Javier Martínez perdió a su hijo de 3 años el pasado 17 de agosto. El pequeño Xavi y su tío abuelo Francsico fueron atropellados por la furgoneta del atentado de La Rambla. Las imágenes de Javier días después, en un acto homenaje a su hijo, abrazando al Imán de Rubí, dieron la vuelta al mundo. Su deseo era “que esto haya servido para algo y que no vuelva a suceder”. Ahora, seis meses después, rehúsa hacer apariciones públicas, pero hace balance en exclusiva con EL ESPAÑOL de este medio año de la tragedia. Transcribimos su testimonio en primera persona.
Seis meses hace que me mataron a Xavi, a mi hijo de tres años. Ahora me habéis llamado muchos medios, porque para vosotros es importante que se cumplan seis meses. Pues muy bien. Para mí esa fecha es lo de menos; para mí es importante cada día. Cada día me acuerdo de que me mataron a mi hijo de 3 años y a su tío abuelo Francisco, que lo llevaba de la mano y lo quería con locura.
¿Qué se ha hecho desde entonces? Nada. El Gobierno español me dio el pésame. Eso es todo. El mismo día del entierro mandaron a una persona del Ministerio para decirme que me iban a dar dinero, que ya me parece de poco tacto. Pero tenían mucha prisa para que pareciese que se preocupaban. El 11 de septiembre, casi un mes después, me llamaron para preguntarme el número de cuenta. Luego tardaron 4 meses en pagarme.
No se han preocupado por las víctimas. No se han portado bien con nosotros. ¿Qué ha hecho el Gobierno español por mi familia en todo este tiempo? Nos pusieron a una psicóloga. A una psicóloga infantil para toda la familia. Eso es todo.
Lo que sí que me han propuesto por ahí es que monte una asociación de víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils, y ponerme a vivir de eso. Yo me he negado, claro. ¿En serio? ¿De verdad me estáis proponiendo que le saque beneficios económicos al asesinato de mi hijo de 3 años? Conmigo no contéis.
El día de la manifestación de repulsa en Barcelona, estaban todos los políticos allí para hacerse la foto. Sólo Pablo Iglesias vino a interesarse por mí y darme un abrazo. En aquella manifestación estaba Rajoy, estaban de la casa real… pero ninguno se acercó a mí. Que tampoco quiero que se vengan a compartir mi dolor, pero que luego no hagan teatro diciendo que les importa.
Una excursión al Congreso
Ah sí... después también me invitaron a conocer el Congreso de los Diputados. ¿Para qué quiero yo eso? Y el día de la Constitución me invitaron a una entrega de premios contra el terrorismo. Le dieron un premio al Rey, que ya me dirás tú a santo de qué se ha ganado el Rey un premio contra el terrorismo. A ver qué ha hecho para merecerlo. Le dieron otro premio a TVE, que quizás fue el medio de comunicación que peor cubrió todo el tema de los atentados. Y eso es todo. Eso es lo que ha hecho el gobierno por mí. Yo les dije que, con todos mis respetos, no iba a ir a la entrega de premios. Y no fui.
No estoy satisfecho con el gobierno español, ni con el catalán. Todo esto se ha tapado mucho con el procés. Se ha pasado página enseguida. Junqueras, Puigdemont, Forcadell… ellos sí que me dieron un abrazo, pero… ¿dónde están ahora? ¿Dónde está el gobierno catalán? El procés lo ha engullido todo y es lo único que existe ahora. Sólo se han preocupado de eso.
Mi hija de 8 años, traumatizada de por vida
Todo está mal montado. ¿Sabes que en este país, si te atropellan y te matan, te dan un millón de euros de indemnización? Es lo que tienen estipulado las aseguradoras privadas. ¿Sabes lo que nos han dado a nosotros por el asesinato de mi hijo de tres años? 125.000 euros. Que yo no lo digo por el dinero, que yo trabajo y me gano la vida. Que yo ese dinero lo he metido en la cuenta de mi hija para que pueda estudiar cuando sea grande. Pero dime tú si eso es justo…
Mi hija… mi hija tiene ocho años y un trauma de por vida. Estaba a un metro de distancia cuando atropellaron a Xavi. Salvó la vida de milagro y vio como mataban a su hermano y a su tío abuelo. Imagínate cómo está, que le da miedo ir a cualquier sitio. El otro día tenía una excursión con el colegio al Liceo [un teatro que está en Les Rambles]. Ella no fue porque aún le da pánico, todavía le vienen los recuerdos. Pero nadie se preocupa por ella. Tengo otra hija que tiene 21 años. Estudia psicología y está pensando en dejar la carrera, porque está desengañada de todo. De psicólogos y de todo.
No estamos preparados como país para una cosa de estas. No te imaginas la impotencia que provoca que te maten a tu hijo de tres años en un atentado... y un par de meses después ver a 17.000 policías en Cataluña por todo el tema del referéndum. Para eso sí que pusieron medios. Para lo otro no. Para atentados no los hubo ni los hay. Cuando vuelva a pasar, que volverá a pasar, estaremos igual de preparados. Porque los Mossos siguen sin tener acceso a Europol, a la información necesaria para evitar otro caso así.
Tenemos una gran policía que hace lo que puede. La tarde del atentado, los agentes de la Guardia Urbana veían la furgoneta bajar a toda velocidad por la Rambla, pero no la podían detener porque no tienen armas largas. Ni tienen preparación. Ni tienen nada. ¿Cómo puede ser que una policía que está en la calle no tenga armas? Cuando vieron a mi hijo en el suelo, los agentes intentaban reanimarlo jugándose la vida, sin saber si la furgoneta que tenían al lado estaba llena de explosivos o no. La policía se ha portado bien conmigo y les estoy muy agradecido. Pero luego se han llevado palos por todos lados y no es justo.
