Los hombres que asesinan a sus parejas no están locos. No son alcohólicos. No tienen "accesos de ira". No actúan perdiendo el control. Los hombres que asesinan a mujeres saben, por desgracia, perfectamente lo que hacen. Muchas veces actúan empleando una violencia excesiva en sus actos machistas. Este año, tristemente se ha vuelto a comprobar. 53 víctimas al cierre de esta edición son las que se ha llevado por delante una lacra que no cesa.
En EL ESPAÑOL hemos contado todas y cada una de las vidas de las mujeres que han sido asesinadas por sus parejas o exparejas. Sus vidas no son simples números.
Aparte de esas características, al tratar de detallar un perfil de los agresores nos hemos encontrado con que es complicado establecer un patrón concreto. Los casos son muy dispares. Hay asesinos jóvenes, hombres adultos, casados, solteros, de alta y baja clase social…
Sí que se pueden establecer, en cambio, algunos patrones de conducta. Esto es así en base a datos de años anteriores. Por ejemplo, en el año 2009, un estudio Elaborado por el Grupo de Expertos en Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial daba algunos datos que ayudan a esbozar, en líneas muy generales, cómo es el autor de los crímenes machistas.
El maltratador/agresor/asesino suele ser hombre varón, de entre 30 y 45 años, actúa con premeditación (prepara a conciencia el crimen) y tiene plena consciencia de sus actos. La mayoría de los asesinos utilizaron un cuchillo para acabar con la vida de la víctima. El ensañamiento está en muchos casos presente en la forma de actuar del agresor. Aunque con muchos casos que se salen de este marco, el perfil se ha repetido de nuevo este año.
Más allá de los agresores y de las vidas que dejaron truncadas tras de sí, hay niños que han quedado huérfanos, familias rotas, madres destrozadas, hermanos y hermanas cuyas vidas no se recompondrán con facilidad.
Niños huérfanos
Una gran cantidad de menores se han quedado huérfanos este año después del asesinato de sus madres a manos de sus padres. Uno de esos casos es el de Valentina, que vivía en Collado de Villalba (Madrid) con su hija de 6 años y con José, su marido y posterior agresor. El asesinato de Valentina, que apareció el pasado mes de mayo muerta en su propia casa con una bolsa en la cabeza hace que su pequeña hija haya quedado huérfana para siempre. Valentina era repostera y dedicaba todo el tiempo del mundo a cuidar a su bebé.
Jessica Bravo Cutillas era camarera en la localidad valenciana de Elda. Su pequeño ha quedado huérfano después de que su pareja la asesinase a tiros delante de la puerta del colegio del pequeño.
Eliana González Ortiz, de 27 años, está en su casa junto a sus dos hijos, en el número 47 de la calle Tomelloso, en el barrio Almendrales (distrito de Usera, al sur de Madrid). Su compañera de piso, una chica cubana con la que vivía desde hace un mes y poco, estaba de viaje. Eliana cuidaba del hijo de esta mientras estaba ausente. Hasta su casa se acercó Said, de 40 años, la expareja de Eliana, para recoger a los dos hijos que tenían en común. La encontraron rodeada de un charco de sangre. Los dos hijos quedan ahora huérfanos.
Suicidio
Los suicidios o intentos de suicidio tras asesinatos machistas se han producido con cierta frecuencia este año. Es otro de los patrones repetidos. El agresor asesina a su víctima y después trata de suicidarse, a veces con la misma arma con la que perpetró el crimen.
Carmen González Ropero tenía 79 años cuando fu acuchillada por Pablo, de 82, en Súria (Barcelona) el pasado siete de febrero. Después de asesinarla, el hombre trató de suicidarse clavándose el mismo cuchillo en el abdomen.
Andrei, el asesino de Violeta en Llanos de Alquián (Almería) se ahorcó en el mismo invernadero en el que apareció el cadáver de la mujer. Tras cometer el crimen, se colgó de una traviesa.
Lo mismo ocurrió en el caso de Susana, la terapeuta de reiki que apareció muerta en su casa de ciudad Lineal. No tenía hijos. Su marido, Jesús Rego Bernal, la estranguló hasta matarla y después cogió un cuchillo de cocina y trató de suicidarse. Cuando llegaron los servicios de emergencia estaba completamente ensangrentado.
El caso de María José Mateo, vecina de Redondela (Pontevedra) es todavía más doloroso. El hombre, Emilio Fernández, de quien se estaba separando, le estaba esperando en casa. Cuando llegó cortó la manguera de dos bombonas de butano y prendió la casa con un bidón de gasolina que había llevado al lugar. Murieron ambos en el acto a causa de la deflagración. Ella, asesinada. Él, en acto de suicidio.
Matarlos delante de los niños
Los asesinatos de mujeres delante de sus hijos es algo que tristemente ha ocurrido en distintas ocasiones a lo largo de este año. Lleva años produciéndose. Los niños son las otras víctimas de esta lacra, quienes también viven en carne propia las agresiones de la violencia machista. Es el caso de los hijos de Arancha, asesinada esta semana. La mujer trabajaba en una gasolinera en Azuqueca de Henares. El asesino, su pareja, la mató de un tajo en el cuello delante de sus hijos, que lo vieron todo. Lo mismo que Jessica Bravo Cutillas, en Elda. Su pareja la abatió a tiros en la puerta del colegio de su hijo con el menor delante.
