Si hay alguien de la saga Franco que marca y controla los negocios familiares, ese es Francisco de Asís Martínez-Bordiú Franco, Francis. Nació en Madrid en 1954. El primer varón de los siete hijos de Carmen Franco y Cristóbal Martínez-Bordiú vive hoy sus horas más bajas.
Este miércoles quedó visto para sentencia el juicio en Teruel en el que se le piden seis años de cárcel por atentado a la autoridad, un delito contra la seguridad vial y otro de lesiones. Francis fue acusado de huir de una patrulla de la Guardia Civil el 30 de abril de 2012, embestir al coche oficial y causar lesiones a un agente. Tras el juicio, el fiscal y las acusaciones no han rebajado sus peticiones de pena para el nieto preferido del general Franco.
En las conclusiones del juicio, las acusaciones han incidido en las contradicciones de los testigos presentados por Francis Franco, que le situaban en Madrid cuando, según la investigación, estaría de caza “furtiva” en Teruel. Una afición que puede llevarle al quebradero de cabeza más importante de los últimos años, aunque no sería el primero. Francis Franco, considerado una de las grandes escopetas de la caza española, compañero de correrías cinegéticas del financiero Alberto Alcocer, ya fue condenado en 1977 por caza furtiva.
La pelea por el duquesado de Franco
Pero esta no es la única preocupación de Francis Franco, gestor de múltiples sociedades mercantiles, aunque licenciado en Medicina. El nieto del dictador quiere conseguir el ducado que ha dejado su madre, Carmen Franco, tras su muerte el pasado 29 de diciembre. Aunque ya dispone de los títulos de “Señor de Meirás” y “Marqués de Villaverde”, su hermana Carmen no le va a ceder el duquesado de Franco que le corresponde por ser la primogénita de la familia.
Durante muchos años se dio por hecho que pasaría a su hermano Francis, que siempre ha mostrado una gran debilidad por este título. Tanto que, por indicación de su abuelo, que le ordenó perpetuar la estirpe, cambió el orden de sus apellidos y se llama actualmente Francisco Franco Martínez Bordiú. Sin embargo, un cambio legislativo modificó todos sus planes. Hace 12 años, en 2006, la Ley de Igualdad para la Sucesión de Títulos Nobiliarios acabó con la prevalencia del varón y convirtió a Carmen Martínez-Bordiú, la mayor de los hermanos con 66 años, en la heredera legal del ducado de Franco, que también implica Grandeza de España.
Carmen será su nueva poseedora en cuanto se arreglen los documentos necesarios. Francis mantendrá el título del Señor de Meirás y, por supuesto, el de Marqués de Villaverde, que heredó en 1998 cuando falleció su padre y la Ley vigente en ese momento sí establecía que los títulos pasaban al primer hijo varón.
Los negocios de Francis
A Francis siempre le ha gustado mucho el mundo de los negocios. Empezó su controvertida trayectoria abriendo un chiringuito en Marbella, con el productor Fernando Arbex como socio, para después alquilar la finca familiar de Valdefuentes (Madrid) para rodar películas eróticas y de terror.
A mediados de 1981 se marchó a Chile, donde se dedicó a negocios inmobiliarios y del ramo de la construcción. Allí fue denunciado por una supuesta estafa inmobiliaria con la empresa Prim II. Poco después regresó a España y el 18 de diciembre de 1981 contrajo matrimonio con María Suelves Figueroa, hija de los marqueses de Tamarit, Juan José Suelves Ponsich y Victoria Eugenia Figueroa y Borbón.
Francis y María se habían conocido en El Pardo en marzo de 1974 con motivo de la boda de su hermana Mariola. Del matrimonio entre Francis y María Suelves, cuya presencia en los negocios del clan desapareció en 2011, nacieron dos hijos: Francisco y Juanjo. El mayor de ellos también lleva como primer apellido el de Franco y ya le conocen como “Francisco Franco III” y es muy activo en las redes sociales. Tanto él como su hermano se vieron implicados en los Papeles de Panamá. Ambos firmaron como directores de dos sociedades ubicadas en las Islas Vírgenes Británicas: Vamfield Alliance Limited y Malini Investments Limited, que estuvieron activas hasta 2014 y 2013, respectivamente.
Francis y su carácter enamoradizo
Una de las principales señas de identidad de Francis es su carácter enamoradizo. En 1990 se separó de María Suelves, y poco después obtuvo el divorcio. El nieto de Franco, tras haber estado vinculado sentimentalmente durante un tiempo a la modelo colombiana Luz Marina, se unió en 1993 a Miriam Guisasola Carrión, con la que tiene otros dos hijos: Álvaro y Miriam. Años después, Francis y Miriam protagonizaron una ruptura muy abrupta, que ocasionó que se separaran oficialmente en diciembre de 2014. Pero justo cuando iniciaron los trámites de divorcio, que nunca llegaron a cumplimentar, volvió el amor y retomaron su relación en 2016.
