No es ningún secreto que el Partido Popular mira hacia otro lado cuando se trata de aplicar la ley de la Memoria Histórica, esa que obliga a pueblos y ciudades a desprenderse de todo rastro que "exalte" la guerra civil o la dictadura.
El texto aprobado por José Luis Rodríguez Zapatero en 2007 coloca a los populares entre la espada y la pared siempre que una asociación exige a un Ejecutivo conservador la retirada de determinado símbolo. Esta vez, recién estrenado el año, el PP ha virado de la negación a la mofa: un víctor franquista también puede referirse a cualquier Víctor, incluso "al niño salvaje de Aveyron".
Esta reacción ha tenido lugar en el Ayuntamiento de Torrejón, donde los populares gobiernan con mayoría absoluta desde 2007, actualmente con Ignacio Vázquez en la alcaldía.
El "silencio administrativo" del PP
Durante el último trimestre del año pasado, la asociación memorialista Ranz Orosas pidió al Consistorio de esta localidad madrileña de casi 130.000 habitantes que elaborara un catálogo de "vestigios" para facilitar su borrado posterior.
Ante el presunto "silencio administrativo" por parte del Gobierno del PP, los letrados de esta agrupación acudieron a los tribunales. Fue en ese momento cuando el Ayuntamiento de Torrejón ridiculizó la ley de la Memoria. En sus alegaciones, a las que ha tenido acceso este periódico, contesta así al apartado referido al víctor franquista, esa "uve" de la victoria que se colocó en miles de fachadas tras concluir la Guerra Civil y que decoró la balconada de Franco en la capital: "Víctor, como mera referencia en internet, es el nombre masculino Víctor; Víctor, el niño salvaje de Aveyron; Viktor, nombre artístico del luchador Eric Thompson". Todo ello tras remitir a la Wikipedia.
En este mismo párrafo, el abogado municipal también transcribe: "No confundir con vítor". Pero incurre en un error. El diccionario de la Real Academia Española de la Lengua (RAE) incluye las dos acepciones para referirse a este símbolo romano que recicló Francisco Franco.
Casualidad o no, el víctor de la polémica se encuentra en la calle "Paracuellos", localidad donde asesinos afines al bando republicano quitaron la vida a cerca de 2.500 personas.
La misiva del PP exasperó a los memorialistas y también al tribunal, que ha terminado por condenar al Ayuntamiento de Torrejón a elaborar ese catálogo de la memoria para después retirar los vestigios de guerra y dictadura así como a afrontar las costas del proceso. Unos gastos que no pagará el PP, sino el Ayuntamiento; es decir, los habitantes del municipio madrileño.
El PP no da explicaciones
"De la normativa descrita se desprende con claridad que la Administración Pública, en este caso el Ayuntamiento de Torrejón, está obligada a tomar medidas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas que exalten la Guerra Civil y la dictadura posterior (...) El cumplimiento de tal finalidad se plasma (...) con la retirada de cualquier signo que reduce a una parte de los españoles, ofendiendo a otra parte de ellos", reza la sentencia consultada por EL ESPAÑOL, fechada en enero de 2018.
"¿Cómo es posible que el equipo jurídico del Consistorio respondiera así a esta demanda?", ha preguntado este diario a la alcaldía sin obtener respuesta. Un portavoz del regidor se limita a informar de un plan para la Memoria elaborado por el Ejecutivo del PP, en consenso con el resto de grupos y a cargo de los presupuestos de 2018. Algo que también cita el Ayuntamiento en sus alegaciones, antes de responder de la manera citada al caso concreto del víctor franquista.
"El Ayuntamiento se opone a la demanda formulada porque (...) está puesta en marcha una serie de sensibilidades (...) que se materializarán en el cumplimiento de la ley", rezan las alegaciones municipales. Una respuesta insuficiente a ojos del juez que, con su sentencia, urge a la aplicación de la ley de la Memoria.
El PP reconoce haberse "retrasado en exceso"
A pesar de la burla en relación al víctor, el Ayuntamiento de Torrejón reconoce haber sorteado hasta ahora la aplicación del texto promulgado por Zapatero: "Siempre se puede decir que se ha retrasado mucho, más bien un poco en exceso, el cumplimiento -de la ley-". A continuación, las alegaciones recogen que se debe a "una realidad plurifronte". O dicho de otra manera: "Se ha cumplido y se está cumpliendo de forma lenta, es cierto, pero dando pasos de trascendencia".
La postura del Partido Popular en Torrejón -el continuo incumplimiento de esta ley, y no la burla- es un fiel reflejo de la adoptada en otras administraciones más grandes, como por ejemplo el Ayuntamiento de Madrid, donde las calles en honor a los generales del 36 no desaparecieron durante el tiempo de Ana Botella en Cibeles. Las fuentes consistoriales consultadas por este periódico reiteran que Torrejón cumplirá con la sentencia porque "ya lo estaba haciendo".