El foco mediático en el caso Juana Rivas no cesa. En cuanto Francesco Arcuri ha pisado Italia, ha cambiado por completo su estrategia de defensa, convirtiéndola en un ataque. Sus objetivos: periodistas, políticas e incluso una ley —la de violencia de género—. Mantiene, eso sí, la idea de compartir la custodia de los menores, pero impide que los niños se comuniquen con su madre, Juana Rivas. Así lo transmitió Arcuri a través de su último abogado en España, José Luis Sariego, quien le dejó de representar en la noche del jueves 7 de septiembre. El exmarido de Juana Rivas reconocía haber "cortado voluntariamente la comunicación de sus hijos con su madre siguiendo los consejos de psicólogos italianos".
Hasta hace poco, Francesco Arcuri insistía en que jamás hizo daño a Juana Rivas ni a sus hijos. Él mismo lo explicó en El programa del verano, la versión estival de El programa de Ana Rosa: "Le he ofrecido compartir la custodia y una ayuda económica" o "no tengo ningún problema en mantener una buena relación con la madre de mis hijos por el bien de ellos" son algunas de las frases que pronunció. También aseguró que aceptó la condena de 2009 para poder ver a su hijo (entonces no había nacido el segundo), en contra de lo que le aconsejó su abogado, y que en realidad fue ella quien le pegó.
No es posible comprobar si realmente aceptó la condena por ese motivo, lo que sí se puede corroborar es que dicha condena existe: según la sentencia del Juzgado de Violencia sobre la Mujer nº 1 de Granada, el 7 de mayo de 2009, Arcuri le pide explicaciones a Juana Rivas sobre dónde ha pasado la noche y la golpea "repetidamente" causándole lesiones que necesitaron asistencia médica. Fue condenado a tres meses de prisión por "lesiones en el ámbito familiar" y le impusieron una orden de alejamiento de ella de un año y tres meses.
Ella misma relataba este episodio de violencia en El programa de Ana Rosa hace tan solo unos días, explicando que la agarró del cuello y que se orinó encima del miedo. Precisamente por esta entrevista Arcuri ha decidido interponer una demanda millonaria por difamación contra periodistas y políticas, entre ellas Ana Rosa y Susana Díaz (a esta última su abogado se refirió como "la presidenta de una comunidad autónoma española").
Juana Rivas decidió contar su versión públicamente porque, según dijo, sentía que no se había explicado aún. "Arcuri es muy celoso y me ha controlado y maltratado", incluso, "cuando no estaba ya con él", afirmó. "Cualquier hombre con el que hablara le provocaba celos", añadió. Según el condenado por agresión, Juana Rivas "vendía por dinero" su versión de los hechos en el programa de Telecinco, olvidando que él hizo lo propio —exponer su versión— semanas antes.
No solo eso; también en Italia —ya que sus abogados en España le han abandonado— ha presentado una denuncia contra la ley de violencia de género española porque, según él, "vulnera los derechos de los hombres". Arcuri lo anunció justo después de que Juana Rivas se declarase inocente en una comparecencia ante el juzgado de Granada que la investiga por la presunta sustracción de los dos menores y desobediencia a la justicia.
En resumen, desde su llegada a Italia, Arcuri habría emprendido acciones judiciales contra una ley que protege a las víctimas de la violencia de género, contra periodistas y contra representantes políticos. Todo esto se suma al anuncio repentino de sus representantes legales en España —el bufete Sariego Abogados— de rescindir sus servicios. Según los abogados, esta decisión se debe a desavenencias con el equipo legal italiano, en concreto con el coordinador del mismo, Bruno Poli. "Ante las decisiones y desafortunados comentarios [de Poli], con el que mostramos nuestro mas enérgico rechazo, este despacho ha decidido abandonar la defensa de los intereses legales en España de Arcuri", han transmitido en un comunicado. "No se nos ha dejado gestionar de forma adecuada las declaraciones públicas del señor Arcuri por parte de dicho coordinador".
Ana Rosa, por su parte, ha contrataatacado recordándole que él también dio su versión de los hechos en dicho espacio televisivo: "Juana ha cobrado lo mismo que cobraste tú cuando estuviste, es decir, cero euros. Mi abogado ya se ha puesto en contacto y si no retiran eso del comunicado, la que le demanda soy yo, listo".
"¿Por qué volviste con él?"
La pregunta que Ana Rosa le formuló a Juana Rivas en diversas ocasiones durante el programa —"¿por qué volviste con él?"— es la misma que se le hace a muchas mujeres maltratadas. También otras cuestiones como: "¿Por qué no le denunciaste?". Sirva este ejemplo concreto para hacer una valoración general de cómo funciona el ciclo de la violencia.
"Cada vez que cuestionamos la acción de una mujer victimizada lo que hacemos es responsabilizarla a ella en vez de al hombre que ha ejercido la violencia. Todos estos cuestionamientos de por qué no denuncia, por qué retira una denuncia o por qué vuelve con él solo consiguen poner el foco en ella. La causalidad y la solución tienen que ir encaminadas a ellos", explica Marta Ramos, psicóloga en el Centro de Atención, Recuperación y Reinserción de Mujeres Maltratadas (CARRMM).
El ciclo de la violencia, explica la experta, tiene por lo general tres fases: la de tensión, la de descarga y la de luna de miel. "Ninguna mujer elige a un hombre que la maltrata. Lo que sucede es que se enamora de un hombre que la trata bien, que es cariñoso y atento al inicio de la relación; comienzan los comportamientos de control y aislamiento, legitimados por el concepto de amor romántico [fase de tensión]". Llega un momento en que hay alternancia de comportamiento: hoy te trato bien, hoy te trato mal. Ramos la identifica como "fase de descarga".
"Esto genera indefensión en la persona victimizada, que ve su autonomía dañada. Cuando la mujer se da cuenta del daño que sufre y quiere salir de la relación, comienza la fase de luna de miel: él pide perdón, hace promesas de cambio... Además, el entorno le dice que siempre ha sido un hombre maravilloso y un vecino perfecto. Esa fase tiene efecto porque nosotras somos educadas para buscar príncipes azules y mantenerlos: somos cuidadoras. Después de la fase luna de miel, vuelve la de descarga, claro".