El olor a casa, símbolo del hogar, el testigo de una infancia, de la tranquilidad, ya no es tan cálido, tan calmado. El olor de la niñez también se ha enrarecido a consecuencia del procès. El icónico detergente Norit ha decidido recoger sus cosas y marcharse de su Cataluña natal, de aquella Barcelona boyante que fue el escenario de la creación de este jabón, que se coló en el imaginario popular gracias a su emblemático borreguito.
Corría el año 1944 cuando esta pequeña oveja saltó a los supermercados españoles para acabar convirtiéndose en una habitual. Su imagen gráfica tiene un hueco en la historia de la publicidad patria. Pero no estaba sola: el éxito de Norit se vio complementado con una cancioncilla, que sonaba y sonaba en la radio. Un acompañante en la rutina que se ganaba un hueco en el carro de la compra.
Me he lavado el vestidito,
yo mi blusa me he lavado
lo he dejado muy blanquito,
muy sedosa me ha quedado.
Porque porque hemos usado
Norit, el borreguito.
Ahora, AC Marca -el grupo empresarial al que pertenece Norit- no está dispuesta a jugársela más y opta por abandonar Cataluña. La decisión se enmarca después de un año en el que la facturación de la firma volviera a aumentar. Según recoge el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme), la compañía ha experimentado un crecimiento en sus ventas en 2016 de casi un 14% con respecto al año anterior. El aumento forma parte de una escalada continuada en su facturación desde 2014, según ha podido comprobar EL ESPAÑOL. Y el desafío independentista catalán podría echarlo todo a perder.
El cuidado del hogar cambia su sede
AC Marca -y Norit- se resistían a dar el paso. No en vano, su empresa es el prototipo de la clásica compañía catalana. Sede en L’Hospitalet de Llobregat, una icónica ciudad del cinturón industrial de Barcelona. Pyme, con 64 empleados -en su sede en el municipio barcelonés-. Y, sobre todo, familiar. AC Marca, fundada hace 95 años por Antonio Marca, está dirigida por la cuarta generación del clan, con Marcos Fernández García-Marca -su consejero delegado- al frente. Tienen fábricas en España, pero también en Francia, México y República Checa.
Bajo el paraguas de este conglomerado empresarial, que en total factura más de 70 millones de euros anuales y que cuenta con diez filiales propias con presencia en medio centenar de países, se encuadran otras marcas conocidas para cualquier español como Sanytol, Lactovit, Giorgi, Aftersun, Ecran o Ceys. O lo que es lo mismo: cuidado del hogar, higiene personal, bricolaje y adhesivos.
Es Norit algo inaudito,
para dejar bien lavada,
la prenda más delicada,
es Norit, el borreguito.
Pero la situación, a menos de 15 días de las elecciones autonómicas del que saldrá el nuevo president del Govern, se ha vuelto sumamente difícil para el mundo empresarial. Los negocios no son estables: nadie sabe en qué posición quedará Cataluña si vuelve Carles Puigdemont al Palau de la Generalitat.
AC Marca ha decidido que su nueva casa será Madrid. La misma semana del anuncio de su traslado, el fabricante italiano de neumáticos para vehículos Pirelli, el productor cárnico Argal y la cadena hotelera Axel también han cambiando su sede social de Cataluña a diferentes puntos de España. Pirelli se ha trasladado a Valencia; Argal, a Zaragoza. Axel también se mueve de Barcelona a Madrid.
Norit, una más en una fuga imparable
Sólo son cuatro compañías más de una fuga que parece imparable. Desde el pasado 2 de octubre, un total de 2.907 empresas trasladaron su sede social desde Cataluña a otras regiones de España. Según datos del Colegio de Registradores Mercantiles de España, el mes de noviembre cerró con 894 traslados de sede social desde Cataluña a otra parte de la geografía española, frente a los 1.982 del mes de octubre.
El éxodo empresarial ha tenido grandes protagonistas. Algunos, de manera preventiva de cara a la campaña de Navidad y al boicot que están sufriendo los productos catalanes, como Cola Cao, Codorníu o Tous. Otros ante la incertidumbre y la inestabilidad. Quizás los más sonados sean los grandes bancos y las farmacéuticas.
Porque, del total de empresas que abandonaron Cataluña desde el pasado 2 de octubre, 2.591 de ellas tenían su sede en Barcelona. Mientras que 65 la tenían en Girona, 108 empresas, en Lleida, y las 143 restantes, en Tarragona.
Los días pasan y el borreguito de Norit continuará -de momento- en los estantes. La cotidianeidad que regala, para muchos, el hacer la compra no es equiparable a los días de tensión que están por venir. Pero el desenlace tiene fecha: el 21 de diciembre.