La sobriedad de la Casa Real española se verá en unos días cara a cara frente al exceso que, en todos los sentidos del término, representa el matrimonio Trump. La visita de los monarcas a Washington para ser recibidos por el presidente de los Estados Unidos y su esposa está ya oficialmente confirmada. Será el primer encuentro entre ambos matrimonios y el broche de oro al viaje oficial por tierras norteamericanas que Don Felipe y Doña Letizia iniciarán el 14 de junio en San Antonio y Nueva Orleans, ciudades de raíces españolas que celebran este año su tricentenario, y que se prolongará durante cinco jornadas, hasta el día 19. Será entonces cuando Letizia y Melania se vean cara a cara -con té y pastas de por medio- y se podrá evidenciar qué reina copia a la otra.
Políticamente, la noticia del periplo de Sus Majestades por los EEUU está pasando ciertamente desapercibida en la mayor parte de los medios de comunicación norteamericanos, en buena parte porque este país, por mucho que festeje cada 4 de Julio su independencia, sigue perdiendo la cabeza sólo por una familia real, la británica. Esto se pudo comprobar con la reciente boda del príncipe Enrique con la actriz Meghan Markle, que se siguió en los hogares estadounidenses casi como si se tratara de un evento nacional, y no sólo porque la novia fuera norteamericana. Ya en 2011, cuando se casaron el príncipe Guillermo y Kate Middleton, se organizaron fiestas temáticas y quedadas de amigos para ver por televisión aquella unión.
Los lazos históricos y la lengua común explican que aún hoy se mantenga ese nexo en este país, donde cada vez que se habla de realeza, se piensa automáticamente en los Windsor, cuyas vicisitudes suelen ser narradas periódicamente por los periódicos, revistas y hasta la CNN.
Con la familia real española no existe esa conexión. No resulta por lo tanto extraño que no haya de momento demasiada expectación sobre la visita de Don Felipe y Doña Letizia, sobre todo si se tiene en cuenta que muchos a este lado del Atlántico no tienen del todo claro cuál es la forma de Estado de España. Sin embargo, hay un sector de la prensa y del público que sí conoce al detalle todo lo que tiene que ver con los monarcas españoles, aunque en este caso sea en exclusiva gracias a la reina, considerada aquí un icono estilístico internacional y uno de los referentes, en lo que a moda se refiere, de la primera dama, Melania Trump.
De ahí que los medios especializados ya estén especulando, y hasta salivando, con la idea de tener frente a frente a ambas. Por mucho que a ciertos sectores periodísticos incomode este tipo de análisis basados en el atuendo o el aspecto, lo cierto es que las revistas del corazón y de moda ya han empezado a publicar artículos sobre el futuro cara a cara. Informaciones que, por otra parte, vienen ya de largo, puesto que a Melania y Letizia se las compara habitualmente.
La versión estadounidense de la revista ‘Hola!’ es una de las que más relevancia ha dado a la noticia. En su edición on-line destaca que “la reina del estilo Melania Trump se enfrentará a una reina en la vida real, e icono de la moda, Letizia de España, este mes” y añade que “la esposa del presidente Donald Trump recibirá a su invitada en la Casa Blanca, donde ambas tomarán el té -en lo que en inglés se denomina un ‘Royal Tea Party’-, “un pasatiempo que le que encanta a la realeza”.
Ese detalle es el único de la agenda de la visita que ha sido confirmado de momento por el director de comunicación de la primera dama. Ambas mujeres se sentarán en uno de los salones de la residencia presidencial para compartir una taza de té y pastas, al estilo británico, como despedida del viaje oficial de los reyes. Una costumbre que, por otro lado, forma parte de los rituales de este tipo de eventos. De hecho, no es la primera vez que Letizia toma el té en la residencia presidencial. Ya lo hizo en 2015, aunque en aquella ocasión la anfitriona fue Michelle Obama.
En cualquier caso, quedan días para saber si habrá más eventos en la agenda. En otras ocasiones, con miembros de otras familias reales, la Casa Blanca han organizado actos profesionales de carácter benéfico o social también para las parejas de los jefes de Estado, vinculados a la causa en la que esté trabajando la primera dama de turno. Por ejemplo, en abril de 2017 Melania llevó a Rania de Jordania a una escuela concertada sólo para niñas en el Distrito de Columbia donde tuvieron ocasión de hablar con profesores y padres. Cabe recordar que la educación de los menores es uno de los compromisos a los que se ha consagrado la esposa del presidente en este primer mandato.
LETIZIA Y MELANIA: QUIÉN COPIA A QUIÉN
Aquel encuentro tuvo ya su morbo, puesto que la prensa especializada estadounidense siempre ha señalado a Rania de Jordania como una de las supuestas fuentes de inspiración estilísticas de Melania, junto a la duquesa de Cambridge. Sin embargo, recientemente en esta lista de referentes se ha colado también Doña Letizia.
Así, el pasado 17 de abril, la primera dama estadounidense paseaba con su esposo por Mar-a-Lago, con un vestido a rayas de la colección de resorts de Carolina Herrera de 2018, junto a el primer ministro de Japón Shinzo Abe y su esposa Akie Abe. El atuendo de la ex modelo se completaba con un conjunto de zapatillas Christian Louboutin. Las comparaciones no tardaron en aparecer. Aquel vestido recordaba al que lució Doña Letizia un año antes en los Premios del Comité Español de UNICEF, un modelo sin hombros también de Carolina Herrera, a rayas blancas y negras.
