Trump, el nieto del dueño del burdel, azotado por una 'porno star' en su aniversario
Stormy Daniels, actriz porno, lo azotó con una revista económica durante uno de sus encuentros carnales. La silenciaron con dinero para evitar un fracaso en la campaña. El escándalo ha estallado cuando se cumple un año de Trump en la Casa Blanca.
20 enero, 2018 02:10Imagínese por un momento que la opinión pública española descubre que hace años, antes de ganar las elecciones, Mariano Rajoy -o Pedro Sánchez, o Rivera o Iglesias- mantuvo un encuentro sexual con una conocida actriz porno, a la que pidió que lo azotara con una revista económica en el trasero durante el acto carnal. Para rematar, el entorno del político le paga a la protagonista 130.000 dólares durante la siguiente campaña electoral y así callarle la boca. Quizá no sea la Gürtel, pero ¿cree que el país entraría en shock? Pues bien, en EEUU estas cosas ya no impresionan. La otrora moralista sociedad norteamericana, tras un año de Donald Trump en el poder, está ya curada de espanto.
En el último informativo satírico del espacio humorístico Saturday Night Live, uno de los presentadores bromeaba al respecto. "La noticia de que un abogado de Trump haya entregado un soborno a una estrella del cine X para que no revelara antes de las elecciones que mantuvo un 'affaire' con el magnate ya ni siquiera es big news”, decía. “De aquí a un año, vamos a leer un titular sobre que han encontrado al presidente junto a una prostituta muerta, justo al lado de los pasatiempos”.
Efectivamente, cuesta entender que esta información adelantada por un medio serio y no precisamente liberal como The Wall Street Journal esté pasando como un asunto secundario por la actualidad estadounidense. Aunque para entenderlo, hay que recordar que durante esos mismos días, el inquilino de la Casa Blanca ocupaba las portadas de la prensa por haber llamado “países de mierda” a varias naciones centroamericanas y africanas, o que se acababa de publicar el libro Fire and Fury, con supuestas revelaciones sobre la trama rusa o las intimidades de alcoba de la Primera Familia.
Ya estaba casado con Melania
Sin embargo, esta historia sobre la presunta aventura del presidente y la estrella porno Stephanie Clifford, cuyo nombre artístico es Stormy Daniels, no parece que vaya a remitir o quedarse en otra anécdota surrealista en el currículo de Trump. Tanto el WSJ como otras cabeceras siguen aportando nuevos detalles cada día, que hacen pensar que efectivamente pudo producirse este pago de 130.000 dólares durante la campaña de 2016 para que la artista no mencionara el presunto romance que en 2006 mantuvo con el magnate, por entonces ya casado con Melania, que estaba recuperándose del parto de su hijo Barron.
Antes que nada, conviene poner en contexto y en su justa medida esta nueva controversia. El asunto no es el ‘Watergate’ pero tampoco es menor, y no tanto por los escabrosos pormenores sexuales, sino porque de confirmarse, habría que plantearse que otras personas como esta actriz podrían llegar a chantajear o tratar de influir sobre el presidente, bajo la amenaza de revelar informaciones comprometedoras sobre su comportamiento personal. De hecho, la noticia sería altamente preocupante si no se tratara de Trump.
Según The Wall Street Journal, el abogado del magnate que realizó el pago, Michael Cohen, utilizó una compañía en Delaware para abonar a la estrella porno los 130.000 dólares, justo a un mes de los comicios presidenciales, cuando además Trump estaba bajo el ojo del huracán tras airearse la famosa grabación en la que aseguraba que podía hacer con las mujeres lo que quisiera.
Entre el sexo y la ley
Cohen creó una nueva empresa, Essential Consultants LLC, el 17 de octubre de 2016, según documentos corporativos, a través de la cual transfirió el dinero al entorno del abogado que representaba a Stephanie Clifford. Esta estrategia le permitió realizar la operación discretamente, ya que en Delaware las compañías no están obligadas a divulgar públicamente los nombres de sus gerentes. Para enmascarar aún más las identidades de los involucrados, las partes utilizaron seudónimos, de modo que la actriz fue identificada como Peggy Peterson.
