Golpes en la cabeza, una persecución, más puñetazos en la nuca, una patada y más golpes. Esta es la secuencia -de 55 segundos- en la que se puede ver cómo una chica menor de edad es agredida por otra joven -de similar edad- mientras que una tercera lo graba todo. Ocurrió la semana pasada en Laredo (Cantabria), el vídeo ha corrido como la pólvora en redes sociales y ahora la Guardia Civil está esclareciendo la agresión para remitirla a la Fiscalía de Menores.
Ni los llantos de la niña agredida ni los continuos lamentos sirve para que las agresoras paren los golpes y amenazas entre risas. Menos de un minuto de vídeo que termina con un "te voy a arrastrar de los pelos" cuando la chica que sufre la violencia consigue escapar de la menor agresora.
Según ha informado, la Guardia Civil está instruyendo diligencias para su remisión a la Fiscalía de Menores en relación con este vídeo. Durante las pesquisas, se personó en las dependencias de la Guardia Civil de Laredo los padres de una menor comunicando que esa misma tarde su hija había sufrido una agresión por parte de otra que había sido grabada por una tercera, y que el video ya se encontraba en redes sociales. Aunque no querían denunciar, solicitaron asesoramiento para la retirada del video de las redes y su no difusión.
Poco después se presentó la madre de la supuesta agresora, comunicando que había recibido el vídeo y quería hablar con los padres de la víctima para pedirles perdón. Igualmente, se localizó al padre de la menor que grabó y difundió el video, quien comunicó que había pedido perdón a los padres de la víctima.
A raíz de estos hechos, la Guardia Civil ha recordado que en el marco del Plan Director para la convivencia y mejora de la seguridad en los centros escolares, viene realizando encuentros con los equipos directivos de los institutos para asesorarles sobre estas y otras materias.
Según dice, para evitar este tipo de hechos es conveniente concienciar a los menores desde la familia y los centros educativos sobre los peligros y riesgos del ciberacoso y la necesidad de proteger la intimidad y privacidad en las redes sociales, no difundiendo contenido alguno sin consentimiento de los participantes, y la gran dificultad para posteriormente retirar esas imágenes.