Miguel (nombre ficticio) se despertó a media tarde porque trabaja de noche. Cuando fue a montarse en su coche se dio cuenta de que se lo habían destrozado. La carrocería estaba llena de pintura amarilla en forma de lazos. Miembros de un CDR independentista le habían seguido hasta casa, habían esperado a que se echase a dormir y le vandalizaron el vehículo en la puerta misma de su domicilio. ¿El motivo? Que forma parte de las brigadas de limpieza que retiran propaganda y simbología independentista.
Miguel vive en la comarca del Maresme, una de las más castigadas por la propaganda independentista. El lunes por la mañana había estado quitando las cruces amarillas con su grupo, Segadors del Maresme, en la playa de Canet; un enclaave que los CDR decidieron, de forma unilateral y sin contar con los otros bañistas, llenar de cruces amarillas para que pareciese un cementerio.
Por limpiar la playa
Miguel y sus compañeros de la brigada de limpieza limpiaron la playa pero tuvieron algunos problemas por hacerlo: aseguran que fueron agredidos por ello. Luego, además, fueron acusados por algún medio independentista de haber sido ellos los agresores (aunque hay vídeos que demuestran lo contrario). Miguel se marchó de allí a mediodía. Descansó por la tarde. Por la noche se dispuso a montarse en su coche para irse a trabajar y fue cuando se encontró de que un grupo de indepes le habían seguido hasta su domicilio y le habían destrozado el coche.
“Es sólo una más. Una de tantas”, lamenta José, portavoz de Segadors, que hace recuento de los ataques que están sufriendo las personas que han decidido limpiar los espacios públicos y comunes de simbología política: “Nos han agredido, nos han amenazado, nos señalan por redes sociales, desvelando nuestras identidades y las matrículas de nuestros coches. Señalan incluso cuál es nuestro domicilio, como hacían los nazis. Y a casa nos llegan cartas amenazantes. Por eso vamos con la cara tapada. Por una cuestión de seguridad”.
En el caso de ayer, a Miguel ya lo estaban vigilando. Asegura el portavoz de Segadors que “el miembro de un CDR se nos infiltró en la Operación Troya (una actuación convocada el 2 de mayo para limpiar Barcelona) con una cámara oculta. Allí grabó nuestras caras y consiguió el nombre de algunos. Luego lo difundió”.
Amenazas y ataques
Desde entonces, elementos de los CDR les han perseguido y amenazado, hasta que el martes por la tarde culminaron su ataque: siguieron hasta la misma puerta de su domicilio a uno de los miembros de Segadors a los que habían identificado en Barcelona. Allí, aprovecharon cuando él dormía, para destrozarle el coche. Los daños por vandalismo no los cubre el seguro, por lo que tendrá que hacerse cargo de la reparación.
“Es lo que pasa cuando uno no está de acuerdo o no piensa igual que los independentistas. Nos persiguen, nos amenazan, nos coaccionan y nos agreden”, explica José, que recuerda que “en ocasiones son los mismos políticos los que cometen ilegalidades y difunden nuestros datos personales por redes sociales”.
Un político que difunde datos personales
Es el caso de Carles Bosch, concejal de PdeCat en el municipio de Dosrius: “Hace unos días publicó en Facebook las fotos de las matrículas de los coches de las brigadas de limpieza, además de nuestros nombres, los modelos de los vehículos y hasta nuestros puestos de trabajo. Nos señala con la intención de que seamos perseguidos y atacados”, indica José, que ha señalado que este asunto ya está en manos de sus abogados.
No es el único ataque que han denunciado en los últimos días. Recientemente, Segadors del Maresme llevaron a cabo una operación en varios municipios en los que sustituyeron las esteladas por banderas de España. “Siempre dicen que ellos no quitarían banderas de España si las pusiéramos. Pues eso hicimos: ponerlas. Al poco tiempo recibimos en nuestra casa una carta amenazándonos en cuatro idiomas: español, catalán, inglés y alemán. A la carta le acompañaba un trozo roto de la bandera española” cuenta el portavoz de Segadors, mostrando la misiva y el gragmento de la rojigualda. La carta asegura que en España sólo se vive de las subvenciones.
También se han encontrado ruedas de coches pinchadas con algún pin que tiene el lazo amarillo puesto, como el de la imagen de a continuación:
José insiste en que “nosotros no somos violentos. Nos están acusando de que había un hombre con sangre en la cara en la retirada de las cruces en Canet, pero los vídeos demuestran que fue él quien golpeó. También Marc Jiménez, un concejal de las CUP en Canet, que revuelca a uno de los nuestros y le golpea. Fue así y no al contrario, como demuestran los vídeos. En ningún caso se ve a ninguno de los nuestros pegándole a nadie, porque no lo hicimos. Somos gente normal y pacífica”, asegura. En cambio, sobre los independentistas que le esperaban en la playa asegura que “había un montón de skins de extrema izquierda esperándonos e insultándonos”.
Desde Segadors, en cambio, aseguran que “todo esto no nos va a amedrentar. Vamos a seguir limpiando nuestras calles, porque son de todos. No les tenemos miedo, aunque nos persiga nhasta casa, aunque nos señalen en redes, aunque cometan ilegalidades como publicar nuestros datos personales, aunque actúen como nazis, señalándonos. No les tenemos miedo”.