Xosé Ferreño Lata es el pirómano de los cuatro mecheros. Con ellos fue sorprendido in fraganti por la Guardia Civil en A Coruña

Xosé Ferreño Lata es el pirómano de los cuatro mecheros. Con ellos fue sorprendido in fraganti por la Guardia Civil en A Coruña Jon Balenciaga

Reportajes Incendios forestales

Xosé, el pirómano de los 4 mecheros: así causó el 30 % de los fuegos de A Coruña

  • El hombre, de 53 años, fue detenido la semana pasada por la Guardia Civil. Se le acusa de provocar 28 incendios en los municipios de Mesía y Frades. Son el 30 por ciento de todos los incendios de la provincia de A Coruña en lo que va de año. Los agentes le pillaron quemando un bosque. Llevaba 4 mecheros encima.
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21 agosto, 2017 03:48

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Sábado 12 de agosto, 19.40 horas. Comarca de Ordes, provincia de A Coruña. Un hombre en el bosque, en medio de la espesura. Rodeado por doquier de pinos y eucaliptos. Anda sin cesar entre los árboles hasta que, en un momento dado, comienza a prenderle fuego a todo. Pero no todo va a resultar tan sencillo para él. No sabe que, de forma muy discreta, la Guardia Civil de la zona lleva tiempo tras sus pasos. En concreto, van  tras de él esa misma tarde. Le están pisando los talones. Le tienen en el punto de mira, saben lo que va a hacer cuando está en medio del bosque. Tan solo tienen que esperar.

Los hechos ocurren en el monte de Vilariño, una región de enorme espesura a 40 minutos en coche de la ciudad de A Coruña. Los agentes advierten la presencia del coche en una carretera y, ya entre los árboles, al pirómano. Llevan meses tratando de atraparle. Quizás este sea el momento.

Nuestro protagonista aguarda su momento, y también los agentes que le siguen. No todos los días se atrapa un pirómano. Xosé Ferreño Lata, un hombre acusado de provocar 28 incendios en la provincia de A Coruña. Esa tarde, unos minutos antes de que le atrapen, se baja de su coche y se acerca al monte. A los pocos minutos, la espesura comienza a arder. Lleva cuatro mecheros encima. Al poco rato, cuando no son ni las ocho, y no ha caído el sol todavía, los agentes se echan sobre él y le detienen.

Ferreño está acusado de provocar el 30 por ciento de los incendios de la provincia de A Coruña en lo que va de año. Todos ellos en las localidades que más frecuenta, debido a su lugar de residencia: son Mesía y Frades. En nueve de ellos hubo muchas personas que corrieron grave peligro. Entre otras cosas, por la cercanía de las llamas a las casas. Llegaron a estar a menos de 30 metros.

No es un caso aislado. La mayoría de los incendios en Galicia, el lugar en el que situamos los hechos, son provocados, pero siempre resulta una odisea capturar a los autores. Debido a la extensión del bosque gallego, el conocimiento que los pirómanos tienen de la zona y la rapidez de propagación de las llamas se convierten en enemigos a la hora de detener a los sospechosos. Pocas veces, además, quedan pruebas.

De hecho, las autoridades, comenzaron a seguirle la pista a Ferreño en el mes de abril. El día 28 comenzaron las investigaciones. Los agentes habían puesto en marcha un complejo operativo, denominado más tarde como la operación Antorchas. Se descartaron múltiples sospechosos para centrarse tan solo en un único objetivo. Finalmente, los agentes le pillaron in fraganti, en el momento del crimen, con el fuego en las manos y el bosque ardiendo a su alrededor.

Operativo preparado para detenerle

Los incendios son la tónica habitual del verano en Galicia.

Los incendios son la tónica habitual del verano en Galicia. Reuters

Xosé Ferreño Lata está ya a disposición judicial, preso en la cárcel desde el viernes pasado. Los agentes pudieron llevar a buen puerto su investigación, aunque no les resultó sencillo. Durante meses, hubo varios sospechosos en el punto de mira, nombres que podían encajar en el perfil del pirómano que ha quemado este año la mayor parte de los montes de A Coruña.

Sin embargo, poco a poco, y gracias a la colaboración de los vecinos, pudieron estrechar el cerco. Acabaron dando con Xosé, el principal protagonista de esta historia.

Ahora, los agentes han retenido el vehículo que Xosé utilizó durante messes para, presuntamente, ir prendiendo fuego aquí y allá, todo en montes cercanos a donde él vivía, en la parroquia de Xanceda, perteneciente al concello de Mesía.

Las diligencias han recaído en el Juzgado de Instrucción de Ordes. Ahora, distintas asociaciones ecologistas de la zona, como Arco Iris, exigen las penas máximas de cárcel en caso de demostrarse su culpabilidad. El castigo sería bien elevado para Xosé. De ser declarado culpable de prender fuego al 30 por ciento del monte de A Coruña en lo que va de año, las penas le mantendrían una buena temporada entre rejas. Y es que la reforma del 2015 del Código Penal podría servir a la acusación para pedir 180 años de cárcel por los nueve delitos de incendio forestal con peligro para las personas.

Quién es Xosé Ferreño

La provincia de A Coruña es la tercera más castigada por los incendios de Galicia. Entre 2001 y 2014, según datos del Instituto Nacional de Estadística, A Coruña fue la octava provincia que más acusó el ataque de las llamas en sus bosques, con un total de 80.078 hectáreas calcinadas por el fuego. Allí, como no es la región gallega más afectada por los incendios, se mantienen solo dos helicópteros trabajando en la extinción de lo fuegos, además de los correspondientes equipos de bomberos. En este caso, se han topado con un hombre cuya actividad incendiaria sobrepasa lo normal.