Es similar el caso del asesinato de Cristina Martín Tesorero, el pasado mes de febrero. Su asesino, Rafael, la acuchilló en presencia del hijo menor de ambos, un infante de apenas unos meses. La abuela, madre de Cristina, estaba también delante. Cuando ocurrió salió corriendo de allí a pedir ayuda. Ya era demasiado tarde.
Ellos mayores que ellas
Según un análisis de los casos de violencia machista que se manejan en este periódico, la mayor parte de asesinos eran de mayor edad que sus víctimas. Tan sólo en cinco de los asesinatos, las víctimas eran mayores que sus agresores.
Un caso significativo es el de Ana Hilda Linares de 55 años, ella era veintiséis años mayor que Ronald Alexander, su asesino de 29 años. Según la actual ley de violencia de género, Ana Hilda no es considerada una víctima de la violencia machista porque su asesino no era ni su pareja ni su expareja. Pero en la contabilidad de El Español consta como otra de las víctimas.
En el lado contrario está James Breaks, el exluchador inglés de ochenta años que asesinó a Donna Cowley de treinta y tres años menos que su asesino.
Jóvenes
El 27% de los jóvenes entre 15 y 29 años considera que la violencia de género es una conducta normal en una pareja, así lo apunta un estudio del Centro Reina Sofía. Esto significa que uno de cada cuatro jóvenes ven las agresiones machistas como algo habitual. Este dato corrobora lo que ya se ha visto este año: muchos de los agresores rondaban los veinte años. Víctor Llorens Jordá tenía 28 años cuando mató a Andrea Carballo, la joven a la que había maltratado durante dos años.
Adrián Sánchez Castro es uno de los asesinos machistas más joven de este año. El malagueño se negaba a aceptar que su expareja hubiera puesto punto final a su relación de menos de un año. Cerca de los treinta estaba Andrei Rotariu, (29 años), el hombre que acabó con la vida de Andra Violeta.
Casi todos españoles
La mayor parte de las víctimas eran españolas al igual que sus asesinos. Sin embargo hay algunas excepciones en las que los asesinos eran de nacionalidad extranjera. Un caso que resulta llamativo es el del asesino de Katharina, una joven alemana de 35 años. Ella salió de Alemania huyendo de Marcel, su expareja. Él la descubrió en España y viajó en coche desde el país germano hasta Valencia con un cuchillo, bridas, un bidón de gasolina y una escopeta.
Andrei Rotariu era de Rumanía, mató a su novia -también rumana-. Él tenía 29 años y su cadáver se encontró en el mismo lugar que el de la víctima. Ambos vivían en Almería.
Corpulentos y de gimnasio
En todos los casos de violencia machista hay patrones que coinciden, pautas similares y comportamientos previsibles. Igual que la mayor parte de los casos los agresores tienen más años que las víctimas, también suelen ser más corpulentos y desarrollan profesiones en las que se requiere cierta forma física.
Jesús Marín es un buen ejemplo de esto, él asesinó a Arancha en la última semana del año. Trabajaba como guardia de seguridad en la empresa Loomis, especializada en traslado de caudales. Según los vecinos el hombre estaba obsesionado con el gimnasio.
Trece asesinos tenían antecedentes y denuncias
En los asesinos por violencia machista hay comportamientos comunes. Muchos, son reincidentes en sus delitos de agresión y otros tantos ya han agredido o amenazado a la victima. Este es el caso de 'El Peonza' que asesinó a su expareja a finales de año. Ella había cortado la relación por los malos tratos que sufrió durante dos años, pesaba sobre él una orden de alejamiento pero no dejaba de acosarle.
También Imanol Castillo, de 31 años arrastraba cuatro denuncias por violencia de género. Asesinó a Jessica Bueno días antes de que se fuera a celebrar un juicio rápido por un delito de amenazas hacia la víctima. De todas las mujeres asesinadas este año, un 24,52% habían denunciado y sus agresores llevaban a su espalda delitos de agresiones por violencia de género.
Estos son los asesinos -de los que se conoce la identidad- que han acabado con la vida de 53 mujeres en 2017. Imanol Castillo, 31 años; René, de 38 años; Antonio; Agustín Herrero Bedoya; Eneko Fernández Iglesias, de 32 años; Adrián Sánchez Castro, de 22 años; Nelson Enrique Parra Tabares, de 20 años; Francisco Javier Nieto, de 50; Francisco Salvador García, de 31 años; Ricardo Alba Abril , de 78 años;José Alén Lorenzo, de 59 años; Rafael García Tesorero; Manuel alias 'Piti', de 57 años; José Ricardo Duarte Medina , de 40 años; Emilio Fernández Castro, de 47 años; Francisco José López Romera, de 52 años; José Luís S. G, de 47 años; José Luis G.G, de 5 años; Joe de Jesús Vasquez, de 32 años; Ayoze Gil, de 34 años; Iván , de 38; Manuel Bustamante, de 48 años; Andrei Rotariu, de 29 años; Markel Malik; Antonio G.G; Ronald Alexander, de 29 años; Jesús, de 61 años; José Jara, de 48 años; José Arellano, de 37; Francisco Rodríguez Torralbo, de 54; Encarnación García Machado, de 57 años; Un hombre del que se desconoce el nombre, de 43 años; James Breaks, de 80 años; Pedro Chillón Puentes, de 71; Paco, de 71 años; Andrés Hermes Oval, de 39; Miguel Ángel Guardia; Pedro Pérez, de 50 años; Marcel, de 40.