Pero lo que nunca ha roto Francis es su relación con los negocios. A diferencia de la mayoría de sus hermanos, que llevaron una vida más díscola y dispersa, el mayor de los hijos varones de Carmen Franco se dedicó a crear por su cuenta un holding empresarial importante. Dicen quienes le conocen que “es el verdadero ideólogo y administrador de los negocios familiares de los Franco”. Pertenece al consejo de administración de más de 10 sociedades, muy diversas. Entre estas están: Promociones del Suroeste, Premohi SL, Prístina SL, Comerzia Soluciones Integrales de Comercio Electronico SL, Caspe 99 SL, Centro Médico del Láser Pío XII SL, Montecopel SA, Proazca SA, Estacionamientos Urme SL y Arroyo de la Moraleja SL.
Sus principales negocios son los inmobiliarios, especialmente la compraventa de propiedades con inquilinos. Siempre se ha rodeado de trabajadores rumanos, tanto que alguno de ellos figura como administrador de alguna de sus empresas y han sido los que le han dado cobertura en el reciente juicio de Teruel. Muchos de estos trabajadores rumanos pertenecen a la cuadrilla que Francis Franco utiliza para reformar gran parte de los inmuebles antiguos y con problemas que rehabilita para posteriores y suculentas ventas. Normalmente compra y vende en operaciones muy rápidas, sin hacer incluso ninguna reforma. Operaciones tan raudas que le han llevado a conseguir en pocos días plusvalías de más de 30.000 euros por vivienda.
Así, Francis es el director general de Promociones del Suroeste SA, la promotora inmobiliaria que edifica en la finca familiar de Valdefuentes, en el término municipal de Arroyomolinos (Madrid), en cuya extensión se encuentra ubicado el centro comercial “Madrid Xanadú”, donde se encuentra el parque artificial de esquí ideado por el que fue presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón. En este suculento negocio de recalificación intervino como intermediario para las concesiones administrativas el que fuera diputado de la derecha española, Miguel Herrero de Miñón, hoy reconvertido a otros derroteros políticos y dinerarios.
Tras la muerte de Franco...
La finca “Valdelafuente” fue adquirida por Franco en 1954 y se convirtió en una de sus propiedades favoritas. Aunque se adscribe al ayuntamiento de Arroyomolinos, está inscrita en el registro de la Propiedad del pueblo madrileño de Navalcarnero. El costoso mantenimiento de esta finca causó problemas al marqués de Villaverde, Cristóbal Martínez-Bordiú, lo que le obligó a vender varias parcelas y a alquilar otras tantas dentro de esta vasta propiedad que tiene una superficie de 850 hectáreas, inicialmente declaradas rústicas, y un valor edificable que puede llegar a los sesenta millones de euros.
A la muerte del “Generalísimo”, la finca fue heredada por su hija Carmen, aunque debido al deterioro progresivo en su explotación agraria y ganadera pronto dejó la gestión a sus hijos para su posterior recalificación urbanística. Finalmente fueron recalificados 3,3 millones de metros cuadrados para construir en ellos más de cinco mil viviendas, un centro comercial y otro deportivo. Aún queda pendiente de recalificar algo menos de dos tercios del total de la finca. La sede de esta empresa, Promociones del Suroeste SA, cuyos activos ascienden a más de 7,8 millones de euros, se ha trasladado desde la finca Valdefuentes a la Avenida de la Coruña, número 68, en Las Rozas (Madrid).
Francis, al igual que sus padres, no sólo se dedica al ladrillo, también invirtió en adquirir garajes por todo Madrid. Hoy dispone de más de una decena en los lugares más emblemáticos de la capital de España: Ríos Rosas, Princesa, Atocha, Alcalá, Ponzano, Lavapies… aunque ya ha vendido alguno de ellos, como el de Fernández de los Ríos. Una de las empresas utilizadas para ello es Estacionamientos Urme SL, que cuenta con locales en lugares donde prácticamente es imposible aparcar salvo para los que cotizan el parking.
El millón de la calle Preciados
Otro de los sectores en los que Francis tiene intereses es el alimentario. Creó la sociedad Premohi SL, con el fin de importar y exportar productos cárnicos. Aunque su cargo sigue activo como administrador único, lleva más de 20 años sin actualizar datos financieros en el que aparecen activos por encima de los 300.000 euros. En este negocio tuvo como socios a Alfonso Cayón y Gonzalo Hinojosa, que fue presidente y consejero delegado de la empresa Cortefiel. Precisamente, esta conocida saga, los Hinojosa, amigos de los Franco y del poder establecido, también han vivido en los últimos tiempos serias disputas familiares.
Quizá por estos buenos conocimientos y amistades conjuntas, Francis Franco y Gonzalo Hinojosa controlaban, a través de la empresa Premohi, una rentable finca ubicada en el número 40 de la céntrica calle madrileña de Preciados, un bloque con más de 150 años de antigüedad y con una clara especulación inmobiliaria. También tenían dos locales comerciales en este edificio, que fueron vendidos en abril de 2003, según declararon registralmente, por tan sólo 1.200.000 euros.
