Una nave industrial por la que la policía había pasado muchas veces. Una fábrica de gaseosas abandonada en la parroquia de Asados (Rianxo), al lado de la casa de los padres de El Chicle. Una fábrica que, según ha sabido EL ESPAÑOL, servía para esconder alijos de droga en la zona. Una fábrica que él conocía a la perfección porque estaba en la parroquia en la que nació y de la que tendría las llaves por haber trabajo allí, según cuentan a EL ESPAÑOL unos vecinos. El cuerpo de Diana Quer acaba de aparecer esta misma mañana casi 500 días después de su desaparición.
El cuerpo de la joven estaba en un pozo en la segunda planta, en el sótano del almacén. Se trata de un manantial natural manipulado para ser convertido en pozo. El cuerpo se encuentra en avanzado estado de descomposición.
Los agentes conocían la zona. Habían pasado por ahí. Se trata de una nave embargada que ‘El Chicle’ conocía porque servía para el trapicheo de droga en la zona, para esconder alijos en su interior. Pero nadie sabía que existía ese pozo.
De este modo, fuentes policiales afirman a EL ESPAÑOL que ha sido él quien ha confesado el lugar donde estaba el cuerpo de la joven. Su mujer, que quedó ayer en libertad, no tenía ni idea de dónde se encontraba el cadáver. Fue él quien al final acabó explicando el lugar exacto en el que abandonó y escondió el cuerpo.
José Enrique Abuín Gey se derrumbó y acabó confesando. Él mismo llevó a los agentes hasta el lugar, situado en la calle Somoza, a pocos minutos de la casa de sus padres, en el lugar de Asados, en el concello de Rianxo, a diez minutos del puente de Taragoña, el lugar donde desapareció el móvil de Diana Quer.
Ahora, la autopsia determinará cómo murió Diana Quer, si hubo ensañamiento, si no lo hubo, de qué manera fue asesinada y cuándo. Debido a esta confesión, los agentes han retrasado el registro de la casa de ‘El Chicle’ para trasladarse hasta el almacén abandonado, donde se han encontrado con el cuerpo de Diana Quer.
Los vecinos le vieron rondando la zona
Eran las 5.00 horas de la mañana cuando 'El Chicle' llevó a los agentes hasta el almacén donde había dejado el cadáver de la joven. Se trata de un pequeño pozo de unos cinco metros de diámetro, no muy profundo. La extracción del cuerpo ha sido muy complicada por el avanzado estado de descomposición en el que se encontraba.
El hombre había sido visto en días anteriores rondando la zona. En concreto, una mujer, cuya casa se encuentra a pocos metros del almacén, aseguró que le vio rondando el cementerio de la parroquia que está a unos 20 metros del almacén. "Le vi por la zona esta misma semana y me preguntaba qué hacia en el cementerio si jamás fue a misa", cuenta.
Después de que se conocieran las noticias y después de que confesara el crimen, en su casa familiar, a menos de cinco minutos andando, su padre sufrió un ataque de ansiedad y tuvo que ser atendido por los servicios médicos.