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    Abdelhaken y Sabah posan con nueve de sus 10 hijos en una de las tres habitaciones que componen su casa en Mafraq./ Moeh Atitar

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    El matrimonio posa en una de las habitaciones de la casa. Abdelhaken, 52 años, perdió una pierna en una accidente laboral en Siria. Sabah tiene 30 años. Reciben una ayuda de ACNUR que no llega para mantener a sus diez hijos./ Moeh Atitar

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    Los niños más mayores de la familia trabajan buscando pan entre la basura, para luego convertirlo en pienso que malvenden a los ganaderos jordanos. La familia posa a las puertas de su casa en Mafraq./ Moeh Atitar