"Vais a desear volver a la cárcel". En las paredes de la calle Fuencarral, al lado del metro Noviciado, alguien pegó esta tarde decenas de imágenes en blanco y negro de cinco jóvenes condenados por abusos sexuales a una joven de 18 años en un portal de Pamplona el 7 de julio de 2016. En la misma calle, unos pasos más allá, miles de mujeres gritaban a las puertas del Ministerio de Justicia.
Era la expresión descarnada de la indignación tras el veredicto tomado por la Audiencia Provincial de Navarra este pasado jueves: la decisión de dejar en la calle a cinco veinteañeros con un historial más que nocivo a sus espaldas. Cinco jóvenes de rostros desgraciadamente ya conocidos para todos. Cinco jóvenes que se hacían llamar 'La Manada'.
La marcha fue convocada por el Movimiento Feminista de Madrid a las siete de la tarde en la calle de San Bernardo. Carlota, una de las integrantes, cuenta a EL ESPAÑOL que la decisión de los magistrados “ha construido una cárcel para la víctima”, que ahora no podrá salir de la Comunidad de Madrid sin correr el riesgo de cruzarse con 'La Manada'. Para la activista, existe “riesgo real” de reincidencia por parte del grupo, opinión que coincide con la expresada por el juez que votó en contra de la libertad condicional para los jóvenes.
Fue una larga e intensa caminata durante la cual se corearon distintas consignas: "No es abuso, es violación. Nosotras sí te creemos", "Nos han declarado la guerra. Que la calle sea la cárcel". El intenso calor no ha conseguido que la gente se quedara en casa con el aire acondicionado. Hoy era día de protesta.
Rocío sale del metro de Noviciado luciendo una camiseta con mensaje: “Nos queremos vivas y libres”. Ya tiene un nieto y está jubilada, pero no va a dejar de luchar. Para ella, la sentencia es “infumable” y le “da igual” que entre los magistrados de la Audiencia de Navarra hubiera una mujer. “De hecho, eso sólo lo empeora”, dice con la vista clavada en el asfalto.
El ambiente evocaba a lo ocurrido hace tres meses en las calles de Madrid. El #8m se convirtió en un movimiento de carácter mundial, de reivindicación de los derechos de las mujeres, de exponer y repudiar el machismo de una vez por todas. De gritar bien alto, como esta misma tarde hicieron miles de personas: "No es abuso, es violación", "Madrid será la tumba del machismo".
Igual que entonces, la protesta no sólo ha sido cosa de mujeres. Hombres y niños se han congregado en el mismo sitio que cuando se manifestaron en contra de la sentencia judicial que condenaba a 'La Manada' por abuso y no por agresión sexual.
Isabel y Carlos, casados de toda la vida, contemplan indignados el desfile: el auto de los jueces les parece más propio “de los tiempos de Franco” que de 2018. Ella no puede dejar de preguntarse si aquellos magistrados “tienen corazón”. A él le gustaría animar a la víctima a que se hiciera jueza:“Así se haría justicia de verdad”.
"Era una violación de cinco salvajes"
Quien habla es Ana María: "Estoy aquí hoy por lo que me lleva motivando toda la vida, que es la defensa de la mujer en todos los órdenes, en todos lo aspectos y en todas las condiciones, pero hoy estamos aquí porque ya vinimos cuando la sentencia de 'La Manada', que no era un abuso, sino una violación de cinco salvajes. No los llamo 'La Manada' porque las manadas de animales tienen mucha mas humanidad que ellos".
Otra Ana, ésta vistiendo completamente de morado, pendientes incluidos, también se muestra tajante: “'La Manada' somos nosotras, ellos son unos monstruos”. Cuando se le pregunta por la víctima, mira al cielo con tristeza. “Espero que se sienta orgullosa de lo que ha conseguido”, suspira. 170.00 personas salieron a la calle para protestar en contra de la sentencia el pasado mes de abril. Hoy se estima que se han vuelto a batir récords.
“Oferta: Violación grupal a 6.000 euros”
Hoy Madrid ha puesto el puño, el grito y los carteles en el cielo. “No tenemos miedo, tenemos rabia”, aúllan. “Oferta: violación grupal a 6.000 euros”, escriben en trozos de cartón. Se golpean la boca imitando cánticos indios en cuanto pisan la Gran Vía. “Aquí estamos las feministas”. Y los feministas.
Juan acude a la protesta con su hija de tres años de la mano. Tiene claro que ella tiene que aprender “desde ya” que las mujeres “tienen que luchar por sus derechos”. Su firmeza desaparece y se le quiebra la voz al pensar en la víctima. Le gustaría decirle que siente “muchísimo” que “tengamos esta mierda de sociedad” en la que es posible “violar a una chica en grupo” y estar en la calle tras cumplir dos años de condena.
