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La surrealista historia del Ayuntamiento palentino de Lantadilla, a diez kilómetros de la conocida localidad de Frómista, no ha llegado a su fin. Diez días después de que los siete concejales del consistorio (5 del PP, 2 del PSOE) renunciasen en bloque a su puesto por una sentencia de la Audiencia Nacional que obligaba a readmitir en su puesto a la secretaria municipal del pueblo desde 1989, María Teresa Romero Mato, la funcionaria ha reaccionado tímidamente a la tormenta mediática que vive desde que su caso saltó a los medios nacionales.
Maite Romero dice ser víctima de un "acoso y derribo" y niega categóricamente las acusaciones de la exalcaldesa y de todo el pueblo (350 habitantes): resumidamente, haber conducido al Ayuntamiento a una parálisis burocrática que derivó en pérdidas económicas superiores al medio millón de euros después de años de desidia y de bloqueo de cualquier papeleo. Por estas acusaciones, la secretaria fue suspendida por el Ministerio de Hacienda en 2016. Fue readmitida en su puesto, sin embargo, hace un mes por una sentencia de la Audiencia Nacional.
Este lunes, Romero redactó el primer comunicado sobre su complicada tesitura: sola en el Ayuntamiento, con un ordenador al que le faltan (según denuncia) archivos, trata de poner al día las cuentas del pueblo en medio del silencio y el desprecio general por su actitud de los últimos años. La nota de prensa reza:
"Pues sí, soy sanabresa, 'de pura cepa y con mucho orgullo.
Y ante el malévolo interés sobre mi trabajo como secretario-interventora del Ayuntamiento de Lantadilla, (Palencia), cuando la noticia son los concejales que dimiten, te ponen en la diana a ti. Y, de repente, en cascada, te cae “la del pulpo”, digas lo que digas. Incluso si ni te han preguntado, ni quien “opina” lo hace con seriedad, y el origen de todas las calumnias que se repiten es intentar 'presionar' porque saben que ni la ley ni la justicia les da la razón, no me queda más remedio que dejar constancia de algunos hechos, debidamente documentados, y que iré desgranando poco a poco.
Fueron muchas:
- las advertencias de legalidad, (indicaciones verbales o formales por escrito, de que lo que pretendían acometer no era legal, o incluso que lo que ya habían hecho no se podía hacer)
- y los reparos de intervención, (que los gastos e incluso los ingresos requieren de un trámite legal, y no de ocurrencias o caprichos particulares)
Tantas, que me vi obligada a notificar a la corporación dimisionaria, dentro de mis competencias profesionales, por la mala gestión de la Corporación Municipal de los intereses públicos, los de todos los vecinos.
Y es que son ya cinco las sentencias a mi favor, la última del 22-01-2018, (recibida este viernes pasado), ante el recurso “a la desesperada” de la corporación dimitida, por el que volviendo a darme nuevamente la razón, condenan en costas al Ayuntamiento de Lantadilla, que fue quien recurrió, y a la otra mitad de las costas al Ministerio que se adhirió al recurso, rechazado esta vez por la Sala de lo Contencioso-Administrativo, sección 7ª de la Audiencia Nacional, en Madrid, y compuesta por cuatro jueces.
Estoy en activo y en mi puesto de trabajo, y en ningún momento se ha hecho efectiva la sanción.
Pero ante tanta presión, ¡CONFIESO, YO MATÉ A KENNEDY¡
Fdo.: Mª. Teresa Romero Mato, la secretaria de Lantadilla que mató a Kennedy".
Romero, en comunicación con EL ESPAÑOL, quiere aclarar que "no quiso participar del circo mediático de Antena 3" (en referencia a las informaciones realizadas desde la plaza del pueblo en directo la semana pasada). También anuncia que va a abrir un blog titulado Yo maté a Kennedy, donde reflejará su versión de los hechos: básicamente, que muchos de los que hablan son corruptos que buscaban cometer ilegalidades y que ella siempre quiso defender "lo público".