De camarero a millonario. Esteban, un utrerano de 60 años que no fue reconocido por su padre, un terrateniente andaluz, recibirá una herencia valorada en más de dos millones de euros tras un largo periplo judicial, en el que hasta los hermanos biológicos destruyeron los restos óseos del fallecido para evitar la prueba de ADN "porque temían que fuera positiva". Sin esas pruebas, el juzgado destaca el "extraordinario parecido físico" entre el camarero y los hijos reconocidos del terrateniente para reconocer la condición de hijo biológico de Esteban y así poder heredar al menos una finca rústica y viviendas.

La Audiencia Provincial de Sevilla ha ratificado este miércoles que el heredero pueda recibir la fortuna millonaria, tras rechazar el recurso presentado por sus hermanos biológicos. El abogado del camarero, Fernando Osuna, ha informado en declaraciones a Europa Press de que, además, los demandados tendrán que hacer frente al pago de las costas de ambos juicios, que se elevan a 9.000 euros.

Fueron los familiares "adinerados con mala fe" quienes destruyeron los restos óseos que estaban enterrados en el cementerio para evitar la prueba de ADN: "Temían que diera positiva". Y es que el camarero que reside en Mallorca nació fuera del matrimonio, fruto de una relación entre el terrateniente con una trabajadora de la vivienda del adinerado.

"Se trata de un curioso caso en virtud del cual no heredó en su momento un hijo por haber nacido fuera del seno del matrimonio", explica el abogado, que agrega que su padre, "con un buen patrimonio", murió hace ya 14 años, "se negó a reconocerlo como hijo y a ayudarle económicamente", de forma que hizo testamento y no dejó bienes para el hijo extramatrimonial.

De esta forma, su cliente se tuvo que marchar a Baleares hace muchos años "a ganar dinero para poder vivir", ha apuntado el abogado, que indica que la herencia se compone al menos de una finca rústica y viviendas. "Es posible que haya más patrimonio, pero puede ser que esté oculto", ha aseverado Osuna.

"EXTRAORDINARIO PARECIDO FÍSICO"

Ahora, comenzará el proceso para recuperar la herencia "que le corresponde", después de que la Audiencia haya rechazado el recurso de los hermanos de su cliente contra la sentencia de un Juzgado de Utrera que, tras cinco años de juicio, reconoció la condición de hijo biológico a este camarero mallorquín.

En la sentencia, la juez de Utrera destacaba el "extraordinario parecido físico" existente entre el camarero y los hijos reconocidos del fallecido y asevera que éstos tuvieron una actitud "claramente obstruccionista", reprochándoles el hecho de que mantuvieran una "negativa absolutamente injustificada" para no hacerse las pruebas de ADN.