Este mismo viernes, la CNN analizaba extensamente las implicaciones de este nuevo episodio, dejando a un lado el comportamiento sexual del magnate y centrándose en si estos acontecimientos infringen alguna ley o rompen alguna norma ética. Aparentemente, de ser cierto lo que cuenta el Wall Street Journal, es decir, que el pago se realizó a través de una compañía pantalla con dinero supuestamente de las empresas Trump, estos fondos podrían considerarse una aportación electoral a la campaña del magnate. Y ahí sí puede haber problemas, ya que cualquier donación debe cumplir una serie de requisitos legales y, en este caso, nadie sabe aún ni cómo ni de dónde sale ese dinero.
No hay desmentido
Cohen, al igual que la Casa Blanca, ha negado que la relación haya existido. “Estos rumores han circulado una y otra vez desde 2011. El presidente una vez más niega con vehemencia que esto ocurriera, al igual que la señora Daniels”. Sin embargo, el abogado no entra a desmentir ni a mencionar el pago de los 130.000 dólares. La estrella porno también refuta haber participado en un “romance o encuentro sexual” con Trump, así como haber recibido cantidad alguna proveniente del magnate. No obstante, cabe precisar que el pago no habría venido de las cuentas del republicano, sino de Essential Consultants LLC.
Pese a estos desmentidos, la hemeroteca ha permitido sacar a la luz que Stormy Daniels sí que estuvo en los medios hace años presumiendo de haber mantenido relaciones sexuales con el millonario Trump antes de que éste se metiera en política. Cruzando los datos, como han hecho varios medios estadounidenses, la versión de Cohen y de la Casa Blanca empieza a tambalearse.
Le prometió un piso y un programa
Para empezar, la revista Slate ha informado de que en enero de 2016, uno de sus periodistas contactó con Daniels con el objetivo de publicar que en 2006 ella y Trump comenzaron una relación que duró casi un año. Ella confirmó los hechos y también le dijo que su abogado, Keith Davidson, había negociado un acuerdo económico secreto con Cohen que no incluía los nombres reales de las partes, pero dijo que estaba preocupada de que Trump no lo cumpliera. Aproximadamente una semana antes de la votación, la actriz dejó de responder a las llamadas y mensajes del reportero.
Antes de cortar la comunicación, Daniels le había relatado que se conocieron en un torneo de golf para famosos en Nevada en 2006, que acudió a visitarlo a un hotel Trump y que allí iniciaron una relación sexual de casi un año. Coincidieron luego en varios eventos más, entre ellos, a principios de 2007, una fiesta para promocionar el Vodka Trump, donde fue fotografiada.
También contó que el millonario le había ofrecido comprarle un piso en Tampa, Florida, y que quería presentarla como concursante en la próxima temporada de Celebrity Apprentice, un reality show. Stormy reconoce que no lo tomó en serio, pero que él insistía en que podía hacer lo que quisiera en la NBC. Luego, Trump dio marcha atrás y se excusó alegando que la esposa de un ejecutivo se había opuesto.
"Sexo de manual"
La revista In Touch ha rescatado también una entrevista con Daniels en 2011, en la que ella misma describía esas relaciones sexuales. Entre otras cosas, la actriz comentó que “el sexo fue de manual” o que "en realidad, ni siquiera sé por qué lo hice, pero recuerdo que mientras estábamos teniendo relaciones, yo estaba como pensando, 'por favor, no intentes pagarme”.
Otras publicaciones también han contactado con amigos de la estrella porno, que habrían corroborado que ella reconocía abiertamente haberse acostado con el empresario. No obstante, lo más llamativo lo ha sacado esta semana la revista política Mother Jones, que ha tenido acceso a una serie de correos electrónicos de 2009 entre varios asesores políticos que colaboraban con la actriz por aquel entonces, ya que, aunque parezca extraño, sopesaba iniciar una carrera política.
Según esta correspondencia, la intérprete admitió que en una de esas citas ocurridas en 2006, Trump la hizo ver con él durante tres horas Shark Week, un concurso televisivo sobre empresarios novatos que tratan de patentar sus ideas ante cazatalentos.
Azotado con una revista
Pero sin duda, lo más chocante que contienen esos emails es otra confesión. Durante uno de los encuentros carnales, el magnate le pidió a la chica que mientras estaban en acción, lo azotara con un ejemplar de la revista Forbes en cuya portada aparecía él. Y he aquí otro detalle inquietante: en el único número de 2006 de esta publicación donde puede encontrarse a Trump en primera página, el millonario está rodeado por dos de sus hijos, Ivanka y Donald Jr.
En este sentido, según estas informaciones, parece que el magnate piropeó a la actriz elogiando el parecido que guardaba con su hija.
