Los bebés valencianos ya no vienen sólo con un pan bajo el brazo: ahora también con un babero y un chupete. Y, si es posible, con los apellidos valencianizados. Es parte de la campaña 'La benvinguda a casa' ('La bienvenida a casa'), que impulsó la Diputación de Valencia a través de la Unitat de Normalització Lingüística y que adoptaron hasta doce ayuntamientos de la Comunidad Valenicana.
Los lotes, que entregan las matronas en los hospitales y centros de salud, pretenden animar a los padres de esta provincia a buscar nombres en valenciano para sus hijos, a cambiar la grafía de los apellidos castellanos y a cantarles canciones tradicionales en este lengua. Para que sea la lengua materna. Para no perder su uso. Y para que, además, sean niños lectores.
“Que bonic és criar, acaronar, educar i estimar en valencià” (Qué bonito es criar, mimar, educar y querer en valenciano) y “Començar en valencià és començar amb bon peu” (Comenzar en valenciano es comenzar con buen pie) son dos de los reclamos de los productos, que tienen la colaboración de la Consejería de Educación de la Generalitat, dirigida por
Productos de factura valenciana
Todos los productos son de factura valenciana, elaboradas por empresas de la comunidad. Además cuentan con distintas frases en valenciano como, por ejemplo, un colgador de chupetes con la frase 'Parla'm! Entenc el valencià' ('Háblame, entiendo el valenciano'), un babero con la imagen de productos usados por los bebés y su nombre en valenciano y un adhesivo para el coche con el texto 'Somriu! Valencians de viatge' (¡Sonríe! Valencianos de viaje').
El objetivo, al final, es conservar las tradiciones valencianas entre quienes son naturales de la provincia de Valencia como de que gente que se ha trasladado a vivir a ella desde diferentes sitios "pueda conocerlas y transmitirlas también a sus hijos". También invitar a los padres a normalizar el uso de esta lengua a la hora de ponerle el nombre o comenzar a hablar y relacionarse con el bebé.