Xosé, el supuesto pirómano al que hallaron prendiendo fuego al monte con cuatro mecheros en las manos, era a todas luces un tipo normal. Nació hace 53 años en la parroquia de Mesía, donde están localizados la mayoría de los fuegos que provocó según las autoridades.

“Era un hombre normal. No se le veía mucho, aunque lleva viviendo aquí toda la vida”, relata un hostelero de la parroquia. Los fuegos, sin embargo, generaron una importante alarma social en el vecindario. En gran medida debido al peligro de que las llamas alcanzasen las casas de algunos vecinos de la zona. En algunos de los incendios que provocó, las llamas llegaron a estar a menos de 30 metros de las casas. Así hasta en 28 ocasiones diferentes.

El índice de Riesgo Diario de Incendio marca la probabilidad diaria de incendio en Galicia. Este mapa está actualizado a la probabilidad de este pasado domingo 20 de agosto.

El índice de Riesgo Diario de Incendio marca la probabilidad diaria de incendio en Galicia. Este mapa está actualizado a la probabilidad de este pasado domingo 20 de agosto. Xunta de Galicia. Consellería do Medio Rural

Xosé está casado, tiene dos hijos y una vida familiar como la de cualquier otro vecino de la zona. Nunca tuvo problemas con nadie. Trabajaba, desde hace muchos años, en el negocio de la extracción de cuarzo. En la zona hay diferentes empresas, y él estaba en nómina en ERIMSA (Explotación de Rocas Industriales y Minerales S. A.). Allí, cuentan en la empresa, se  realiza la “extracción de cuarzo de forma respetuosa para el medio ambiente. Cuarzos metalúrgicos y áridos para la construcción”. En este negocio llevaba muchos años trabajando nuestro protagonista.

Xosé sabía que le estaban siguiendo. Tenía conocimiento de la operación que las autoridades habían puesto en marcha para darle caza. Contaba con una ventaja: conocía perfectamente la orografía del terreno. Por que en Galicia, la complicada orografía, los intrincados caminos forestales y la gran multitud de recovecos que posee el monte de esta comunidad se vuelven un obstáculo para quienes tratan de atrapar a los pirómanos, grandes conocedores del terreno.

No en vano, todos los incendios que Xosé presuntamente provocó fueron en zonas cercanas a su parroquia, montes que él mismo conocía desde pequeño. Sabía, por tanto, cómo escapar, cómo dejar atrás a los agentes y en qué lugares encender la llama.

De ese modo, la operación Antorchas, puesta en marcha para darle caza, se tornó ciertamente complicada debido a todas estas circunstancias. El bosque gallego es intrincado y espeso, y la zona del concello de Mesía no iba a ser menos. Utilizando todo esto en su favor, Xosé Ferreño, el hombre de los cuatro mecheros, trató de despistar en varias ocasiones a los agentes que andaban en su búsqueda.

La lacra de los pirómanos y el 12 de agosto

Los bomberos luchan todos los días del verano contra el fuego en Galicia.

Los bomberos luchan todos los días del verano contra el fuego en Galicia. Mónica Ferreirós

En Galicia el 80 por ciento de los fuegos que se producen, según los datos de la Xunta, son provocados. Siguen siendo, sin embargo, un misterio conocer a quienes perpetran la quema de los bosques. Son pocos los detenidos y pocos los condenados. Pero cada año, según datos de la Consellería de Medio Ambiente, hay cerca de tres mil incendios en toda la región.

Ese mismo día en que se detuvo a Xosé, los agentes forestales y la Guardia Civil echaron el guante a otros dos jóvenes, de 20 y 21 años de edad, con idénticas intenciones en el también municipio coruñés de Coristanco. Se les acusa de provocar 13 incendios en la zona.

La investigación fue llevada a cabo por la  patrulla del Seprona de Arteixo (A Coruña). Desde la Consellería de Medio Rural detallaron que sin la colaboración de los vecinos habría sido imposible detener a los dos jóvenes. Ambos quedaron en libertad después de prestar declaración ante la Policía Local. Ahora,  las diligencias siguen adelante en manos del Juzgado de Carballo y de la Fiscalía Especial contra incendios forestales de Santiago de Compostela.

El 12 de agosto es una fecha que, casualmente, fue ya noticia por la quema del monte gallego. Sucedió el pasado año. Hay un cierto paralelismo entre el caso de Xosé y el de una mujer que ingresó en prisión tras provocar 15 graves incendios en la localidad coruñesa de Cerceda. Ambos fueron capturados in fraganti. Ambos acababan de prender fuego en su propio pueblo. Los dos iban llevaban encima las armas del crimen, los mecheros que delataban sus intenciones.

El arsenal incendiario incautado a Mari Carmen G.G.

El arsenal incendiario incautado a Mari Carmen G.G. Efe

La mujer, María del Carmen G.G., recorría los bosques de Cerceda hasta que depositaba en el suelo una vela aromática entre los árboles, donde a ella le venía en gana. Era la mecha para que todo ardiese y las llamas se expandiesen por el monte.

Cuando la detuvieron, los agentes le confiscaron el material incendiario que llevaba encima: 9 mecheros, cinco pequeñas velas aromáticas y una caja de cerillas. Entre todos estos objetos personales, la Guardia Civil advirtió un curioso detalle: uno de los mecheros que llevaba consigo contenía una mensaje por lo menos inquietante: “Amo Galicia”.

Mientras tanto, Xosé  se encuentra en prisión, a la espera de que se dirima su futuro. El hombre de los 4 mecheros, que presuntamente ha provocado el 30 por ciento de los incendios que han asolado el bosque coruñés este año, lo tenía todo planeado. Todo, excepto que, al final, lograron darle caza a poca distancia de su propia casa. Y con las manos en la masa.