Los medios estadounidenses -los especializados en estos menesteres, insistimos- suelen señalar sutilmente en cada artículo de este tipo que es Melania la que ‘toma ideas’ de otras figuras de la realeza, ya sea de España, Jordania o Inglaterra. Curiosamente, en nuestro país suele suceder al contrario y las comparaciones son a la inversa. No es difícil encontrar crónicas donde se apunta que es la reina Letizia quien copia a Melania Trump.
Por ejemplo, el pasado diciembre, varias publicaciones señalaron que Doña Letizia eligió un vestido de Delpozo para acudir a la celebración del 50 aniversario del diario deportivo As, muy parecido a un diseño que vistió la primera dama de EEUU durante su gira asiática en noviembre. También se apuntó a que el estilismo que escogió la reina para su viaje a Senegal era similar al que Melania empleó durante su visita a Florida tras los desastres ocasionados por la temporada de huracanes.
Cuestiones estilísticas al margen, la ‘fiesta del té’ dará para otro tipo de comparaciones, en este caso entre primeras damas. Muchos medirán al milímetro el grado de acercamiento entre ambas, sobre todo teniendo en cuenta la amistad que une a la reina con la anterior inquilina de la Casa Blanca, Michelle Obama, que definió a Doña Letizia con esa palabra, “amiga”, durante una visita a Madrid en julio de 2016 dentro de una campaña de apoyo a la educación de las niñas.
COMPARACIONES CON MICHELLE OBAMA
Previamente, los Obama fueron los anfitriones de Sus Majestades durante su último viaje oficial a Washington, en septiembre de 2015. La entonces primera dama recibió a la reina el día de su 43 cumpleaños, mientras su marido, Barack Obama, se reunía con Felipe VI en el despacho oval. En aquella ocasión, Michelle se llevó a la monarca al huerto de la Casa Blanca, literalmente, para enseñarle los productos ecológicos que estaba cultivando en el jardín de la residencia presidencial para promover la alimentación saludable.
Después, ambas también tomaron el té. De aquel encuentro se destacó que las dos mujeres compartían el interés por la alimentación sana y la nutrición, ya que mientras la reina es embajadora de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la estadounidense trabajó durante los ocho años del mandato de su marido para promover la alimentación sana entre los niños norteamericanos.
La agenda en aquella ocasión tuvo también un marcado carácter cultural. Acudieron a Mount Vernon a rendir un homenaje a George Washington, donde recibieron honores de soldados ataviados con uniformes del regimiento de la Luisiana española; y visitaron la Biblioteca Nacional Fred W. Smith, a la que hicieron entrega de una reproducción de las cartas credenciales presentadas por el primer embajador estadounidense en España a Carlos IV, firmadas por el primer presidente de EEUU.
Poco se sabe aún sobre los actos previstos para este viaje. Tampoco sobre lo que hablarán Doña Letizia y Melania frente al té, aunque es innegable que ambas guardan intereses en común, como el gusto por la moda. Y aunque sus pasados son muy dispares -una fue modelo y otra periodista-, ambas coinciden en que ninguna se imaginó nunca llegar a los puestos que ocupan en la actualidad. También comparten otra particularidad, las dos arrastran una pesada losa de rumores sobre sus vidas personales y sus supuestos retoques estéticos.
Precisamente Melania acaba de reaparecer en la escena pública tras pasarse más de 27 días alejadas de los focos para recuperarse de una intervención de riñón. Este largo periodo de convalecencia ha disparado toda suerte de especulaciones, como que estaba atravesando una crisis matrimonial -otra más-, que su estado de salud era grave o que se había sometido a una operación estética y estaba aguardando a que pasaran los efectos secundarios. Trump incluso descargó su ira contra los medios en un tuit calificándolos de nuevo de “fake news” y “viciosos” por haber publicado que durante esas semanas Melania “estaba cercana a la muerte, que se había hecho un estiramiento facial y hasta que dejó la Casa Blanca y a mí para irse a Nueva York”.
SAN ANTONIO Y NUEVA ORLEANS, ENTREGADAS
Polémicas al margen, este viaje oficial se ha estado cocinando durante mucho tiempo, ya que aunque los reyes habían sido invitados a Nueva Orleans y San Antonio por la celebración del tercer centenario de su fundación, estaban pendientes de saber si Trump podría recibirles. Finalmente, y pese al repentino cambio de Gobierno en España, la agenda se ha mantenido, sustituyendo al anterior ministro de Exteriores por Josep Borrell, que se estrenará con la Casa Blanca en esta visita.
Durante su estancia en Texas, Sus Majestades conmemorarán el aniversario de San Antonio subrayando las raíces españolas de esta ciudad, en la que inaugurarán dos exposiciones de arte, ‘Designing America’ y ‘500 años de pintura española de los Museos de Madrid’. El alcalde de la localidad, Ron Nirenberg, agradeció la presencia de los reyes en un comunicado, ensalzando que “San Antonio se enorgullece de conmemorar los vínculos especiales que nos unen a España. Damos la bienvenida a Sus Majestades durante nuestro año del Tricentenario para colaborar y construir una base más sólida ahora y en el futuro. El impacto eterno de la cultura de España está entrelazado con el legado de San Antonio para las generaciones venideras”.
Entre otros actos, Don Felipe y Doña Letizia también tendrán la ocasión de disfrutar de una cena en su honor que se les servirá en una cervecería histórica, de la mano de varios chefs locales. Se da la circunstancia de que San Antonio ha sido declarada Ciudad Creativa de la UNESCO de Gastronomía.
En Nueva Orleans se les brindará una ceremonia de bienvenida en Gallier Hall el viernes 15, para luego visitar el Cabildo y la Catedral de St. Louis, según la oficina del alcalde LaToya Cantrell. Ya el sábado, el rey y la reina acudirán al Museo de Arte de Nueva Orleans.