Las caras pintadas de morado, los pañuelos violetas han vuelto a ondear en las aceras y en el asfalto. Fue así en la capital de España y en muchas otras ciudades como Pamplona, lugar en el que cometieron el delito, donde miles de personas también se echaron a las calles a defender unas fiestas sanas y sin agresiones sexuales.
"La calle y la noche también son nuestras". En un Madrid de 25 grados a la sombra, un calor plomizo y seco, se volvió a gritar para defender a la mujer, para apoyar a la víctima de 'La Manada' y para denunciar la salida de la cárcel de los cinco condenados, que ya vuelven en su coche camino de Sevilla. Hubo un último y unánime grito lanzado al cielo de la ciudad: "'La Manada' son ocho: cinco violadores y tres jueces".
Movilización en toda España
Miles de personas han vuelto a salir a la calle en decenas de ciudades españolas para mostrar su indignación contra "la justicia patriarcal".
Convocadas por los movimientos feministas, las movilizaciones han tenido lugar poco después de que los cinco miembros de 'La Manada' abandonaran los centros penitenciarios en los que se encontraban -la cárcel militar de Alcalá de Henares (Madrid) y la prisión de Pamplona- tras pagar los 6.000 euros de fianza impuesta por la Audiencia de Navarra.
Gritos como "no es no", "justicia machista, defensa feminista", "no es abuso, es violación", "Audiencia de Navarra, semilla de manadas", "si nos tocan a una, nos tocan a todas", o "yo sí te creo" se han escuchado de nuevo, casi dos meses después de las oleadas de protestas que siguieron a la sentencia que condenó a La Manada por abuso y no por violación.
Varios centenares de mujeres se han concentrado en la plaza Sant Jaume de Barcelona, donde han usado cacerolas y llaves para hacer una protesta sonora.
Los convocantes de la movilización han subrayado que no se puede "permitir que los cinco violadores de La Manada queden totalmente impunes": "Queremos justicia y no se ha hecho. Después de esto, ¿qué podemos esperar?", se han preguntado.
En Pamplona, donde se produjeron en los Sanfermines de 2016 los hechos, se han congregado miles de personas en la plaza del Ayuntamiento.
"¡¡No es no. Justicia!!" es el lema de la pancarta que ha encabezado la protesta, que han portado mujeres con guantes rojos, color con el que desde hace años se simboliza el rechazo a las agresiones sexistas en Navarra.
Es el segundo día de protestas en Pamplona, después de que el jueves al poco de conocerse la decisión del tribunal se convocara de otra de forma espontánea.
En las capitales andaluzas los manifestantes, la mayoría mujeres, han sido miles. En la ciudad en que viven los miembros de La Manada, Sevilla, unas cinco mil personas se han concentrado en la Plaza Nueva bajo el lema "Si La Manada sale a la calle, nosotras también".
Un millar de personas se han manifestado en Granada ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, y otras ciudades como Jaén, Almería, Cádiz o Linares han protagonizado concentraciones.
En el País Vasco, miles de mujeres se han manifestado. En Bilbao se han exhibido carteles con frases como "sí es sí", "no a la cultura de la violación", "basta de justicia patriarcal" y "nosotras te creemos".
Por su parte, en San Sebastián cientos de personas se han movilizado bajo la consigna "ante los ataques sexistas, solidaridad feminista. Ninguna agresión sexista sin respuesta" y han desplegado banderas moradas.
Mujeres y hombres de todas las edades se han congregado en Valencia frente a la Delegación del Gobierno para denunciar que "la justicia patriarcal es letal".
El nuevo delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, ha bajado a la concentración y ha conversado con las entidades feministas convocantes, y posteriormente se ha reunido con una representación de esos colectivos.
En Castilla-La Mancha se ha exigido una justicia "más humana, sensible y formada en género", mientras que en Asturias, centenares de personas han mostrado su solidaridad con la víctima a la que han recordado que no está sola: "Hermana, aquí está tu manada".
Más de medio millar de personas ha salido a la calle en Santander, con cacerolas para mostrar su indignación y han pegado en la pared de la Delegación del Gobierno carteles con las siguientes proclamas: "Violar sale barato", "violador, es tu momento, la justicia está de rebajas" y han puesto fotos de 'La Manada' junto al texto "soy un violador y el Estado me lo permite".
Unas 1.300 personas han gritado en Logroño "No es no" frente al Palacio de Justicia, mientras que en Segovia unas 150 han reclamado que no se juegue con la seguridad de la víctima, al tiempo que han reclamado formación de género para los jueces.