Que no vuelva a suceder
¿Qué hay que hacer? Pues anda que hay pocas cosas que hacer… Hay que sentarse, hay que hablar, hay que concienciar, hay que hacer coloquios para que esto no vuelva a pasar. Porque yo lo que no quiero es que la muerte de mi hijo haya sido en balde. Que al menos sirva para que no vuelva a pasar. Tanto dolor tiene que haber servido para algo, ¿no? Hay que arreglar los problemas entre los cuerpos de policía, para que tengan todo la información y preparación posible. Hay que centrarse en la educación de los más pequeños. De verdad, que la clave es la educación de esos chavales. Que los que asesinaron a mi hijo no es gente de fuera que haya venido de Siria y estén resabiados porque les han matado a su familia. Que los que han matado a su hijo son chavales de aquí. De Ripoll, que es un pueblo catalán. ¡Que se han criado aquí y se han educado aquí!
Aunque son de aquí, son críos que no están integrados en la sociedad. Estos son marroquís y se meten a esto. Otros se meten en bandas latinas, otros a trapichear con drogas… y no identificamos el problema. Pero luego hace un programa en TV3 que se llama “Entre nosaltres” y salen unas psicólogas contando que esos chavales estaban integrados y ya está, se acabó el debate. ¿Cómo iban a estar integrados si hicieron lo que hicieron? ¿Es que nos da miedo decirlo?
Si se sabe que hubo descoordinación policial, si se sabe que hubo irregularidades, si se sabe que el imán era confesor del CNI, si hay un informe que dice que hemos pasado página demasiado rápido en lo referente a este atentado, si sabemos que hay que depurar responsabilidades… ¿Por qué no se habla? ¿Por qué no abordamos ese tema? Pero abordarlo de verdad. Investigarlo. No lo que pretende ahora Rivera pidiendo en el Congreso que se investigue. Lo de Rivera es postureo. Él lo que quiere es echarle mierda a los Mossos, cuando Mossos en realidad es una policía muy preparada que hizo bien su trabajo. Y no hicieron más porque no pudieron. ¿Cómo van a hacer más, si no les dejan entrar en Europol? ¿Qué van a hacer, si no comparten con ellos la información que deberían tener?
Bastante hicieron los Mossos y bastante han aguantado. Primero los celos de otros cuerpos policiales, que por culpa de eso no dispusieron de la información que necesitaban. Después han tenido que aguantar a los de las CUP, quejándose de que los agentes hubieran matado al último terrorista [Younes Abouyakoub] entre los viñedos. ¿Qué quieren que hagan? Si a ti te viene un terrorista acorralado, con un chaleco que no sabes si tiene explosivos y va gritando que Alá es grande… ¿qué vas a hacer? ¿Le vas a dar un abrazo?
El abrazo al imán
Precisamente una de las cosas por las que más me han preguntado es qué le dije al Imán cuando lo abracé. [Javier abrazó al Imán de Rubí el día del funeral de su hijo en la puerta del Ayuntamiento de Rubí]. Pues lo que le dije queda entre nosotros. Me han criticado eso, pero me da igual. A mí no ha venido nadie de la iglesia católica a darme el pésame o a preocuparse por mí, cuando esto es un tema en el que la religión es muy importante. Tampoco han dicho nada los marroquís, que se tenían que haber pronunciado y condenarlo, pero se quedaron callados. Ellos siguen en sus ghettos.
Nadie ha hablado, nadie ha investigado. Parece que no interesa. La víctima fue mi hijo, fue su tío abuelo y fueron un montón de extranjeros, que como no son de aquí no nos importan y por eso no se habla. Estoy seguro de que si hubiera muerto el hijo de alguien importante, las cosas serían muy distintas.
Tiene que sentarse la iglesia, la comunidad islámica, los partidos políticos, los educadores. Tiene que hablar, pero esto no puede volver a pasar. Porque además, si no pasó algo más gordo fue porque les fallaron las estructuras. Si el atentado les llega a salir como tenían esperado, estaríamos hablando de miles de personas muertas. ¿Entonces sí que se hubieran puesto a investigar de verdad? Pero como fuimos pocas víctimas, importa menos…
Un pasodoble en su honor
Hay una comparsa de Cádiz [Los Ángeles de la Guarda, vídeo a partir del minuto 8] que le ha dedicado un pasodoble a mi hijo. Es un detalle muy emocionante y me encantaría poder ir a Cádiz a agradecerles personalmente eso que han hecho y a darles un abrazo. La letra dice que los ángeles de la guarda llegaron tarde esa tarde. Yo creo que él es el ángel. Creo que su foto ya puede salir en cualquier lado. Publica la suya. Yo no quiero salir en los medios, pero mi hijo puede salir para que vea todo el mundo lo que se ha perdido. Lo han asesinado, ya no hay que protegerlo. Ahora es él el que protege a la gente buena, Es un ángel de la guarda.
Hace ya seis meses, sí. Y los medios de comunicación venís ahora a preguntarme. Y cuando pase un año, me volveréis a reclamar, me volverán a llamar del gobierno y me ofrecerán un paseo por el museo ese que han hecho de las velas. Cuando en realidad, lo que yo quiero es que esto haya servido para algo. Para que no vuelva a pasar jamás.