Además de los negocios inmobiliarios, de parkings y alimentarios, las incursiones de Francis Franco se han centrado en otro sector que, en teoría, domina por su formación académica: la explotación y gestión de establecimientos sanitarios y de laboratorios de análisis. Así gestionó en este campo la sociedad Ficeme SL, de la que fue consejero entre diciembre de 2005 y enero de 2012 y Centro Médico del Laser Pio XII SL., domiciliada en la Cuesta del Sagrado Corazón 4 de Madrid, con un capital de 72.212 euros. En esta mercantil figura como presidente José Rubira Fernández.
También se introdujo en el sector de las telecomunicaciones e Internet a través de la sociedad Comerzia Soluciones Integrales de Comercio Electrónico SL, que tuvo como representante a uno de los miembros de la familia Botín, Alfonso Botín Sanz de Sautuola y Naveda. De nuevo la interrelación entre familias llamadas sublimes o poderosas salta a la luz. Comerzia tuvo su primera sede en la calle Sagasta, número 5, y su objeto social inicial fue “el servicio de almacenaje, suministro de productos y venta por catálogo, todo ello en calidad de intermediarios”.
Con el paso del tiempo no sólo trasladó la sede a la calle Serrano, muy cerca del cuartel general de los Franco en la calle Hermanos Bécquer, sino que también añadió como objeto social la actividad inmobiliaria. Hoy en día es una de sus sociedades más importantes, en la que ha realizado diferentes ampliaciones de capital. La última, en febrero del 2017, elevó el mismo hasta los 2.580.311 euros. A su vez, sus activos son más que importantes y superan los 15,36 millones de euros. Intermediarios, accionistas o simplemente colaboradoras han sido las dos mujeres de Francis Franco en todos los negocios constituidos a su lado.
A la espera de abrir el testamento
Al margen de sus negocios particulares, a Francis le va a corresponder una buena parte de la fortuna millonaria de su madre, Carmen Franco. Una fortuna familiar que algunas fuentes sitúan próxima a los 500 millones de euros. Y aunque él creía, según comentó a sus allegados, que su madre le dejaría al frente de los negocios familiares, al final no ha sido así. Ha pasado de ser Capitán General a soldado raso.
Su madre Carmen, un mes antes de morir, decidió poner en orden su empresa más activa y de cartera: Sargo Consulting SL, con un capital de 11,2 millones de euros y que gestiona activos por valor de otros 17,7 millones. Fue el 29 de noviembre pasado cuando el Boletín Oficial de Registro Mercantil publicaba el cambio en los órganos de administración de Sargo Consulting. Carmen Franco dejaba de ser administradora única de la sociedad para delegar esta función a un Consejo en el que tanto ella como todos sus hijos asumían el papel de consejeros.
Tomaba la decisión de dejar su principal empresa entre sus siete vástagos en partes iguales, avanzando lo que presuntamente será la división testamentaría de todo su patrimonio. Pero, además, éste no fue el único paso que dio, ya que nombró presidenta de esta mercantil a su hija pequeña Arancha y como secretaria a su otra hija Mariola. Y en ningún puesto ejecutivo puso a Francis. Sin embargo, en la otra gran sociedad mercantil que manejaba Carmen Franco, Fiolasa, con unos activos valorados en 20,49 millones de euros, la matriarca de los Franco no hizo ningún cambio antes de fallecer.
Según fuentes próximas a la familia, Carmen Franco ha dejado también sus principales propiedades inmobiliarias, algunas de ellas conflictivas con pleitos judiciales y problemas políticos, a la unidad familiar (es decir, a sus siete hijos). Entre estas, destacan la finca de Valdefuentes, el edifico de Hermanos Bécquer, el Pazo de Meirás, el Palacio de Cornide en A Coruña y la casa natal de Franco en Ferrol. Todo apunta a que el destino de estas últimas será una negociación para conseguir una indemnización por parte de la Xunta de Galicia o intercambiarlos, “pero nunca dárselos gratuitamente ni donarlos”, aseguran estas fuentes familiares.
La inmediata apertura del testamento
En los próximos días todo empezará a desvelarse. La apertura del testamento va a ser inmediata. Han transcurrido los 15 días reglamentarios, el juicio contra Francis ha finalizado y ha quedado visto para sentencia, y todos los hijos quieren que se abra el testamento cuanto antes. Por ahora, los siete hijos de Carmen Franco han firmado un pacto tácito de no agresión en reuniones que se han ido celebrando desde la muerte de la matriarca en el edificio familiar de Hermanos Bécquer, su gran bunker y donde tienen las oficinas de sus principales negocios.
En este momento, hay una serie de bloques definidos: Francis, en solitario; Jaime y Carmencita, en otro; Mariola y Arancha, las más calmadas y ojitos derechos de su madre, van por libre; y, para finalizar, están los más “pasotas”: Merry y José Cristóbal, que pueden oscilar hacia cualquiera de los bandos. Lo que sí está claro es que se requerirá el consenso para llegar a acuerdos.
Pero nadie duda que Francis Franco querrá imponer su impronta, una manera de actuar que siempre le ha caracterizado dentro de la familia y que le ha convertido en el cabecilla del clan del general Franco.