Desde luego, lo de Forbes no deja de ser anecdótico, aunque a la vez resulta momento premonitorio cargado de simbolismo. En septiembre de 2015, Trump arremetía contra esta publicación, aseverando que "Forbes es una revista en bancarrota, que no sabe de lo que está hablando”, después de que la publicación explicara que su fortuna era menor de lo que se creía. "Fake News", diría ahora, persiguiendo y azotando al presidente. Literalmente.
Esta narración resultaría casi imposible de creer -o no- si no fuera porque Mother Jones ha contrastado los correos electrónicos hablando con los asesores que los escribieron.
Cuando en 2009 Daniels estudió la posibilidad de entrar en política, varios consultores le advirtieron de que necesitaría apoyos importantes. Entonces, ella les habría mostrado en su teléfono el contacto de varios empresarios y figuras del mundo del entretenimiento para adultos que podrían respaldarla, entre los que estaba el empresario Donald Trump.
Andrea Dubé, una consultora política demócrata con sede en Nueva Orleans, recibió aquella información y mostró su sorpresa de que Daniels fuera conocida de Trump. “¿Donald Trump?”, escribió ella en un correo. “¿En su teléfono móvil?”. El otro asistente con el que se mensajeaba le contestó que sí, y que la actriz además sostenía que “una vez, la hizo sentarse con él durante tres horas para ver ‘Shark Week’, mientras en otra ocasión hizo que lo azotara con una revista Forbes”.
La publicación ha corroborado estos mensajes con Dubé y con el otro implicado. Además, es llamativo que en su entrevista con In Touch, Daniels describiera a Trump viendo Shark Week en su habitación, y narrara que la primera vez que coincidió con él, éste presumió insistentemente de una portada en la que aparecía, bastante excitado por ese logro.
Y otro dato interesante, la CNN afirma que justo antes de las elecciones, la conservadora cadena de noticias Fox News decidió enterrar un reportaje que estaba a punto de lanzar sobre el affair de Trump y Daniels.
Ésta no es la primera vez que una mujer vinculada al mundo del porno declara haberse acostado con el ahora presidente. En 2016, la estrella Jessica Drake denunció que el magnate la besó sin su consentimiento y que le ofreció 10.000 dólares a cambio de más.
Orinando sobre la cama Obama
Tampoco es la primera vez que aparecen historias sórdidas sobre el presidente. Hace justo un año, aunque pocos lo recordarán después de 12 meses de de sobresaltos, en EEUU todos hablaban del 'Watersportsgate'.
A las puertas de la inauguración presidencial, de la que se cumple este sábado el aniversario, salía a la luz un informe de 35 páginas, elaborado por un exespía británico y que obraba en poder de la inteligencia americana, según el cual el magnate neoyorquino, durante un viaje en 2013 a Moscú, había contratado a un grupo de prostitutas para que acudiera a la suite presidencial en la que se alojaba, la misma en la que había dormido el matrimonio Obama durante una visita de estado anterior, para que orinaran sobre la cama, mientras los servicios secretos del Kremlin grababan en secreto la escena. Aquel expediente también relataba supuestas orgías en San Petersburgo.
La publicación de aquel pasaje, que no había sido confirmado oficialmente, abrió un debate nacional sobre el papel del periodismo serio en los EEUU, y obligó al presidente a salir públicamente a negarlo todo, recordando que es extremadamente maniático con la limpieza y que siente fobia hacia los gérmenes.
También durante la campaña se divulgó la historia de cómo los Trump aterrizaron en los EEUU hace tres generaciones, desde Alemania, y cómo el negocio familiar floreció gracias a la explotación de hoteles en la costa oeste, en los que algunas señoritas ofrecían sus servicios a los mineros durante la Fiebre del Oro. La escritora Gwenda Blair recogió en su libro The Trumps: Three Generations That Built An Empire cómo a finales del siglo XIX llegó desde Baviera el abuelo del presidente, Friedrich Drumpf, con sólo 16 años. Aunque arribó a Nueva York, pronto se trasladó a la costa oeste, donde comenzó a abrir restaurantes y hoteles.
Hoy el presidente celebrará su primer año en el Despacho Oval, y Saturday Night Live volverá a emitirse. Quizá haya alguna que otra broma sobre el detalle de Forbes, pero por lo demás este escándalo pasará. Es lo que ocurre en la América de Trump, aquí ya nadie se escandaliza de nada.