Todas las dudas en torno a la búsqueda de Marc y Paula han podido más que las certezas. Los dos jóvenes de 23 y 21 años desaparecieron en el pantano geronés de Susqueda el pasado 24 de agosto, cuando iban a disfrutar de unas jornadas de vacaciones. Desde entonces, nada más se ha sabido de ellos. Sólo hay tres pistas: un coche hundido en el agua, un kayak que sufrió el mismo destino y los testimonios de conocidos y amigos. Ninguna de ellas sirve para dar con su rastro. Sobre la mesa, un abanico de hipótesis en el que dos cobran fuerza con el paso de los días: una fuga intencionada o un crimen. Sea como fuere, y ante la “falta de indicios”, los Bomberos han abandonado la búsqueda en un suceso que mantiene en vilo a la región. También la Guardia Civil.
¿Qué ha podido pasar? ¿Dónde pueden encontrarse Marc y Paula? Esas son las dos grandes preguntas a resolver y, para ello, los Mossos d'Esquadra, al frente de las pesquisas, tratan de reconstruir los pasos de Marc y Paula. No sólo los de aquel día, sino los de su trayectoria vital. Así pues, Marc Hernández López, de 23 años, es vecino de la localidad de Arenys de Munt, y Paula Mas Pruna, de 21, de Cabrils.
Es importante conocer sus inquietudes y sus últimas conversaciones para saber si los dos jóvenes tenían planeado marcharse. Por eso, trabajando con todas las hipótesis, los agentes están en continuo contacto con los familiares de los desaparecidos. En conversación con EL ESPAÑOL, los padres de uno de ellos apuntaron que no querían hacer ningún tipo de declaraciones y que dejaban todo en mano de los Mossos.
De forma paralela se trabaja en la reconstrucción de los hechos certeros. Marc y Paula se marcharon de sus respectivas casas el 24 de agosto. Tenían previsto disfrutar de unas jornadas de excursión en torno al pantano de Susqueda, a una hora y media de distancia por carretera. Viajaban a bordo de un Opel Zafira azul con matrícula 3834-BMC.
A partir de ahí, se pierde el rastro de Marc y Paula. Sólo se han encontrado dos pistas, a cada cual más sorprendente para los investigadores.
Por un lado, el coche. Los Bomberos de la Generalitat localizaron el vehículo dentro del pantano, a unos siete metros de profundidad. Tenía las ventanillas subidas y no había nadie en su interior. Lo que sí se encontró a bordo fue la documentación de ambos. Los indicios apuntan a que alguien empujó el Opel Zafira bajo el agua. ¿Por qué? Es un misterio. Los Bomberos consiguieron rescatarlo y los Mossos investigaron su interior en busca de un rastro fiable.
Por otro, el kayak. Un joven encontró esta embarcación hinchable -propiedad de Marc- en el fondo del pantano. Estaba pinchado y con tres piedras en la zona media de la estructura; los extremos flotaban ligeramente y el kayak quedaba en forma de “V”.
Una unidad canina de los Bomberos encontró un posible rastro de los dos jóvenes y se delimitó un área de búsqueda, que al parecer no ha obtenido mayores resultados.
¿Fuga o crimen?
“No descartamos ninguna hipótesis, están todas abiertas”, afirma un portavoz de los Mossos d'Esquadra -quienes lideran las pesquisas- en conversación con EL ESPAÑOL. Según fuentes próximas al caso las dos posibilidades con más peso son la fuga voluntaria y el crimen.
Los allegados de Marc y Paula no tienen clara la primera opción: si los dos jóvenes querían fugarse, ¿por qué dejaron la documentación en el coche hundido? ¿Por qué no se fueron con ese mismo vehículo en vez de arrojarlo al pantano? Además, según cuentan, no habían hecho nada sospechoso que hiciese creer en una fuga.
Los Bomberos de la Generalitat, según han explicado en un comunicado, han abandonado el rastreo en el pantano de Susqueda e inmediaciones ante la “falta de indicios”: en los últimos días habían destinado varias unidades a esta labor, incluido un helicóptero del cuerpo.
El estado de las pesquisas
Sobre el terreno quedan unidades acuáticas y de subsuelo de los Mossos d'Esquadra, así como un puñado de voluntarios que se han unido a las labores de búsqueda. “El trabajo se ha centrado en rastrear zonas que ya habíamos mirado, pero con más detenimiento, especialmente en zonas menos accesibles como grutas o agujeros”, señala un portavoz de los Mossos.
En pocas ocasiones los agentes del cuerpo han afrontado una investigación con tan pocos mimbres. Es difícil seguir el rastro y, por el momento, no existen sospechosos de ningún tipo. A Marc y a Paula no se les conocía nadie que les desease ningún daño. Y cada día que pasa es una lucha contrarreloj, tal y como admite el portavoz de los Mossos a EL ESPAÑOL: “Hoy no hemos encontrado nada [son las 17.10 cuando se produce la llamada]. Todavía nos quedan unas horas de sol. Si se nos echa encima la noche, no nos queda otra que esperar hasta mañana para reanudar la búsqueda sobre el terreno”.