“Cuando nos damos cuenta de que nuestra alma es más oscura que la de los demás,que en ella se plasma lo necesario para al menos contemplar el horror de estar vivos”. A Najuzaith Zahell Diaz le gustaba la música, también el arte. Era su verdadera pasión. En los lienzos plasmaba sus sueños oníricos, sus creaciones más personales. Esa frase acompañaba uno de sus cuadros, realizada en el año 2006. Resulta, cuanto menos profética. El joven tenía en aquel entonces apenas 23 años, pero ya sabía que en el ser humano habita un lado oscuro.
Najuzaith tenía 35 años cuando conoció a su asesino por internet, pero eso no lo sabía la primera vez que contactó con él. Él lo único que hizo fue quedar con un hombre al que había conocido por Grindr, la aplicación de citas gays número uno en el mundo. Encontró a un chico, le gustó su perfil y acabaron concertando una cita. Quedaron el pasado mes de febrero, un jueves por la noche. Nadie en su entorno conocía estos planes, la intención del joven de verse con una persona a la que había accedido tras encontrarla por internet y que acabó yendo a su piso de Carabanchel (Madrid). Después de ese día nadie supo nada más de él.
Algo salió mal, muy mal. Detrás de la foto de aquel perfil virtual se escondía un hombre que ahora buscan las autoridades. Le buscan a él y también el arma del crimen, que en aquel entonces no fue hallada en la casa del joven asesinado.
Por el momento, y que se sepa, no hay un rostro, no hay un nombre, no hay demasiadas pistas sobre la persona que asesinó a Najuzaith en su propia casa en el transcurso de una cita amorosa. Pero los investigadores van, en estos momentos, detrás de él. El hombre que es ya conocido como el asesino de Grindr.
Los hechos
El cadáver de Najuzaith fue hallado el día 24 de febrero en su casa situada en el barrio de Carabanchel. El joven había sido asesinado a base de puñaladas. Más de 20 tenía en su cuerpo desnudo. Pero uno debió ser definitivo, un corte que le cruzaba el cuello de lado a lado.
El encuentro se produjo dos días antes, el jueves 22 de febrero. Najuzaith abrió su aplicación. Había contactado con él otro joven, y con él concertó un encuentro. Quedaron de verse esa noche. El criminal, encubierto bajo el perfil de la red social, llamó a la puerta y subió a la casa del joven. Allí, no se sabe en qué momento, desató toda su violencia sobre aquel joven al que había contactado por la aplicación de citas. Lo mató a puñaladas.
Este dato, el del ensañamiento, es uno de los que más llaman la atención a los investigadores. Estos sondearon primero el entorno más cercano de la víctima. Luego supieron lo de Grindr. Ahora, dos meses después, es esa la pista que siguen para tratar de encontrar al agresor. Lo buscan en la propia red social.
Los agentes que se encontraron el cadáver no daban crédito al estado del cuerpo que se encontraron en aquella vivienda. Ninguno de los vecinos se enteró de nada de lo que pasó aquel jueves de finales del pasado mes de febrero. Un amigo suyo, tras horas llamándole sin recibir respuesta, decidió llamar a la policía y a un cerrajero. Y ese, el escenario de la muerte, fue el que se encontraron al abrir la puerta de la casa. Los suyos aseguran que nunca había tenido ningún incidente con nadie. Ninguno espera lo que ocurrió.
La vida de Najuzaith
Los amigos más cercanos de Najuzaith no se explican quién puede haber hecho tal atrocidad. El joven llevaba una vida tranquila y apacible. Nada hacía pensar que estuviera inmiscuido en algún asunto turbio. Le definen como humilde, trabajador. Jamás había tenido un problema con nadie.
Llevaba dos años viviendo en Carabanchel. Llegó hace 10 a España, procedente de Puerto Rico. Estudió ingenieria informática en la Universidad de Mayagüez, ciudad situada al oeste del país, abierta al mar Caribe.
Najuzaith tenía pareja. Aunque llevaba años dedicado al mundo de los ordenadores, sus verdaderas pasiones eran el arte y la música. Cuando acabó la carrera en su país natal, acabó trasladándose a Madrid, donde estudió Diseño Gráfico en la Universidad Politécnica. Luego se quedó en el país para probar suerte. Salió bien. “Todo lo que mi hermano hizo durante su corta vida lo logro con su propio esfuerzo y dedicación mis padres son de bajos recursos y no pudieron ayudarle a realizar su mayor potencial”, explicaba hace unas semanas su hermana Letty.
Ahora trabajaba como ingeniero informático en FreeAire y en transreformas.com. Uno de sus antiguos compañeros le definía del siguiente modo. “Trabajador incansable y apasionado que tiene costumbre de cuidar hasta el último detalle”.
Nacer en un barrio difícil
El joven nació en el Barrio Tejas, del municipio costero de Yabucoa, en Puerto Rico. La zona fue azotada el pasado mes de septiembre por el huracán María. Fue la primera zona afectada por aquel fenómeno meteorológico. Su familia lo vivió de primera mano. La mayoría de los residentes en ese lugar se encuentran, todavía hoy, sin electricidad y con enorme dificultad para las comunicaciones. En su momento la región fue declarada Zona de Desastre Federal.
Desde que el joven apareció sin vida, su familia se ha puesto manos a la obra para repatriar el cadáver a cualquier precio. La situación que atraviesan quienes eran los suyos es todavía complicada, y por eso están pidiendo la colaboración de todos aquellos que puedan aportar algo para realizar una donación y poder llevar el cuerpo de vuelta. Apenas 24 horas después de comenzar la recaudación, de lanzar el mensaje a las redes, obtuvieron 15 mil dólares.
Su pasión por la música queda reflejada a la perfección en las decenas de vídeos que todavía se han conservado en su canal de Youtube. En ellos se puede ver a un concentrado Najuzaith sentado a los teclados, manipulando el instrumento para que de él surgieran toda clase de sonidos propios de la música electrónica, los sonidos propios de los sintetizadores.
Sus redes sociales son ahora un pequeño espacio dedicado al homenaje para aquel hombre, amigo de sus amigos, trabajador y bueno. El pasado 25 de marzo, algo más de un mes después de que lo asesinaran, habría sido su cumpleaños.