Imputan de nuevo a El Chicle por la violación de su cuñada, la gemela de su mujer
El asesino confeso de Diana Quer tendrá que responder también por el caso que hace 13 años le relacionaba con una agresión sexual a la hermana gemela de su mujer.
20 abril, 2018 17:55El Juzgado de Instrucción nº2 de Noia ha acordado reabrir la causa iniciada en su día contra José Enrique Abuín Gey, alias, El Chicle, asesino confeso de Diana Quer (en la actualidad sospechoso de ser autor de la muerte de Diana Quer) por un presunto delito contra la libertad sexual. Los hechos se remontan al año 2005 y tratan de la presunta violación a su cuñada, la hermana gemela de su mujer Rosario Rodríguez Fraga. En aquel momento, la víctima era menor de edad.
La jueza ha decidido reabrir el caso al ver similitudes en el modus operandi entre estos hechos y otros atribuidos indiciariamente al mismo sospechoso, lo que en su opinión refuerza los indicios de veracidad de la denuncia. Además, se cuenta con testigos que nunca llegaron a declarar en sede judicial.
Fue el Juzgado de Ribeira número 1 quien dedujo testimonio de una parte de las investigaciones realizadas a consecuencia de la desaparición de la joven madrileña por si los hechos fuesen de interés del juzgado de Noia que en su día instruyó la causa, y que ahora ha decidido reabrir. La Fiscalía, que entiende que los hechos no han prescrito, había solicitado la reapertura del caso. Y así ha sido finalmente. De ese modo, El Chicle será también investigado por otro hecho más de su oscuro pasado.
Antecedentes
Mucho se sabe ya de Abuín Gey, El Chicle, el asesino confeso de Diana Quer. Casado desde hace 15 años, con una hija de ocho, pasa los últimos meses en la cárcel desde que se le detuvo como autor del crimen de la joven madrileña de 18 años en agosto de 2016. Una vida en apariencia normal. Sin embargo, el hombre ocultaba bajo esa apariencia una cara b, la del marisqueo furtivo, la de la droga, y cosas peores. Algunos de sus antecedentes resultan de extrema gravedad. El peor de todos, la violación a su cuñada.
Su mujer se llama Rosario Rodríguez Fraga y pertenece a una conocida familia de Catoira, una localidad encajada al fondo de la Ría de Arousa, al borde de la desembocadura del río Ulla. Allí siguen viviendo los Rodríguez Sobrino. Son cuatro hermanos en su casa, tres chicas y un chico.
Catoira es una villa de tradición marinera. La familia de Rosario también. Algunas de sus hermanas trabajan en empresas conserveras de la zona, igual que ella. Rosario llegó a estar en nómina de una firma local de congelados en la que también trabajaba El Chicle.
De lo más extraño de todo el caso es lo que sucede con la hija de ambos. La niña, que tan solo tiene 8 años, hace ya un buen tiempo que no vive con ellos, sino que se queda en casa de los padres de Rosario. En esa casa de Catoira.
En este caso, cobra también especial relevancia la historia de la hermana gemela de la mujer de El Chicle. Su aspecto es casi idéntico al de Rosario. Lo que a ella le ocurrió hace ya varios años es el más oscuro de todos los antecedentes de El Chicle. Enrique Abuín Gey trató de violarla.
La hermana de su mujer denunció lo ocurrido, explicando lo que hizo aquel hombre fornido, rubio y de dentadura prominente. Contó cómo la penetró en contra de su voluntad. Le denunció en el año 2005 acusándole de violación. El asesino confeso de Diana Quer la llevó a un descampado y allí abusó de ella. Sin embargo, la presión de la familia, que nunca la creyó, llevó a la joven a retirar la denuncia. Chicle quedó libre de toda culpa, judicialmente hablando. Ahora las miradas de todos en la familia de ella se dirigen a ese suceso del pasado.
La causa no prosperó aunque ahora los investigadores consideran que pudo ser la primera agresión sexual de El Chicle. La hermana gemela de Rosario relataba así aquel episodio. Ello consta en la denuncia que la Guardia Civil ha trasladado al juez de Ribeira, que es quien que lleva la instrucción del caso Diana Quer: "Me dijo, amenazándome con un cuchillo que tenía en la guantera del coche, que me quitara la ropa. Me dijo que le hiciera una felación, a lo que le dije que no. Luego sacó una caja de condones que tenían en la guantera y me dijo que eligiera sabor… se puso el condón y me penetró".