si era condenado, y cuando hubiese sentencia firme, él dejaría de ejercer como cura; podría seguir siendo exorcista pero no en la parroquia".
José Luis Portela, que ahora tiene 74 años y lleva 47 en la iglesia de San Campio, ejerce como exorcista desde hace 15, siendo uno de los más famosos de España. En declaraciones a EL ESPAÑOL, Valeria Midas aseguró que "este señor no representa a Dios": "Sé que le ha hecho a más gente lo mismo que a mí pero no se atrevieron a denunciar. Y lo entiendo. En el juicio me sentí humillada, me hacían pasar por loca. No le deseo a nadie que pase por lo mismo que yo". Según afirma, el obispo, Luis Quinteiro, llegó a preguntarle a Valeria si "los tocamientos en el pecho no podrían ser un método de curación".
Su abogado asegura que Valeria está aliviada con la nueva sentencia: "Ella lo que quería es que esto no le volviese a pasar a nadie, porque además este hombre daba catequesis. No podemos asegurar que no volverá a ocurrir, pero ahora quizá se contenga ante el temor de que si acumula una nueva condena, entonces sí podría ir a la cárcel. Y esto sienta precedentes: al haber una sentencia, si le ocurre a alguna mujer más, quizá esta sí se atreva a denunciar".